Capítulo 47

1.1K 81 6
                                    


-Ya tranquilízate, que me pones nervioso también a mí- se queja Lucas a mi lado y yo dejo de mover la pierna, aunque sé que solo serán solo unos segundos.

Hace quince minutos que llegué a la sala de espera y debo aclarar que es bastante incómodo.

Ahora no estamos solo Lucas y yo, sino que además hay otras diez personas, que no han dejado de observarnos en ningún momento.

-Dios, que incomodo- le susurro a Lucas y él asiente levemente -¿Ya ingresaros todos?- vuelvo a susurrar y veo como niega.

-No, de hecho solo lo hicieron su madre y un hombre joven, que parecía ser el hermano de Dante-

Con esas palabras, toda mi resistencia se derrumba como un castillo de naipes. Si solo su madre y hermano, están tardando cerca de media hora, no me quiero imaginar lo que tendremos que esperar hasta que pasen las diez personas que tenemos por delante.

-¿Vamos un rato afuera? se ve para largo y yo necesito aire- propongo y Lucas asiente.

Cuando nos levantamos de nuestros lugares, atraemos la atención de los pocos que no nos estaban mirando y mis ganas de salir corriendo, se incrementan. No lo hacen de mala manera, pero igual incomoda.

Le dedico una mirada significativa a Lucas y empezamos a caminar con pasos rápidos hacia la salida, hasta que una voz nos detiene.

-¿Eres la novia de Dante?-

Inmediatamente mis pies se clavan en el suelo, mientras Lucas me dedica una mirada divertida y yo me vuelvo a mirar hacia los presentes, intentando adivinar quién fue la persona que hizo la pregunta, hasta que una mujer levanta la mano y se señala. Es rubia, de mirada triste. Debe rondar los sesenta o setenta y supongo que es la abuela de la familia.

-Eh…- las palabras mueren en mi boca cuando siento los veinte ojos sobre mí, expectantes a mi respuesta. Veintidós, si cuento a Lucas.

No soy la novia de Dante. Sin embargo, la mirada de la mujer está cargada de emoción, como si ya supiese que mi respuesta va a ser afirmativa. Varios en la sala parecen igual que ella y me empiezo a preguntar el porqué. Podrían haber preguntado si éramos amigos, es la forma más sencilla de empezar una conversación, además, Lucas está a mi lado y siempre suelen creer que existe una relación entre nosotros. Entonces, ¿Por qué me relacionó con Dante? ¿Qué es lo que ellos saben que yo no?

-Eh…, pues…-

Los pasos de varias personas caminando por uno de los tantos pasillos, se superponen con mis palabras. Son cada vez más fuerte y sé que se acercan. Cuando veo que Vanessa aparece a través de uno, junto a un hombre joven, que deduzco como en hermano de Dante, ruego para que la próxima en ingresar, sea la mujer que acaba de hacer la pregunta.

-¿Cómo está?- se apresura a preguntar una mujer mientras se abalanza sobre Vanessa. Es delgada y va con su cabello pelirrojo recogido en un moño desordenado. Es diferente a las demás. No lleva ropa de marca, ni un peinado estirado tampoco joyería delicada. Es solo una mujer, que aparenta ser algo más mayor que Vanessa. No tiene eso aires de superioridad que emiten los demás familiares de Dante. Ella es como yo, como Lucas, es una mujer que no aparenta ser de la alta sociedad.

-Tranquila, Rosario, él está bien, los analgésicos lo tiene algo adormilado de a ratos, pero está bien-

En cuanto la escucho decir eso, suelto un suspiro de alivio y empiezo a dar pasos hacia atrás, aprovechando la distracción para escapar de la escena.

Cuando veo que Lucas no me sigue, le pregunto con gestos que es lo que haces y él se cruza de brazos, mientras no hace ningún esfuerzo por esconder su sonrisa burlona. <Yo también quiero saber la respuesta a la pregunta> gesticula y yo golpeo mi palma contra mi frente. Puede ser muy infantil cuando se lo propone. Respiro hondo y empiezo a caminar yo sola, pero nuevamente veo mi escape interrumpido, cuando Vanessa me llama.

Tu pasado, mi tormento|✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora