RESPLANDOR©️

CAPITULO UNO

Vivía en un pequeño departamento en la ciudad en la que había vivido desde siempre, no era nada especial. Trabajaba de barista en una cafetería y con la herencia que me había dejado mi madre pagaba la universidad. En realidad mi vida iba de lo más normal por ahora. Llegar hasta donde estoy ahora costó, me tropecé muchas veces ―no se imaginan la cantidad de errores que cometí cuando empecé a vivir sola con tan solo 16 años― y la vida me puso muchos obstáculos que supe sobrellevar.

Es raro que una menor de edad viva sola, pero no había nadie que me cuidara después de la muerte de mamá. Así que hice un trato con las personas de servicios sociales donde irían una vez al mes a verificar que estaba viva, a ellos les pareció bien. solo quedaban dos años para que cumpliera los 18 años.

Todo salio bien.

Me siento orgullosa de mi misma.

  ― 🌻🌻🌻― 

Puedo decir que una de mis cosas favoritas hasta ahora es mirar por la ventana en una tarde lluviosa de abril, con chocolate caliente, acariciando a Henry mi gato ―esperando que se sienta satisfecho de mis caricias para continuar haciendo mi tarea― y solo estando en paz.

A veces viene a visitarme mi mejor amigo, el único ser en el que confío después de mi misma y mi difunta madre. Como esta tarde, que sin previo aviso Jack viene a mi casa ¿Como lo se? Pues siempre tiene una manera especial para tocar la puerta, con el tiempo aprendí que ese toque es el que me daría una pista de las razones por las que viene a visitarme, en el caso de que el no me diga la razón.

―¿Qué te trae por aquí, Jackie?―digo cuando abro la puerta y me encuentro con mi amigo, aunque sé la respuesta.

―Lucas terminó conmigo.

―Ven aquí.―lo abrazo en consuelo―Tengamos una tarde de helado, pastel de chocolate, cortesía de Lotto's Bakery, y películas malas de comedia.

―Eso estaría genial.

Cuando nos conocimos yo estaba entrando por primera vez al edificio donde recibiría mi primera clase, era una novata en lo que universidad se tratara. Según Jack, parecía un gatito asustado y le dio lástima hacerme una broma, por lo que decidió ayudarme y protegerme de cualquiera que quisiera hacerme una broma por ser nueva.

Un buen comienzo para una amistad, de eso hace dos años.

Recuerdo el día en el que Jack me confesó que era gay, juro que me sorprendió, pero luego le di un abrazo y le agradecí por confiar en mí para contarme aquello. Él, no sé como, pensó que no lo apoyaría y lo rechazaría.

Jack viene de una familia extremadamente conservadora y homofóbica, tuvo que vivir conmigo un tiempo porque lo habían echado de casa cuando sus padres se enteraron. Luego consiguió donde vivir y me abandono en la "Ameliecueva", como él le llama.

A veces extrañaba que estuviera rondando por ahí, pero me conformo con que venga a visitarme de vez en cuando y me llame a las tres de la mañana para contarme cualquier cosa.

Dos hora después, mi mejor amigo se encontraba llorando con pastel y helado en su boca ¿La razón? El actor de la película que estábamos viendo dijo un chiste, bastante malo, y solo comenzó a llorar hablando con comida en la boca. Lo poco que entendí fue: 'a Lucas le hubiera dado risa eso'.

No se nada de relaciones amorosas entre parejas y mucho menos de rupturas.

Alguien ayúdeme.

―Jack, es mejor que descanses un poco.―apago el televisor y me levanto. Le quito el helado de las manos y lo ayudó a que se levante―Tengo clases en unas horas y después tengo que trabajar, el fin de semana podemos salir de fiesta, lo tengo completamente libre.