Capítulo 11

9.6K 602 38
                                    

Era consciente que mi existencia jamás volvería a ser la misma. Sabía que tu cercanía traería una avalancha llena de tormento. ¿Pero cómo saber que estaría arruinado en poco tiempo Dime, ¿cómo se quita este mal llamado amor?
Tormentosa pasión, Nathaniel Proulx.

Nicholas termina de despedir a sus invitados y todo el personal vuelve a sus actividades. El último que se va es Phill Newman, o mejor conocido como el hermano menor del hombre que necesito investigar. Phill parece contento y me saluda con una breve inclinación de cabeza.

—Me alegra que seas la futura esposa de Nicholas... Así sabré que tiene a alguien que le pateará el culo todo el tiempo —comenta sonriente.

Nicholas no dice nada, sólo nos observa en silencio. Sé que respeta a Phill más que a Isaac y me preguntó cuán importante es el hermano de Roger para el proyecto de Nicholas.

—¿Podemos hablar? —pregunto cuando nos quedamos a solas.

—No hay nada que hablar entre nosotros —sentencia caminando hacia la cocina sin mirarme.

Lo sigo porque no quiero dar por finalizada esta conversación. Entro a la cocina y él está abriendo una lata de cerveza.

—Yo no tenía ni idea que era un partido para definir la ayuda de un proyecto. ¿Por qué crees que arruinaría tu trabajo?

—Sé que no sabías nada, pero no pudiste evitar, ¿no? Tenías que demostrarle a todo el mundo que eras mejor que ellos —suelta despectivo—. Lo único que te pedí fue que te quedaras junto a María, era algo simple.

—¡Ya basta! Lo siento, ¿sí? —respondo perdiendo la paciencia. Él me observa con el ceño fruncido, como si se estuviera conteniendo para no gritarme—. Sí, fue una estupidez jugar con ustedes sólo para demostrar que las mujeres también podemos jugar, pero no puedes culparme por no conseguir la ayuda de Phill, eso es culpa tuya... ¿Dejar el futuro de un proyecto en manos de un partido de fútbol? Eres más idiota que yo —suelto enojada y él me observa con ambas cejas levantadas.

—No te olvides que este idiota será tu esposo —comenta molesto y puedo ver cómo se tensan sus músculos debajo de su camiseta de fútbol.

—Créeme que ya lo estoy asimilando —murmuro, aunque es una gran mentira porque no he asimilado ni un poco la idea de estar casada con un hombre que no amo y siendo tan joven.

—¿Cómo dijiste?

—No puedes culparme por no conseguir el trato con Phill.

—No sigas Dylan, estoy muy enojado y no quiero que seas mi blanco para despotricar —comenta caminando por la cocina como si estuviera buscando algo que hacer con las manos para no tenerlas alrededor de mi cuello.

Pongo los ojos en blanco con impotencia y salgo de la cocina. Suelto un suspiro y bajo corriendo las escaleras de emergencia. Puedo escuchar que Nicholas me llama, pero no me detengo. Alcanzo a Phill en la entrada del edificio, está conversando con Isaac y Ben.

—¡Señor Newman! —grito y los tres voltean a verme.

—¿Qué sucede señorita Hall? ¿Se encuentra bien?

—No puede negarse a ayudar a Nicholas por perder un partido de fútbol, creo que no está pensando con claridad —comento agitada. Él me mira con el ceño fruncido—. Nicholas no dejaría algo que le importa mucho en manos de una apuesta. Es una persona seria, lo juro. —Veo que parece dudar y lo tomo como una oportunidad para avanzar—. Acepte el trato con Nicholas y será el invitado de honor en mi fiesta de cumpleaños —añado de improvisto. Él mira desconcertado—. Dentro de dos semanas será mi fiesta de cumpleaños y me gustaría que una de las personas que tanto admira Nicholas, esté entre los presentes.

Mi problema favorito #1 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora