CAPITULO DOCE

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Henry llega temprano a mi casa para ir a la estación, lo que Liam encontró ayer es de mucha ayuda, puntos que antes estaban sueltos ahora estaban siendo unidos.

He estado pensando y analizando todo desde el comienzo, desde la carta de Lizzy. Probablemente el padre de Lizzy tenía una deuda con el tal Barrabás Caleb y por algún motivo ella y su hermana tenían que pagarla, eso las llevó a trabajar con el tipo más buscado del país y a relacionarse con la trata de blancas. Luego Lizzy es asesinada por no cumplir con su trabajo. Lo único que no me cuadra de todo esto es el secuestro de Jack.

No entiendo a las mentes criminales.

En la estación veo a los padres de Jack, no puedo evitar mirarlos con rabia. Me encantaría decir que son unos reales hipócritas.

―Señorita Mansi y mi querido sobrino, que bueno verlos por aquí.―la jefa Carson se acerca a nosotros―Estaba por llamarlos.

―Vinimos porque encontramos algo importante.―explico.

―Que bueno porque yo también encontré algo, pasen a mi oficina.

Esto me tiene un poco ansiosa.

―Tenemos el ADN de Madeline Reynolds, los forense lo encontraron en el cuerpo de su hermana y al ser gemelas el ADN de ambas tiene alelos muy parecidos por lo que nunca pensaron que podrían ser los rastros de la posible asesina.―de verdad que lo de "alma sin compasión" le queda como anillo al dedo.

»Lo que no me explico es porque ella mataría a su propia hermana ¿Cuáles eran sus motivos?

―Quizás porque Barrabás Caleb le pidió que hiciera eso.

―Explíquese.―nos pide con dureza.

―Ayer averiguamos que Madeline Reynolds trabaja para Caleb y si conectamos esto con la carta que recibió Amelie el día en el se llevaron a Elizabeth concluimos que las dos estaban trabajando para Barrabás Caleb.―explica Henry.―Todo para saldar la deuda de su padre..

―Cuando vieron que Lizzy no haría nada más por ellos... pienso que estas personas son un tanto radicales, solo la asesinaron.―termino por explicar―Le dijeron a Madeline que la asesinara.

La jefa Carson se queda en silencio y comienza a caminar de un lado a otro, mientras yo solo espero que no pregunte cómo averiguamos esto.

―Eso tiene mucho sentido.

―Jefa Carson, hay algo que no entiendo ¿Por qué llevarse a Jack? Y no me diga que es para dar conmigo, si yo fuese una criminal como ellos y no conseguí una posible mercancía no me enfrasco, busco otra.

Mi desesperación por querer saber dónde está Jack, por querer encontrarlo y mi evidente desesperación por querer que esto termine es algo que no me esfuerzo en ocultar.

―Eso es lo que vamos a averiguar ahora. Por ahora necesito que me ayude en otra cosa.

―Claro.―algo bueno de todo esto es que me mantengo ocupada.

Nunca pensé que diría esto, pero extraño ir a la universidad.

―Necesito que saque a los padres de Jack de mis estación, me tienen harta con tanto '¿Dónde está mi hijo?'―exhala aire como si se hubiese contenido eso desde hace un buen rato―Yo también estaría preocupada y muy mal si Charlotte estuviera desaparecida, pero ellos superan los límites de lo absurdo y ya no puedo más.

Se sienta en su silla y se hunde en ella.

―Con todo gusto, jefa Carson.

―🌻🌻🌻―

Este era su momento favorito del día para sentarse a escribir.

Escribir era algo que le había dado tranquilidad y una forma de liberarse, y lo había intentado de tantas formas. La primera fue una que sus padres le habían recomendado hace ya tantos años, mudarse a otro país y conocer nuevos lugares, personas y una nueva cultura, les hizo caso. Habían pasado tantas cosas, la pérdida de su bebé y el accidente. Tampoco volvió a saber de aquel hombre que había jurado amarla, él también se fue.

Aquella idea de sus padres no funcionó del todo.

Luego probó cambiándose el nombre, una medida desesperada para perder la conexión con un pasado que poco le gustaba. Adoptó el nombre de Ágatha Quinn. Un montón de papeleo y cuestiones legales, pero lo hizo.

Tampoco funcionó del todo.

Pero la forma de liberarse completamente llego un día. Caminaba por las calles de la no tan nueva ciudad en la que vivía y cómo si se tratase de una película, una luz iluminó aquel objeto que haría maravillas en su vida. No perdió más tiempo y entró en la tienda, compró la máquina de escribir que había en el escaparte, aquella que había sido iluminada.

Incluso cada vez que ella recuerda ese detalle le parece una locura, pero al mismo tiempo le gusta dejar eso como un recuerdo algo mágico en su memoria.

Esa máquina de escribir marcó el comienzo de una nueva vida, un nuevo comienzo siendo Ágatha Quinn. Escribió un libro que luego llevó a miles de editoriales hasta que una le ofreció la oportunidad de publicar el libro. Años después abrió su propia editorial, quería darle la oportunidad a personas que como ella buscan que su voz sea escuchada a través de las páginas de un libro.

Muchas veces sus padres le preguntaban porque escribía bajo un seudónimo y ella les explicaba que era para evadir a la prensa, aunque en el fondo la respuesta a esa interrogante era que temía que su pasado la encontrara. su nombre había cambiado, pero su rostro no.

Escribir le había traído lo que siempre quiso, sentirse libre.

Adoptó a un niño, pues Ágatha sentía que tenía amor de sobra para compartirlo con alguien. Actualmente vivía tranquila, con su hijo y sus libros, con su editorial y básicamente con su vida.

Pero siempre hay una 'pero'

Se encontraba sola en su casa, su hijo estaba en la escuela y ella, aunque planeaba salir esa mañana, decidió quedarse en casa escribiendo un poco. El teléfono suena y pensado que era la llamada que estaba esperando de parte de su jefe de edición contesta rápidamente.

―¿Quién habla?―siempre con las formalidades.

―Creíste que no te encontraría nunca Ágatha Quinn, o debería decir Katherine Morgan.―habla una voz femenina.

―¿Quién eres? ¿Cómo sabes quién soy?

―Escapar del pasado no es fácil, Katherine.―la persona al otro lado de la línea se sume en un silencio que no hace sino desesperar a ÁgathaSaluda a tu hijo, él y yo nos vamos a divertir un rato.

Ágatha puede escuchar la voz de su hijo, asustado.

―¿Qué quieres?―las lágrimas no dejan de caer, hablar se vuelve un trabajo difícil.

―Quiero que sigas mis indicaciones y si cometes un error tu hijo la paga.

RESPLANDOR©️Where stories live. Discover now