¿DESTINADOS?

3.5K 436 38
                                    

Una mesa, cinco personas, dos betas, dos alfas y un omega, sentados comiendo o al menos eso intentaban, Masumi y su ingenio decidieron que era buena idea invitar a comer a Yuuri y a sus acompañantes, una linda pelirroja y un rubio que quería tragarse con la mirada a ambos alfas, mientras Víctor aún negaba con la cabeza sabiendo que todo eso era un error.

-Muy bien, decidan que ordenarán y no se contengan, yo invito, mientras tanto Katsuki, acompañame iremos a buscar algo para beber- el rubio literalmente saltó de su asiento al escuchar eso -¿Es una broma cierto? No dejaré que vayan solos-, todos excepto Víctor rieron al escuchar la amenazante voz del chico, aunque realmente no les importo -No tienes porque preocuparte, soy su doctor jamás lo lastimaría, además si es por lo que pienso, estoy consciente de lo que soy y siempre tomó mi medicamento, así que en un momento volvemos, tranquilo- sin más el castaño se llevó al japonés mientras los otros tres aguardaban en la mesa.

-Dime Katsuki, ¿como te has sentido?-

-Por favor, llámame Yuuri- el mayor accedió con una sonrisa -He estado bien, mis amigos me han llevado a todos los lugares que no conozco y cuidan de mi, he comido y dormido bien, así que no hay de que preocuparse- el chico era realmente de admirarse, había llevado una gran parte de su vida encerrado en el hospital debatiéndose entre la vida y la muerte, más sin embargo jamás borraba aquella sonrisa de su rostro -Y tu celo ¿Volvio a la normalidad?- el azabache se sonrojó al escuchar aquellos y sin darse cuenta comenzó a juguetear con sus manos -S... Si, ya todo esta bien, yo... yo tomo mis supresores-

-Yuuri, no quiero molestar te con preguntas tontas pero ¿que ocurrió ese día? - sus rosadas mejillas se colorearon aún más y su mirada se puso vidriosa -Yo... Yo estaba en la habitación haciendo lo usual viendo por la ventana, cantando, de pronto llegó Víctor pero no parecía estar bien, comenzó a llorar y yo me acerqué a él para ayudarlo y él... él... - el azabache sentía el calor subir a su rostro y aquella sensación lo invadía nuevamente, llevó su mano al pecho y apretó levemente su playera -Yuuri ¿estas bien?- el castaño se preocupó al ver al chico llevar su mano al pecho pero una sonrisa por parte del chico le hizo calmarase -El me abrazó, yo... Yo sentí un ardor en mi pecho, me asuste por un momento, pero su abrazo era tan cálido, tan agradable y su aroma era muy relajante, pero después se separó y salió corriendo y yo... yo comencé a sentir me extraño.

¡Bingo! Víctor había hecho que el celo de Yuuri se adelantará, lo que debió haber pasado también en él, pero ¿Porque estaba tan tranquilo? ¿Sería que estaba tomando supresores? ¿O acaso su celo seguía reprimido; sin darse cuenta el mayor se había quedado serio preocupando al azabache -Doctor ¿esta bien?-

-¿Eh? Sí Yuuri no te preocupes, es sólo que estaba pensando en Víctor, sabes él paso por una situación muy difícil y ahora tiene serios problemas de depresión, trata de ocultarlo pero eso lo corroe por dentro... me gustaría que llegara a conocer un amigo, alguien alegre y sincero como tú- tal vez era un truco sucio y absurdo pero debía intentarlo, tal vez Yuuri podría ayudar a sacar a Víctor del pozo en el que esta. El chico se quedo serio, lo que el doctor le había confiado era algo triste, el lo sabía mejor que nadie, había pasado algunos años hundido en la depresión y era algo que no le desearía a nadie -Do... Doctor si usted gusta yo, yo puedo ayudarle, no se me da mucho el hacer amigos, así que tengo muy pocos, pero puedo hacer lo, quisiera ayudar lo- el mayor sonrió al notar la disposición del chico, sabía que el podría ayudarlo.

-¡oh rayos! Yuuri olvide mi cartera, ¿podrías esperar un momento? Ire por ella y vuelvo en un segundo-

-Claro, no se preocupe- el azabache asintió con una sonrisa.

El castaño caminó en dirección hacia la mesa sacando su billetera y poniendo una cara de ligero disgusto, el plan era que cierto peliplateado fuera a entregársela con la excusa de que él no podría debido a una emergencia así que era hora de actuar

ENTRELAZADOSWhere stories live. Discover now