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—¿En...? —Seokjin ni siquiera pudo repetir lo que acababa de escuchar.

Jimin presionó los labios como si eso le ayudara a no apartar su mirada de la de él. La manera en que su amigo lo observó bastó para que se arrepintiera de habérselo dicho.

Para Seokjin, lo peor que pudo haber escuchado fue que su mejor amigo estaba atrapado en esa dimensión, donde lo obligarían a actuar como un Reparador. Desvió su mirada hacia el suelo, el nudo en su garganta le quitó el habla. Sus esperanzas de encontrarlo sano y salvo se derrumbaron rasgándole el pecho. Hubiera preferido mil y un veces que Namjoon pudiera descansar en paz.

—Hyung, lo siento mucho —se disculpó el menor, volviendo a llorar—. Pero él es fuerte, ¿sabes? —intentó sonreír—. Sé que despertará. Y todos estaremos para él cuando suceda.

El castaño sabía que no era algo tan sencillo. Tampoco contaba con demasiada información al respecto, quizás Joonie tenía oportunidad. Claro que podría tenerla. "La tiene" se repitió mientras se limpiaba el rostro.

El rubio se acercó a él lo suficiente para volver a abrazarlo.
—Pensé que no volvería a verte —admitió, aferrándose a sus hombros—, porque cuando me dijeron eso acerca de él, y luego supe que estabas inconsciente... ¡Me asusté tanto! —sollozó—. Ustedes son mis amigos. Los que estuvieron siempre, siempre a mi lado. ¿Tienes idea lo horrible que es saber de un momento a otro que las personas que amas están en peligro de muerte?... Espero que nunca tengas que vivirlo. Es muy doloroso —hundió el rostro contra la bata blanca que vestía.

Jin solo pudo sostenerlo en silencio. En realidad, entendía perfectamente el dolor del que hablaba Jimin.

Era sábado en la noche. Apenas habían transcurrido cinco días desde el accidente.

El rubio pudo dar con el hospital en donde estaba Namjoon tras recorrer casi toda la ciudad. Se refugió en Ami cuando entendió que uno de sus amigos más preciados estaba en coma, y volvió a hacerlo al saber que Seokjin seguía inconsciente cuando todavía era martes en la tarde. La impotencia, la desesperación, el dolor, todo lo golpeó tan fuerte y sorpresivamente, que se sintió incapaz de soportar la situación.

Ami entonces entendió que el lado más vulnerable de Jimin salía a flote por sus seres queridos. Acompañó a su novio durante la búsqueda por todos los centros de salud de la ciudad y las periferias, hasta que pudo dar con Kim Namjoon, y luego con Kim Seokjin. Estuvo a su lado intentando calmar sus sollozos, preparó para él numerosas bebidas de hiervas tranquilizantes que lo ayudaron a dormir. Jimin pudo sentirse mucho más contenido gracias a ella.

—Todo es un caos —dijo cuando estuvo recostado a su lado, en la camilla—. Todos los centros de salud, clínicas, hospitales y sanatorios están desbordados de gente —le informó al mayor, mientras sostenía una de sus manos, con la cabeza ligeramente apoyada en uno de sus hombros—. Sólo el martes en la noche terminaron el operativo de rescate. Muchas personas murieron.

—¿Qué tan terrible es el número? —quiso saber Seokjin.

—Sólo diré que es un número bastante alto. Mucho más de lo que pudimos imaginar la mayoría. Pero Seúl es muy grande, hyung. Y un lunes... Cuando es día laborable, y se dictan clases con normalidad... Seis de la tarde, horario en el que la mayoría acaba su jornada. Los niños cargan sus mochilas y suben para regresar a casa... —lo miró un momento—. Creo que no es necesario mencionar nada más —El castaño podía entenderlo. Él mismo logró verlo con sus propios ojos antes de abordar, el número impresionante de personas que subían. La diversidad de rostros, edades y ocupaciones. Su vagón iba repleto, pero un tren se componía de muchos vagones. Él realmente podía entenderlo—. En este momento las dudas continúan. No se sabe qué pudo ocasionarlo, la compañía ferrocarril mencionó una falla en el sistema de respuesta. Algo sobre que el conductor no pudo detenerlo... Él no sobrevivió, ni tampoco quienes iban a bordo del último vagón del otro tren, la formación impactó con una que ya estaba detenida en la estación —comentó, con una mirada sombría—. Yo, uhm... N-nunca creí que el acero pudiera doblarse, plegarse como si fuera una hoja de papel -dijo mientras miraba un punto fijo de la habitación—. Incluso p-personas que ni siquiera estaban en el tren, sino en la plataforma, esperando abordar... Terminaron muriendo.

Find Me [◇TaeJin/JinTae◇]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora