Capítulo 19

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Me sorprendía cómo las personas todavía lo respetaban. Un ser ruin como él no merecía absolutamente nada. Pero cuando lo despedí supe algo terrible... Yo también era despreciable.

- A todas aquellas aves, Nathaniel Proulx.

Han pasado varios días desde que conocí a la familia de Nicholas y todavía no puedo creerlo, no sólo el hecho de que tenga parientes sino que se comporte de una manera totalmente opuesta cuando está rodeando de personas que son parte de su vida. No creí incluso que le gustaran los niños, pero al recordar cómo jugaba con Aaron y la pequeña Lydia, me hizo preguntarme cuántos matices podría llegar a tener ese hombre. Desde entonces no nos hemos cruzado, según escuché decir a María, está muy ocupado porque se acerca un evento importante. Por suerte yo también estuve ocupada, ayudando a organizar el cumpleaños de América y tratando de conseguir el regalo perfecto para una mujer que lo tiene casi todo. Delta me encomendó esa tarea y la verdad soy pésima eligiendo regalos, me frustro porque siempre quiero elegir algo que represente a la persona y que sea único, pero termino comprando una taza con su nombre. Para el primer año de amistad es genial, pero después de casi quince años siendo amigas, tengo que esmerarme un poco más.

-¿Y ya conseguiste el regalo? -pregunta María mientras estamos en la cocina. César está del otro lado de la mesa, repasando los ejercicios de biología que le dejé.

Asiento mientras termino de comer el último bocado de mi trozo de carne con papas. Muevo el mouse inalámbrico mientras me chupo los dedos aceitosos y doy doble clic en la imagen. Es un bolso de la tienda online de Gucci. Giro la computadora y se la muestro. Ella arruga la nariz, igual que las otras cincuenta veces que le mostré un posible regalo para América.

-Me rindo -suelto frustrada y apoyando mi frente en el teclado.

-Piensa en qué podría necesitar tu amiga -sugiere María como si me alcanzara una brillante idea y la verdad es que lo vengo pensando desde que Delta decretó que seré la amiga que comprará el regalo. Desde entonces no he hecho otra cosa que pensar en qué podría necesitar Amy.

Me rindo luego de un extenso suspiro y me pongo a hacer la tarea que me dio Aria, porque esa mujer no se da por vencida con Roger Newman. Abro una nueva ventana en el navegador y me pongo a buscar información necesaria para acercarnos al político que tanto se hace desear. Encuentro una nota de un diario online que no tiene muchos seguidores. En ella se habla sobre el rumor entre Newman y la empresa Energy Central, pero el periodista no ahonda mucho en el tema, sólo se dedica a comentar como si fuera un chisme de barrio. Entro a la página de la empresa para ver si puedo buscar algo por ahí, aunque sé que sólo encontraré datos random que Aria ya conoce. Entonces un cartel enorme en verde y letras en blanco me recibe. "GUÍA TURÍSTICA POR LAS INSTALACIONES DE ENERGY CENTRAL", se lee en letras grandes y doy clic sumergida en la curiosidad. Automáticamente se abre una ventana con una imagen detallada sobre los datos necesarios que hay que dejar para ganarse un recorrido por las instalaciones de la empresa, con un almuerzo y regalos incluidos. Es estúpido porque no creo que alguien esté interesado en recorrer una empresa que no ofrece cosas más llamativas, pienso pero entonces mágicamente aparece una conversación telefónica que tuve una vez con América a las tres de la mañana cuando Matt la dejó y ella necesitaba una oreja. Recuerdo vagamente que, entre sollozos, me decía que no podía esperar al día en el que una empresa la contratara por sus ideas para demostrarle a su ex que no era sólo una cara bonita.

Yo soy más que eso y se lo tengo que demostrar al idiota de Matt, a la superficial de mi madre... Incluso a todos los que me ven como una barbie rubia y tonta, vociferó cuando comencé a quedarme dormida.

Mi problema favorito #1 [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora