Capítulo 17

1.3K 103 2
                                    


-Romi ¿Necesitas ayuda en algo?- dejo el ultimo plato en el escurridor y me giro a verlo mientras me seco la mano en la toalla. En la entrada de la cocina, un Matías recién salido de bañarse me mira interrogante.

-No, Mati, ve a dormir si quieres, ya no hay nada que hacer y estoy segura que estás cansado- me acerco hasta él y dejo un beso en su frente –Hasta mañana, ricitos-

Cuando empieza a subir las escaleras, camino hasta el sofá y prendo el televisor en un volumen bajo. Paso los canales hasta que me detengo en una película que ya vi unas cinco veces, pero que nunca puedo dejar de hacerlo. Son esas que nunca te terminar de aburrir sin importar cuánto te puedas saber los diálogos.

Elissa está a punto de descubrir el secreto de Ryan acerca de Carrie, cuando un brazo cruzándome en cuello me hace sobresaltar.

-Por el amor de Dios, Mati, ya te dije que no hicieras eso, me vas a matar del susto-

Una risa ronca a mis espaldas, me hace dar cuenta de dos cosas: primero, el brazo que me rodea, es bastante más robusto que el del rizado; y segundo, que estoy en graves problemas.

-Nicolás- digo en un susurro, esperando que mi mente me esté jugando una mala pasada, pero sé que no es así, no puedo tener tanta suerte. Su agarre desaparece, pero no me atrevo a girarme a verlo. No quiero confirmar su presencia.

-El mismo que viste y calza- su voz ronca es seguida de sus pasos, que rodean el sofá y caminan hasta posicionarse a mi lado. Mi vista esta fija en la protagonista caminando por el estrecho pasillo y por un momento me siento en su lugar, caminando hacia el abismo que me espera.

-Oh…, has vuelto, supongo que ya has conseguido un lugar y vienes por Mati, él acaba de subir a su habitación, seguro que aun está despierto- espero unos segundos, en los que me dedico a rogar porque no se haya enterado de nuestra salida.

-Sí, eso espero- dice y suelto un suspiro de alivio disimulado cuando creo que subirá por las escaleras, pero mi corazón parece saltarse un latido cuando me arranca el control de las manos y apaga el televisor.

-¿De verdad creíste que no me enteraría? ¿Qué parte de “No debe salir de la casa” no has entendido? Porque recuerdo haberlo dicho con completa claridad- por un momento considero la idea de mentir y decirle que lo había olvidado, pero sé que eso no me ayudará de mucho.

Me remuevo incomoda en mi lugar y él se para frente a mí, erguido en toda su altura, mientras yo evito levantar contacto visual, repasando los muebles de la sala.

-No lo sé, pero Mati parecía tan entusiasmado cuando Luc lo propuso que no pude negarme ¿Acaso te haces una idea de lo feliz que estaba? Deberías haber visto el brillo de sus ojos, parecían aun más verdes. No pude decirle que no- bajo la mirada a mis manos y escucho como respira hondo.

-Pues deberías haberlo hecho- dice finalmente y una rabia nace en mi interior. De repente ya no existe el miedo, solo el coraje.

Entonces exploto.

-Pues disculpa, pero Matías está viviendo bajo este techo y creo que no eres quien para venirme a reclamar nada. Lo llevé a tomar un helado ¡Bien! ¿Dónde está el problema en eso? No lo secuestraron, ni pidieron recompensa por él. Logre traerlo sano y salvo ¡Ya deja de comportarte como un niño caprichoso!- no sé en qué momento pasó, pero estoy parada, aunque mi cabeza llega apenas hasta su mentón, sin embargo la rabia no me permite acobardarme.

Veo como cierra los puños a sus costados.

-Solo tenías que seguir una mísera regla y no pudiste hacerlo ¿Es que acaso siempre hacer lo contrario a lo que te dice la gente? ¡Es MI hermano y si yo digo que no salga, él no sale!- sus ojos grises están fijos en los míos.

Tu pasado, mi tormento|✔Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz