T R E I N T A .

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Blake.

Gruño pasándome la mano por el rostro, esperando las horas para que me dejen salir de este puto Hospital después de tres días de "observación".

Me intento acomodar pero la intravenosa me dificulta esa tarea, veo mi móvil y me dan ganas de darme con el y ya matarme, odio los Hospitales y claro, irónicamente mi novia y hermana estudia Medicina.

Me quedo mirando el techo blanco un rato y cubro mis ojos con mi antebrazo para empezar a dormir. Suspiro al escuchar la puerta abrirse.

Lo único que le pedí a la rubia es que me dejaran solo.

Gruño listo para correr a la enfermera pero cuando todavía tengo los ojos cerrados escucho la característica risa de Erin y al mismo tiempo percibo el exquisito aroma de Harriet apoderarse de la habitación.

Sonrió al verlas y ellas se me devuelven la sonrisa. Erin todavía lleva puesto su uniforme y Harriet un pantalón roto y blusa de mangas cortas azul.

-Hoy sales al fin del Hospital. - dice Erin abrazándome como saludo.

Harriet se me acerca y besa mi mandíbula. La tomo de la muñeca cuando tiene intenciones de separarse y uno nuestros labios.

-Buenas tardes Blake. - dice sobre mis labios con una sonrisa.

Le regreso el saludo y me siento en la camilla, dándole un espacio para que se siente a mi lado, Erin se sienta cerca de mis pies y la empiezo a molestar con los dedos de este.

-Ya no aguanto, sáquenme de aquí. - me quejo. Aunque bueno, ya no esta ese sonido irritante del monitoreo de mi pulso, la sangre tampoco, solo el suero.

Harriet me abraza recostando su cabeza en mi hombro y yo la rodeo con mi brazo.

-De hecho estaba hablando con Salazar y me dijo que ya estas perfecto, me mostró la radiografía del golpe y en realidad que la recuperación ha sido sorprendentemente rápida, dice que ayudo las vitaminas e inyecciones que te proporcionaron.

Asiento y la atraigo mas a mi, besando su sien.

-¿Recuerdan que de niños les dije que tenia poderes y era asombroso?. - les pregunto.

Harriet se ríe y Erin asiente animadamente, seguro recordando cosas ridículas de nuestra niñez.

-Esta es la prueba, me recupero rápido a pesar del coma... Soy asombroso, - le guiño el ojo a Erin y ella rueda los ojos - no solo en eso soy asombroso. - le susurro a Harriet en el oído, seguido de morder su lóbulo haciendo ella suelte un pequeño jadeo.

Después de dos horas entre charlas y mis manos inquietas en Harriet acariciándola disimuladamente por la presencia de mi hermana menor, entra la rubia, diciendo que solo se firma y se hace los pago para que me den de alta.

Me termino de colocar la playera blanca que me trajo Harriet cuando la recién mencionada entra, con una gran sonrisa.

Me acerco a ella y la tomo de las caderas, apegandola a mi haciendo que sus pechos se roce con el mio.

¿Es mi idea o están mas grandes?.

-¿En que piensas?. - me pregunta mi chica pasando sus manos por detrás de mi cuello.

Me rió y la beso. - En como te voy a follar llegando a casa.

Ella se ríe y me abraza, escondiendo su rostro en mi cuello.

-No lo haremos, debes mejorarte.

Abstinencia hay te voy.

-Estoy mas que bien. - digo dándole pequeñas mordidas en el hombro. Harriet se ríe y se aleja de mi.

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