Capítulo 22

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Reproducir: I got you — Bebe Rexha / Skin — Rihanna

No me gusta. No me gusta. No me gusta. Tal vez si me lo repito varias veces durante el día me lo termine creyendo, pero algo me dice que no funcionará y es porque he utilizado este mantra todo el fin de semana. Tamborileo los dedos contra mi escritorio y trato de concentrarme en la clase de álgebra, aunque en lo único que puedo pensar es en ese par de ojos azules. Inhalo y exhalo unas tres veces para poder atender a la pizarra, estoy segura que el profesor me llamará la atención en cualquier momento. Tengo ese imán, que cuando no estoy prestando atención a clases, los profesores parecen recordar mi apellido para que resuelva la consigna de la pizarra. En cambio, cuando estoy completamente espabilada, recuerdan que tienen veinte alumnos más.

—¿Te sucede algo? —pregunta Delta tocándome el codo con su lápiz cuando el profesor se da vuelta para escribir en el pizarra.

—No, ¿por qué? —pregunto poniendo mi mejor expresión de inocencia, pero Delta me conoce lo suficiente como para no tragarse nada. Me mira con desconfianza y vuelve a sus anotaciones. Por dentro suelto un pequeño suspiro aliviada y vuelvo a flotar en mis pensamientos.

Media hora después, suena la campana y las tres salimos en dirección al árbol de siempre. Por suerte no me he cruzado con Frederick y Delta oyó el rumor que ya no vendrá por las instalaciones. Según los chismosos, sus padres hablaron esta mañana con el director para que reciba clases domiciliarias y virtuales. Yo no quiero creer en rumores, pero estoy un noventa por ciento segura que Nicholas no permitirá que se me vuelva a acercar. No pude sacarle información a María ni el domingo, ni hoy a la mañana e incluso utilicé a César para que me ayudara como chivo expiatorio. Ni siquiera pude sonsacarle información sobre Energy Central, lo único que conseguí fue que Nicholas organizara una guía turística para mis amigas y yo, a la salida del instituto. Ellas todavía no saben la sorpresa y mucho menos que Nicholas es el dueño.

—Estás rara —comenta América mirándose la uñas después de la última hora de clase—. ¿Por qué tan callada toda la mañana? —inquiere con voz cantarina.

—¿Yo? Deliras Amy —comento resoplando y cuando levanto la vista noto que Delta y ella intercambian miradas—. ¿Y ahora qué les pasa?

—Suéltalo —ordena Delta.

—Está bien, les tengo que contar algo...

—Menos drama y más acción —exclama América subiendo y bajando las cejas—. Si no lo sueltas ahora te lo saco a arañazos y este fin de semana me hice la manicura, así que mis garritas están sin estrenar —comenta mostrándome las uñas color carmín.

—Hoy vamos a ir a una guía turística por las instalaciones de Energy Central —informo emocionada y omitiendo detalles. América chilla al instante que me escucha.

—¿No me digas que lo conseguiste? —pregunta Delta sorprendida. Asiento.

—¡Feliz cumpleaños, Amy! —digo al unísono con Delta.

América aplaude de felicidad y entonces vamos en busca de Aria, que los lunes a la última hora tiene junta con el equipo periodístico. La encontramos cerrando la puerta del salón y colmada de carpetas, por suerte la está ayudando el mejor amigo de Freddy. El rostro de Aria es un poema cuando se cruza con su amor platónico y se le nota a leguas que se derrite por ese chico. Su rubor se expande por toda la cara y si no fuera por su cabello largo negro azabache cubriéndole las mejillas como una cascada de petróleo, él se daría cuenta que tiene los nervios de punta cuando se le acerca. Pero por suerte Aria tiene la excusa de ser una persona nerviosa y tímida, así que el muy lelo seguro cree que es algo normal en ella.

Mi problema favorito #1 [EN EDICIÓN]Where stories live. Discover now