FUGA

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—¿qué vaya por ti? Yu-Yuuri, no estoy entendiendo— sintió un temblor en sus piernas al escuchar la voz del omega diciéndole eso ¿algo había pasado? —Lo he decidido, voy a fugarme contigo.

—¿de que éstas hablando? Tu padre va a matarnos a ambos si haces algo así.

—acaso... ¿Ya no me quieres?

—¿quererte? Yuuri, te adoro, eres mi mundo, uno que busco proteger a toda costa, es por eso que estoy preocupado— no mentiría si decía que moría por ir en ese preciso momento y llevarlo consigo a cualquier lugar de este planeta donde nadie pudiera evitar que se amarán

—entonces... ¿Lo harás?— su voz era temblorosa, frágil, como si fuera a romperse en cualquier momento al escuchar su respuesta, suspiro para después llevar sus cabellos hacía atrás y sonreír de manera boba —¿cuál es tu plan?— ahora no solo su voz temblaba, lo hacían también sus manos, su corazón se había alocado que incluso se sintió asustado por un segundo —En una hora papá y Marie se irán a trabajar, mamá siempre aprovecha para salir a hacer compras y yo voy con ella, pero hoy no, así que tienes una hora para venir— quién diría que ese inocente omega podía maquilar un plan así, pero lo hizo y el realmente estaba agradecido por ello, sabía que era peligroso, pero que importaba con tal de estar a lado de su otro yo.

—No creo que sea buena idea que llegue a tu casa, así que te veré a la vuelta de la esquina y Yuuri... Te amo— sin saber lo pero sintiéndolo ambos sonrieron al sentir un poco más de calma, al saber que estaban un poco más cerca de estar juntos, de ser uno mismo nuevamente.

Tan pronto terminó aquella llamada Yuuri corrió a su pequeño closet y tomó algunas prendas, algunos papeles y una pequeña caja que estaba en su escritorio —Lo siento mamá, pero esto es algo que debo hacer— dejó su celular en la mesa de noche junto un nota, no podía llevar su celular con él, sabía que sería bombardeado con miles de llamadas de su padre, ya hablaría con él cuando las cosas se calmaran. Apenas y tocó la perilla de la puerta sintió aquella punzada de duda, una vez más las inseguridades le atacaban, ¿era correcto lo que estaba apunto de hacer? ¿Todo estaría bien después de cruzar esa puerta? ¿Y si no era así? ¿Y si Víctor no era lo que imaginaba? —¡N-no!— debía detener todos esos pensamientos pesimistas, debía confiar en si mismo y en Víctor, ahora el sería su familia.

Salió rápidamente de la casa, sintiéndose como un niño temeroso de ser atrapado, pero no importaba, vería a Víctor, estaría por fin con él. Tocó suavemente el vendaje en su cuello sabiendo que debajo de este estaba su marca, la marca que lo unía a Víctor para siempre, la marca que mostraba que lo había elegido, porque ellos eran destinados ¿o no?, La marca fue hecha en un ataque de deseo por parte del alfa ¿y si en realidad el no deseaba marcarlo? Tal vez solo se estaba haciendo responsable por su error, tal vez al llegar a esa esquina no encontraría a nadie y debería volver a casa de sus padres con su corazón herido y destrozado.

 Tocó suavemente el vendaje en su cuello sabiendo que debajo de este estaba su marca, la marca que lo unía a Víctor para siempre, la marca que mostraba que lo había elegido, porque ellos eran destinados ¿o no?, La marca fue hecha en un ataque de d...

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Llevó su mano a su pecho que se agitaba rápidamente. Él había pasado prácticamente toda su vida en aquel hospital, nunca había tenido pareja, era nuevo en el arte del amor ¿cómo podía estar seguro de que todo lo que pasaba era correcto?. Sacudió su cabeza intentando disipar todo lo que nublaba su mente, casi llegaba al punto de encuentro, miró con detenimiento y ahí estaba él, sentado en una banca observando ansiosamente su reloj, contando cada maldito segundo que seguía alejado de su omega. Yuuri se escondió detrás de un árbol, observando cada detalle de su rostro, notando como le buscaba con la mirada, como jugaba con sus temblorosas manos y el movimiento incesante en su pierna.

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