Capítulo 29

1.2K 82 2
                                    


-Wow, mira la rubia a tus seis- el susurro sorprendido de Lucas me hace salir de mis pensamientos y voltear para ver a que se refiere, sin embargo, detrás de nosotros, solo me encuentro con una calle desierta.

Un jalón en mi brazo me hace volver a mirar al frente

–Hacia allá- señala hacia el frente de un modo bastante disimulado.
Lo miro con una ceja alzada.

-La verdad es que no entiendo de maravillas ese código, pero estaría casi segura que las seis son a nuestras espaldas y que las doce en punto son para el frente- explico y él rueda los ojos.

Hace unos minutos que Lucas y yo caminamos rumbo a la casa de mi abuela y en todo el trayecto me había mantenido perdida en mis pensamientos. En mis recuerdos. Es lo que siempre pasa cuando los visito.

-¿La conoces?- cuando sigo el punto que señalan sus ojos, la veo. Es rubia, como Lucas mencionó, alta y me resulta lejanamente familiar, pero no sé de dónde. Viene por la misma acera, solo que en dirección contraria a nosotros y no me pasa inadvertido que corre la mirada cuando se da cuenta que la observamos.

-No, ¿Por qué la pregunta?-

-Porque nos ha estado viendo desde que doblo la esquina y, aunque es atractiva, termina resultando intimidante ¿Crees que le guste y se esté debatiendo entre saludarme o no? Porque no la culparía, suele tener ese efecto en las mujeres- es inevitable rodar los ojos, porque, por mas bizarro que pueda escucharse, él realmente cree eso.

-¡Vaya! Luc, deja de ser tan humilde, hombre- digo con sarcasmo y él me dedica una mirada fulminante que luego remplaza por una de burla.

-Ya sé que me amas en silencio y te pones celosa cuando miro a otra, pero entiende que lo nuestro nunca podrá ser, no puedo mirar a la chica de un amigo- ¿Amigo? Si se refiere a Dante, creo que él ya ni nos registra.

-Primero, no soy la chica de nadie y segundo, la idea de un “nosotros” se ve tan encantadora como la de pisar una cucaracha…-

-Poro eso no es tan…-

-…descalza- termino de decir y el pone expresión de haber chupado un limón.

-¡Oh, ya entendí tu punto! Y esa imagen quedó justo aquí- señala el punto entre sus cejas y yo me encojo de hombros con fingido desinterés.

Vuelvo la vista al frente, y me sobresalto cuando me encuentro frente a unos ojos azules mirándonos fijamente. Es la rubia, de pie frente a nosotros. Yo alcanzo a reaccionar a tiempo para detenerme, no chocarla y logro que Lucas tampoco lo haga, sosteniéndolo del codo.

-Hola… ¿Romina?- la miro confundida cuando la escucho decir mi nombre y ella parece notarlo, porque enseguida aclara: -Soy Leticia ¿Me recuerdas?- mis ojos se abren con sorpresa mientras los recuerdos de años pasados regresan a mi mente, pero cuando intento decir algo, la voz del castaño a mi lado me interrumpe.

-Soy Lucas- se presenta extendiendo su mano y la rubia se la estrecha sin demasiado entusiasmo.

-Oh, qué bien- dice con monotonía y luego vuelve a mirarme. En sus ojos brilla la ansiedad y emoción -¿Y…?-

La interrumpo arrojándome a sus brazos.

-¡Leti! ¡Pero cómo has cambiado! Por poco no te reconozco, estos diez años te han sentado de maravillas-

Nos separamos, pero mantenemos nuestras manos unidas

-Tranquila que yo tampoco, pero acabo de cruzar a tu abuela y ella me comento que habías regresado, parece que el destino nos quiso volver a unir, yo me iba justo mañana-

Tu pasado, mi tormento|✔Where stories live. Discover now