CAPITULO SIETE

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Se encontraba caminando hacia su casa después de pasar una tarde con su novio, pensando en cómo estaría su amiga. La última vez que la vio parecía muy extraña, asustada incluso, pero no quiso preguntar pues pensó que se debía a los eventos ocurridos hace algunos días. La apoyó cuando le dijo que se iba de vacaciones, otra actitud extraña, ella nunca había tomado vacaciones desde que falleció su madre, nuevamente no pregunto nada, quizás ella lo necesitaba, necesitaba un respiro de todo.

No se encontraba muy preocupado entonces, pero ya hace un mes que no sabía nada de ella y no sabia que hacer. No tenía idea de dónde preguntar por ella. La cafetería donde trabajaba cerró hace unos días, habló con la dueña quien estaba devastada, ella tampoco entendía nada, pero que sabía que era lo mejor. La ignorancia a veces es mejor. Ella también se iría un tiempo.

Había algo extraño, algo que no cuadraba con todo este asunto.

Las cosas están cambiando.

Cruzó la esquina que daba hacia la calle en donde vivía, hace rato que sentía un cosquilleo en la nuca. Miró sobre su hombro y nada, dio la vuelta completa para mirar el resto de la calle y nada, estaba completamente solo.

De seguro era producto de las preocupaciones que tenía recientemente.

Dispuesto a continuar su camino se da la vuelta nuevamente, lo que no se esperaba era recibir un golpe en la cabeza. Cayó al piso como un peso muerto. '¿Qué está pasando?' no dejaba de preguntarse.

Intenta levantarse, pero vuelven a golpearlo.

―¿Dónde está?―quien lo había golpeado preguntó.

―¿Dónde está quién?

―Imbécil ¿Dónde está tu amiga?―escupió.

―¿Amelie? No tengo ni la menor idea, me dijo que se iría de vacaciones.

Se encontraba un poco desorientado por el golpe, pero tan asustado que respondió titubeando intentando salvarse. No engañaba a nadie, estaba solo en esto. Nadie lo salvaría.

Unos tacones se empiezan a oír.

―Te dije que no sabría nada.

―No perdíamos nada con intentar.

La recién llegada estaba furiosa, tantos meses planeado esto y sus planes estaban siendo tirados a la basura, todo porque alguien tenía que ser la niña buena.

―¿Lizzy?―Jack se había dado la vuelta para mirarla.

Esto ya la tenía harta.

―No me compares con mi estúpida hermana gemela.―camino hasta él para darle una patada en el abdomen y luego otras, se estaba desquitando.

―¡Ya basta! Si lo matas ahora no conseguirás nada. No actúes por impulso, Madeline.

Para desgracia de ella, era verdad. Elizabeth había frustrado sus planes, pero eso no les impedía hacer unos nuevos. De hecho, ya Madeline sabía por dónde empezar.

―Si no sabes donde esta tu amiguita, pronto lo sabrás. Lo sabremos.

El miedo se podía ver en los ojos de Jack, la mujer le dio una señal al hombre para que lo golpeara de nuevo, pero esta vez para dejarlo inconsciente. Ella tenía un propósito y lo cumpliría, así tuviera que mover mar y tierra para ello, buscar debajo de las piedras hasta encontrar a Amelie Mansi, cualquier cosa. Ya había matado a su hermana, algo más no haría daño.

Conseguiría lo que tanto anhela.

  ―🌻🌻🌻― 

Otra pesadilla, demonios. Era la tercera que tenía desde hace un mes y siempre los mismo escenarios reproduciendo en su cabeza. Esto tenía que terminar. Por lo menos esta no me había despertado a mitad de la madrugada sino que ya había amanecido.

Henry seguía dormido a mi lado.

Aún no tenía idea de que pasaba exactamente entre nosotros, pero definitivamente algo estaba pasando.

Me levanto de la cama y salgo de la habitación. Camino hasta llegar a la puerta principal, necesito un poco de aire. Siento una presión en el pecho, algo no está bien. Llegó hasta la playa. En cualquier otro momento venir a un sitio como este lograría calmarme un poco, pero no sucede.

Si me preguntaran como me siento respondería que me siento mal. No le he comentado a Henry acerca de las pesadillas, no quiero preocuparlo y que llame a su tía, la jefa Carson, para que venga.

¿Por qué vendría siquiera? Esto es una locura.

Tengo un mal presentimiento, que para aumentarlo escucho las sirenas de una patrulla.

Me levanto rápidamente y corro hacia la casa.

―Jefa Carson ¿Qué hace aquí?

―Mejor vamos adentro, hay cosas que es mejor escucharlas sentadas.

La sigo hasta la sala de estar, me pide que me siente y eso hago. Primero pregunta por Henry y le digo que aun debe de estar durmiendo. El silencio es horrible, lo odio.

―Por favor, diga lo va a decir.

―Ayer en la mañana nos llegó un sobre a la estación, secuestraron a su amigo, Jackson Higgins.

Las lágrimas empiezan a salir de mi ojos.

»No sabemos si tiene alguna relación con su caso todavía, aunque si me lo pregunta es lo más probable. Quizás lo secuestraran para encontrarla a usted.

―¿Quién puede ser tan desgraciado para hacer algo como esto?―sollozo.

―Créame, señorita Mansi, se sorprendería.

―¿Qué sucede?―Henry se encuentra parado en el umbral de la sala.

Yo no soy capaz de decir algo, ni sé si la Jefa Carson le está contando a Henry lo que a mi. Solo escucho un fuerte pitido en mis oídos. Esto no puede estar pasando ¿Por que?

―Amelie―Henry intenta llamar mi atención, me levanto dispuesta a salir corriendo ¿A dónde? No lo sé solo no quiero estar aquí―Amelie, lo encontraremos, te lo prometo.

Para este punto estoy convertida en un mar de lágrimas e hiperventilando.

―Señorita Mansi, respire.―no le hago caso.

Me siento impotente, incapaz de hacer algo por Jack. Incluso me siento culpable por pensar ―incluso ignorar ese hecho― aunque sea por un segundo que al venir aquí y estar con Henry eliminaría por completo todo lo malo que está pasando.

Deje a Jack solo, eso me puede. Es como un peso encima de mis hombros. Vuelvo a sentirme inútil. Quien sabe lo que le harán estar personas a Jack, solo por ser mi amigo. No debí irme, debí quedarme y enfrentarlo.

¿Qué puedo hacer? Pienso, pero no se me viene nada, ninguna idea. Solo puedo llorar. Es como si el mundo se estuviera cayendo a mis pies.

Todo a mi alrededor da vueltas y siento que me voy a caer. Lo último que escucho es mi nombre y ya después nada.

Verla así me destruye, me preocupa. No se lo merece, simplemente no.Tengo que hacer algo, no puede permitir que se derrumbe. si ella cree que está cayendo por un abismo sola, pues se equivoca.

RESPLANDOR©️Where stories live. Discover now