Fantasies -Marvel

☁S p i d e r M a n☁

-P e t e r P a r k e r-

☁T W E N T Y S E V E N☁

"Ven amor, que si la vida te complica las cosas, yo las aligero"

☁☁☁

Aterrizaste en el tejado de un edificio, escapando de una situación que te pondría en aprietos si no lograbas salir.

Removiste el cabello de tu cara mientras ajustabas el antifaz en tu nuca y adoptabas esa pose de perra que tanto te caracterizaba, viendo a lo lejos un par de camiones de bomberos llegar al edificio que ardía en llamas, justo de donde habías salido. Alguien aterrizó de un salto detrás de ti, sonreíste de manera traviesa y sin dirigirle la palabra, hablaste.

- ¿Qué pasa tigre? - lo podías oír respirando rápida y pesadamente, tratando de tener una postura digna a lado de ti - ¿Acaso los días de oro acabaron? - tenía las manos sobre su estómago.

- Me tomaste desprevenido - necesitaba aire puro y aún podía oler el humo del incendio a través de la tela de su máscara, la retiró sin pena alguna en frente de ti - Maldita sea, eso fue muy rápido, ni siquiera supe cuando acabó - agudizaste el sentido.

- Aún no acaba - inspeccionaste toda la zona, buscando hasta en el más mínimo rincón - Ponte esta jodida máscara - corriste hacia la orilla y de un salto aterrizaste en otro tejado, corriendo sin quitar la mirada de el mismo punto, el característico sonido de las telarañas pegándose a los edificios se oyeron a tu lado poco después de salir corriendo de tus cinco segundos de descanso.

- Oye dulzura, ¿Quieres un aventón? - habló el hombre araña algo juguetón mientras te mantenía la velocidad, sonreíste antes de lanzarte al vacío siendo atrapara velozmente por los brazos del héroe - Maldición, tenías que contestarme primero.

- Ya, niño, deja el llanto para después.

Balanceándose por la ciudad, pudiste ver un carro manejando sin consideración alguna a los transeúntes a toda velocidad entre las calles de la ciudad, señalaste el carro, indicando al héroe por donde tenía que ir para después oír un comentario gracioso de su parte, estabas acostumbrada a ese tipo de chistes de tu compañero y no desaprovechabas la oportunidad para aligerar el ambiente con tu risa, o siguiendo la conversación con otro comentario creativo.

Cuando estuvieron sobre el carro, a la misma velocidad, empujaste a tu transporte para aterrizar sobre el capó del auto, haciendo contacto visual con el conductor, aprovechando la cara de susto que tenía para sonreírle traviesamente.

Hiciste un par de movimientos, rompiendo el vidrio de la puerta del copiloto, golpeándolo en el proceso para entrar al auto a base de patadas y puñetazos tratando que el auto no saliera de su carril y terminara atropellando a cualquier otra cosa (o persona), viste al hombre araña en la esquina de la puerta, alejándo a la gente y a los carros, lanzando telarañas a diestra y siniestra para que nadie saliera herido, preparándose mental y físicamente para detener el auto en dado caso de que tu no lograras hacerlo al cien por ciento.

- Maldita perra - gruñó con furia el tipo que iba manejando al verte entrar al auto, sacando una pistola de su pantalón (que puto incómodo) y apuntando torpemente con la esperanza de que algún tiro te diera.

- Wow chico, no seas tan violento - vació el cartucho sin ver, tu compañero vio en la esquina como la luz de los disparos alumbrara tenuemente el interior del vehículo e inconscientemente su corazón se aceleró, corrió para encarar el auto, deteniéndose por completo cuando se estrelló contra él.