☁W i n t e r W i t c h☁

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—B u c k y B a r n e s - W a n d a M a x i m o f f—

☁F O U R T E E N☁

"De acuerdo gruñona, veamos si a besos cambias de opinión"

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Su relación era por lejos algo normal, eran tiernos y adorables (claro) pero algo realmente malo para todos con los que compartían una vida fuera del campo de batalla era que sabían que ambos eran los peores cuando de un buen genio se trataba.

La mayoría se dio cuenta después de la quinta pelea en una semana, y era bastante obvio que una chica con poderes telepáticos y un ex asesino furiosos no eran un buen equipo juntos con pésimo carácter y celos de por medio, por eso sus compañeros trataban de alejarlos cuando la situación se alteraba demasiado, o cuando veían los ojos de la castaña pasar de ser su color natural a tener ese característico color escarlata que asustaba a mas de uno.

No fue hasta dos meses después de esa rutina donde los separaban, que en una pelea bastante fuerte decidieron dejarlos solos en una habitación mientras escuchaban cosas romperse o ser botadas, Steve dijo, Bucky es Bucky; ya sabrá como arreglarselas para salir vivo de ahí, y así dejaron pasar las horas, hasta que un Tony harto salió de su habitación y se dirigió hacia donde la pareja peleaba, para darse cuenta de que no precisamente el hecho del ruido y el alboroto era por una pelea, o bueno si era una, pero una entre sábanas.

Así descubrieron que lo mejor para la integridad de todos era alejarse lo mas posible de la pareja cuando comenzaban a pelear, o encerrarlos por horas en una habitación hasta que lo único que se escuchara fuera el silencio de los agotados miembros de los vengadores.

Con el paso del tiempo y de mas de una pelea (por muy estúpida que pareciera) todos se acostumbraron a la forma de ser de la pareja, dejaron de asustarse cuando discutían por cualquier cosa y se concentraban en señalarles la puerta de su habitación mientras los miraban con gesto burlón o cansado, ellos solos caminaban molestos hacia allá y salían con una irritable pero dulce sonrisa.

Bucky casi siempre era el causante de sus tontas peleas, porque al ver que Wanda iba a empezar con sus reclamos, él siempre se burlaba diciéndole "De acuerdo gruñona, veamos si a besos cambias de opinión" la castaña fruncía el entrecejo y parloteaba por minutos hasta que Barnes se hartaba y la tomaba en brazos, llevándola a la habitación y cumpliendo con su palabra, besándola por toda su piel blanca y suave, metiéndose entre sus piernas y haciendo que entre gemidos le dijera que él tenía la razón, ella lo hacía mas duradero y complicado, porque es la terca entre las tercas y siempre le reclamaba a su pareja "Con sexo no se arregla todo" aunque ella sabía que con sexo si se arreglaba todo; o al menos todos sus problemas de relación.

Aunque últimamente tomaban de pretexto las peleas como motivo por el cual se encerraban por horas, jamás habían llegado a tal grado de enojo como para no hablarse, por más de un día.

Pero, si todo estaba bien ¿Porque de la nada estaban tan molestos? Bueno, ciertamente el único molesto era Barnes, Wanda estaba arrepentida y sumamente triste, por eso ninguno había echo el menor intento por conversar con su pareja con intención de solucionar sus problemas, ¿Que problema tenían? Bueno, sus últimas misiones como parte de los vengadores estaban resultando muy difíciles, y aunque ellos solos podían con todas las amenazas que se les presentaban, no quedaba de sobra el saber que en cualquier momento, por muy poderosos que fueran, estaban entre la vida y la muerte con cada misión.

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