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Jimin arrojó los platillos plásticos y demás recipientes de forma violenta en el fregadero.

Su novio se rehusaba a contestarle.

Las visitas se habían marchado hacía más de treinta minutos, y él todavía intentaba recuperar el orden en su hogar. Sobre todo, el orden en su vida amorosa.

Jungkook había salido a "buscar a Taehyung" y no parecía dispuesto a volver. ¿Qué se supone que debía pensar?

Tras dejarlo todo sucio, se encaminó a su cuarto, subiendo las escaleras al final del pasillo de la izquierda de la entrada principal. Los bancos y sillones estaban en su lugar, el piso estaba parcialmente limpio tras haber barrido un poco.

Al revisar el teléfono una última vez, sin ver novedades, lo arrojó sobre la cama recién hecha, con ira.

Su novio debía estar allí, con él. No con Kim Taehyung.

Jeon Jungkook jamás abandonaba a sus amigos para huir desesperadamente por alguien más, a no ser que ese alguien fuera su novio.

Y el rubio de ojos claros no era su novio.

El pelinegro peinó su cabello hacia atrás, comprendiendo que estaba empezando a exagerarlo todo.

Un espejo que mostraba su cuerpo hasta la cadera estaba en una mesada, frente a la cama. La habitación de Park Jimin tenía paredes en color amarillo claro, con muebles blancos, sábanas blancas, y un pequeño hilo de delgadas y brillantes lámparas en forma esférica decorando el espejo, también blancas.

El estudiante de exactas se miró detenidamente un momento, respirando hondo. Se reprendió mentalmente a sí mismo.

Lo importante era que el menor le había indicado que se encontraba bien, y que en la mañana vendría a verlo.

—Está bien ¿cierto? —preguntó en voz alta—. No significa que en este momento, esté con Taehyung. Talvez volvió a su hogar —se miró fijamente en el vidrio—. Deja de pensar idioteces, Jimin.

En ese preciso instante, el timbre sonó. Jimin se sobresaltó. ¿Visitas a esta hora?
Bajó las escaleras sin dejar de mirar hacia la puerta.

—¿Dulzura? —levantó la voz, para comprobar si su novio respondía.

Nada.

Terminó por llegar hasta la entrada, y al abrir, se topó con una desagradable sorpresa.

—Hoseok —lo llamó, retrayéndose—. ¿Qué te pasó en la nariz? —El pelirrojo exhibía una venda, y cinta médica, como si la tuviese rota.

—¿Estás solo? —el mayor lo miró fijamente.

—¿A qué has venido?

—Tenemos que hablar, Jimin. Déjame entrar.

Hoseok siempre era así. En raras ocasiones preguntaba o pedía opinión, era más bien autoritario.

—Puedes regresar por donde viniste —el pelinegro se colocó tras la puerta, listo para cerrarla.

—Es sobre tu novio. Jungkook.

El semblante del menor cambió por completo.
—¿Qué pasó con él?, ¿¡Dónde está!? ¿¡¡Qué le hiciste!!? —su tono fue aumentando gradualmente, volviéndose presa del pánico.

—Tranquilo Minnie. No le hice nada, está bien... Déjame pasar, hace frío, maldición.

El menor dudó un momento, antes de finalmente permitirle entrar.

Hoseok y él llevaban tiempo sin tener una conversación amigable. Intercambiaban unas cortas y ásperas frases a modo de "saludo" cuando se cruzaban en la universidad, pero eso era todo.

Find Me [◇TaeJin/JinTae◇]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum