☁Q u i c k s i l v e r☁

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—P i e t r o M a x i m o f f—

☁E L E V E N☁

"Tus pasos fugaces no se comparan a los rápidos besos que compartimos a escondidas de los ojos de los demás"

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Pasaron cerca de dos meses después de lo sucedido en su ciudad natal (Sokovia) para que tuvieran su primer encuentro intimo, ese que arregló tu vida y te ayudó a poder confiar en alguien mas nuevamente ¿Porque? Bueno, no era como que tenias mucha experiencia en el campo de batalla, y no era muy bueno el hecho de que tu primera misión la vivieras en una ciudad que volaba por los aires amenazando al mundo con su destrucción inminente a su caída.

Tuviste lo que Tony llamó 'ansiedad post trauma', alguna cosa rara que a escondidas te reveló, él también lo había sufrido, por eso también te recomendó hablarlo mas, tomarte tu tiempo y llorar todas las lágrimas que fueran necesarias para aligerar el peso de un evento con esa magnitud de tu mente. 

Por eso te levantaste a las cuatro de la mañana por un café a la nueva cocina de la nueva sede con la nueva cafetera, y todo lo nuevo que utilizaste. 

— ¿No te dijo Tony que lo hablaras? — su característico acento se hizo presente en la solitaria cocina de la cual te sentías muy cómoda hasta su interrupción, haciendo que pasaras deliberadamente el café de tu boca y alzaras los hombros antes de contestarle.

— También menciono las palabras 'tomate tu tiempo' y es justo lo que hago — oíste su suspiro detrás de ti antes de tomar asiento enfrente de ti.

— Dos meses son mucho — delineaste la orilla de tu taza con tus dedos sin despegar la mirada de la obscura bebida que reposaba en el fondo antes de seguir con la plática — no fue tu culpa — verdaderamente sentiste el dolor en sus palabras, pero no sufría por él, sufría por ti.

— ¿De que hablas? — sarcásticamente y bastante dolida te contestaste a ti misma mientras comenzabas a ver borroso por las lágrimas — Oh, ¿Hablas de aquel niño que podría estar vivo de no ser por mi? nunca lo pensé

— Pudiste haber muerto, salvaste a muchos, no siempre salvas a todos...

— Pude haberlo salvado, si no hubiera sido tan egoísta el niño seguiría vivo, y Clint no estaría en el hospital — soltaste todo lo que traías y por primera vez (y no ultima) Pietro acudió a ti, utilizando su velocidad para cubrirte en sus brazos y dejar que te desahogaras por todo el tiempo necesario, sin reclamar, sin quejarse, sin nada.

Cuando acabaste, atinaste a darte cuenta que el café estaba frío y que todo ese tiempo estabas vulnerable, lo que te avergonzó bastante, tanto como para pedir perdón.

— No te disculpes, en todo caso tendría que disculparme yo por lo que voy a hacer — dos segundos, solo dos segundos tardaste en procesar lo que te había dicho para dejar de hablar, no porque no quisieras, si no porque tenías los labios del Sokoviano sobre los tuyos, besándote tiernamente y apretando tus mejillas en el proceso.

Con el paso de los días y de tus constantes visitas en la madrugada a la cocina también se hizo regular el hecho de que Pietro estuviera contigo en esos momentos, y con ello, que se repitieran los suaves besos acompañados de dulces palabras y que se brindaran caricias cortas, pero realmente significativas; era como soñar despierta. Todo eso lo compartieron durante cerca de un mes, pocas veces el sokoviano volvió a tocar el tema núcleo de todos tus problemas.

Hasta que Clint regresó a la sede con todos ustedes, y tus demonios regresaban junto a él.

— Al parecer las palabras del todopoderoso Tony no funcionan — Clint te abrazó tan fuerte que no soportaste más para contener tu llanto y dejaste que las lágrimas fluyeran junto con sus palabras de aliento para poder tranquilizarte, entablaste una charla con el arquero, quien te dijo nuevamente no fue tu culpa — Gracias, de no ser por ti ya no volvería a ver a mi familia...

Fantasies -MarvelWhere stories live. Discover now