PARÉNTESIS

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Una mañana más, la luz entraba a través de las gruesas cortinas impactando en sus ojos aún cerrados, pero aún así no los abría, fue hasta que el sonido de su celular le hizo abrirlos mostrando también un rostro que reflejaba sus pocas ganas de despertar. Observó en la pantalla "Katsuki Toshiya" y con un gestó de desaprobación dejó el aparato nuevamente en la mesa de noche para después cubrir su rostro con la almohada —No puede ser... Son las seis de la mañana... ¡Dios! ¿Ese hombre no descansa?— quitó la almohada y restregó su rostro con ambas manos para después levantarse —Maldita seas Víctor.

Había pasado tan solo una semana de la fuga de Yuuri con Víctor y las consecuencias no se harían esperar, así que tan pronto notaron la ausencia del omega y a falta de información del alfa fueron al único lugar donde podrían llegar a coincidir... El consultorio de Masumi. Cada día era lo mismo, llamadas e incluso visitas que se extendían, cosa que Masumi odiaba, le molestaba no poder atender a sus pacientes adecuadamente, pero le había prometido a la pareja que no diría donde estaban y solo les diría que estaban bien, aún que si hubiera imaginado que las cosas terminarían de esa manera seguramente hubiera dicho que no.

Apenas iba comenzando su mañana, no tan tranquila como hubiera deseado, podía escuchar el sonido de su celular al vibrar, no podía simplemente apagarlo así que no quedaba otra opción. Su rutina fue la de siempre, tomar un baño, cambiarse, desayunar e irse a trabajar. Condujo al trabajo por un camino diferente, sentía que necesitaba un cambio de aires, o al menos el llegar un poco más tarde, tal vez cua do llegase al hospital no se encontraría con algún miembro de la familia Katsuki.

Su celular comenzó a vibrar nuevamente, comenzaba a creer que sería buena idea simplemente deshacerse de el, trato de tomarlo para ver si no sería una emergencia, giro solo un segundo su vista del camino y al siguiente ya había una persona en medio de su camino. Frenó tan rápido cómo pudo pero él estaba demasiado cerca, cerró sus ojos al sentir el leve impacto de la persona contra su auto, apenas se detuvo por completo bajo a revisarlo, sentía que su cuerpo temblaba, sentía que el miedo y la culpa invadían su cuerpo, pero ¿que podía hacer? Se había atravesado de la nada, el semáforo aún tenía su luz en verde y las personas ya comenzaban a acercaban a ver.

Un chico rubio de cabello rizado yacia en el piso, para fortuna de todos el chico no estaba gravemente golpeado, Masumi no viaja a alta velocidad pero si le había arrojado al piso haciendo que tuviera diversos golpes en su cuerpo —No te muevas, soy doctor, dejame revisarte— el chico lucía confundido y volteaba a ver hacia ambos lados, como si le siguiesen, quiso ponerse de pie y rápidamente fue detenido por el alfa —No debes moverte, puedes estar lastimado— de la nada el joven le observo con sus ojos verde oliva y comenzó a llorar lanzándose sobre Masumi quien no procesaba lo que estaba ocurriendo —¿te duele algo? Dime por favor ¿que te sucede?.

Un chico rubio de cabello rizado yacia en el piso, para fortuna de todos el chico no estaba gravemente golpeado, Masumi no viaja a alta velocidad pero si le había arrojado al piso haciendo que tuviera diversos golpes en su cuerpo —No te muevas, so...

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El joven simplemente no se apartaba de Masumi, su cuerpo no dejaba de temblar mientras que seguía sollozando. Como era obvio una ambulancia llegó al lugar para atender al herido pero él, él se negaba siquiera a que se le acercarán, ¿cómo podían revisarlo? No quería que se acercarán a él, aunado a que no soltaba al castaño —Yo lo llevaré, no parece gravemente herido, pero así será más sencillo, además, debo dar mi declaración— el oficial que permanecía cerca aceptó con la condición de seguirle hasta el hospital, cosa que para nada molestaba al alfa, al contrario le parecía mejor explicar las cosas mientras ambos estaban en el hospital.

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