Mi problema favorito #1 [EN EDICIÓN]

Capítulo 18

Reproducir: Rock Bottom — Hailee Steinfeld, DNCE.

Me meto en mi habitación y doy un portazo. De repente todas las respuestas inteligentes aparecen en mi mente y me molesta que vean con efecto retardado cuando la discusión ya terminó. Nicholas me ha dejado como una tonta otra vez, pienso frustrada. Lo único que pienso en este momento es en asesinar a Nicholas por arruinarme la vida, por controlar todo como si el mundo fuera suyo. Por mi mente aparecen todas esas veces en las que me encerré a llorar porque ningún chico quería ir más allá de una simple cita, los momentos en los que me culpé por ser un problema y darle la razón a mis padres al respecto. Me siento en mi cama, frustrada y ahogo gritos en la almohada. Estoy sola en esto y ni mis propios padres van a estar de mi lado si quiero huir de Nicholas para tener una vida normal, pero sin embargo no puedo evitar pensar algún plan para deshacerme de él. Pienso huir, como sea, pero lo haré. No sólo me cansé de vivir encerrada con un hombre que controla mi vida como si fuera el director de una obra, sino que ya no soporto estar con el corazón a punto de salirse de mi sistema porque constantemente el peligro me rodea. Amenazas de bombas, intentos de secuestro, personal de seguridad que se han convertido en mi sombra y aprender defensa personal para estar preparada las veinticuatro horas del día porque uno nunca sabe si van a entrar a mi habitación y desmayarme con un pañuelo repleto de cloroformo. Quiero vivir lo que una adolescente normal vive en su último año de secundaria. Quiero salir con mis amigas, ayudarlas con sus causas para mejorar el mundo y fallar en el intento, escaparme de casa los fines de semana para entrar a un club con identificación falsa, estudiar hasta que mis pestañas se quemen para tener una beca asegurada y lo más importante, salir con todos los chicos que quiera aún arriesgándome a que me rompan el corazón.

Ya está decidido, planeo pedirle ayuda a Frederick o a mis amigas para que puedan hablar con sus padres... Tal vez Aria conozca a alguien del gobierno o quizá yo pueda convencer al padre de Bryanna para que me libere de todo esto. Voy a justar dinero para huir lejos de todos y empezar una nueva vida y ya no dependeré de nadie más, aunque todo esto signifique abandonar mi sueño de un título en Stanford.

Las horas pasan y lo único que puedo hacer es adelantar trabajos del instituto, aunque mi mente no deja de planear las formas de escapar o en los diferentes métodos de tortura que puedo utilizar en Nicholas. Cuando por mi mente aparece la idea de asesinarlo, me obligo acabar con todo esto y me meto en la ducha. Pongo música para ocupar mi mente en las letras de las canciones y canto a todo pulmón los estribillos. Luego de media hora, salgo con una toalla envuelta en mi cuerpo y otra en mi cabello. Comienzo a vestirme y cuando empiezo a secarme el cabello, mi celular comienza a sonar con la canción de América, de repente odio a Shania Twain.

—¿Hola? —atiendo poniendo el celular entre mi oreja y el hombro.

—¿Te encuentras bien? —pregunta mi amiga asustada—. Recién puedo llamarte. Te juro que cuando nos enteramos que te habías ido porque la bomba era por ti, creí que me daría un ataque de pánico —comenta aceleradamente y casi sin respirar.

—Tranquila, estoy bien —respondo y no quiero hablar al respecto porque eso sería escarbar en todo lo malo que me está pasando desde que mi padre decidió que valía más el dinero y su vida que su hija.

—Tuvimos que hacer de todo para que Aria no sospechara, pero sabes cómo es ella... Fue la que investigó y se enteró que había un rumor te involucraba —comenta y luego resopla—. Esa mujer es más desconfiada que la profesora de historia en los exámenes —se queja.

—¿Sospecha algo? —pregunto soltando la toalla y alarmándome.

—Es Aria, siempre sospecha... Pero por suerte pudimos convencerla de que nada tenía que ver contigo, que sólo era su paranoia —responde como restándole importancia.