ENTRELAZADOS

AMAR

—Yo... sin importar lo que decidas, juro que siempre estaré bien mientras tu estés bien, creo que esa es la manera en que debemos mostrar amor, ver a nuestro ser querido siendo feliz donde y con quien sea ¿no crees Víctor? —

—Yusuke... Yo, puede que creas que te olvide pero...

—Se que no es así, pero debes continuar tu camino aún si yo no estoy en él.

Aquella suave sonrisa hizo que su corazón palpitara con fuerza, mientras sus ojos comenzaban a abrirse lentamente dando paso a una nueva mañana. Hacía mucho que no soñaba con él, y menos de una manera tan agradable, tal vez era su subconsciente que sabía que necesitaba escuchar eso, pero aquella imagen de Yusuke era tan real, tan cálida y perfecta, que le sorprendía que fuera su propia mente quien la hubiera creado. Sonrió tranquilamente girandose con suavidad para encontrar a Yuuri durmiendo plácidamente, su Yuuri, con su hermosa piel, sus rosadas y bellas mejillas que se sonrojaban con facilidad —Mi Yuuri — el omega abrió sus ojos sonriendole al alfa creando así una perfecta escena que fue bruscamente interrumpida por una extraña cara de Yuuri quien se levantó corriendo hacia el cuarto de baño.

—¿Yuuri? ¿Estas bien cielo?—

Yuuri conocía de primera mano esa horrible sensación, como su estómago se revolvía por completo buscando vaciarse a pesar de no contener nada, eso sólo daba paso al maldito ácido estomacal que causaba aún más asco y le hacia vomitar aún más. —¿cariño que ocurre? ¿Te sientes mal?— el azabache bajo la palanca y rápidamente fue al lavamanos a lavar su cara y su boca para después salir a calmar a su pareja —Siento mucho si te asuste, algunos de mis medicamentos causan náuseas y vómito, estoy acostumbrado a que pase, pero jamás a la sensación— Víctor se colocó frente a él y le abrazó con delicadeza —Debemos hablar con Masumi, debe haber otros medicamentos que tengan menos efectos secundarios o que no sean tan drásticos para ti, aunque para ser sincero nunca te había visto así— el contrario con sus mejillas sonrojadas bajo su mirada —No es algo que me gustaría que vieras, creo que rompería el encanto.

—¿De que ha las Yuuri? Tú eres mi pareja, así que que quiero conocer todo de ti, además, ¿como podré ayudarte si no se que tienes? Lo mejor sería que estudiará también otra especialidad para poder ayudarte.

—¡No lo hagas! No quiero causar más molestias de las que ya causo— el alfa sonrió mientras acariciaba los sedoso cabellos contrarios —Basta Yuuri, para eso estoy yo, para preocuparme por ti, para cuidarte y protegerte, y nada me haría sentir más feliz que tu me digas todo lo que ocurre— se separó de él y tomó su rostros con ambas manos —Tu solo ámame y yo me encargaré de lo demás.

Después de sus muestras de cariño tuvieron un agradable desayuno acompañado de risas e ideas que inundaban ambas cabezas, ideas que debían unirse para dar paso a su nuevo futuro.

—Creo que deberíamos hacer una limpieza, hay muchas cosas que debemos organizar en la casa ahora que estaremos juntos los dos— el ruso sentía que aquella escena era digna de ser retratada, ambos sentados en la mesa lado a lado, con su adorable caniche acostado a sus pies meneando con felicidad su cola, ¿que más podía pedir? —Creo que es buena idea, pero hay otra cosa más que debemos arreglar — el nipon bajo los palillos y miro con seriedad a su pareja —No podemos simplemente escondernos y ya, debemos...— apretó sus puños mientras un temblor se expandía por su cuerpo —Debemos hablar con mis padres, no... No quiero que tengan una mala impresión de lo que en realidad sucedió, no quiero que te odien.

—Mamá, ¿crees que algún día pueda enamorarme? — era la pregunta de un pequeño Yuuri de dieciocho años que estaba a la espera de por fin entrar a quirofano, un Yuuri que por fin tendría una segunda oportunidad —Claro que si Yuuri, ¿por qué me preguntas eso?— el apenado azabache desvió ligeramente su mirada mientras que llevaba su diestra a su pecho —Por qué... Porque mi corazón no sirve y en las películas lo dicen, "debes amar con todo tu corazón" ¿como podría hacerlo yo si mi corazón no sirve? — era normal que las cristalinas lágrimas de la madre y el hijo brotaran amargamente en ese momento de tanta expectativa —¡Claro que si mi niño! Claro que si...

La operación era complicada, tratarían de arreglar el problema que había en su corazón, pero no era seguro, aún había un margen que los doctores no podían pasar, pero ese día ellos lo intentarian —Tranquilo Yuuri, saldrás bien y podrás conocer a alguien a quien amarás y también te amara a ti, todo estará bien, te lo prometo. Te amo— con esas dulces palabras la valiente madre dejaba a su hijo marchar al quirofano.

Habían sido ocho largas horas, pero los doctores tenían un buen presentimiento en ese momento, todo había salido de maravilla, pero su felicidad se volvió tristeza cuando a los dos meses el azabache tuvo otro paro cardíaco justo frente a su médico, aquello lo había dejado tan débil que sugirieron permaneciera en coma por un mes para que el pudiera reunir fuerza y seguir librando aquella batalla por su vida.

—Lo siento mucho señor y señora Katsuki, creímos que Yuuri estaría bien pero... Yo... Les fallé — el castaño apretó sus puños y sus labios intentando desesperadamente no mostrar lo afectado que se encontraba —Doctor no se preocupe, no es su culpa lo que ocurrió, además entendemos lo que sucede y se lo agradecemos, si Yuuri no despierta, él... Al menos pudo amarlo usted.

Hola mis estimad@s y querid@s lector@s, agradezco muchísimo su apoyo y que sigan aún aquí esperando y disfrutando de esta historia, me siento mal por haber tardado tanto pero entre trabajo y otras cosas no había logrado lo que quería pero al fin aquí esta!

Espero que disfruten el capítulo, como siempre les agradezco cada vista, boto y comentario, de verdad me animan mucho, así que que sin mas disfruten y nos leemos a la próxima.