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—Lo siento mucho, Seokjin —Suga utilizó esa voz llena de compasión que no muy a menudo podía oírse.

El castaño todavía se sentía aturdido. No había tocado el desayuno que tenía servido, y los ojos se le aguaron.

Martes, 9:17 AM

Lo que tanto había impresionado al mayor, era que al llamar a casa y mantener una conversación medianamente normal con su padre, pidió hablar con su madre, recibiendo la pregunta de si había olvidado que llevaba más de dos años fallecida.

Su madre no estaba viva en ésta nueva realidad. Y aunque Seokjin sabía de sobra que en su mundo la mujer que le dio la vida estaba felizmente casada con su marido, la noticia no dejaba de afectarlo. Se trataba de su madre, después de todo.

Al quedarse mudo en el teléfono, Suga le indicó que se despidiera pronto, para no llamar más la atención del señor Kim. Así, Seokjin se apresuró a darle las gracias por todo, a pedirle perdón por sus errores, decirle que había sido un padre increíble, y que lo amaba muchísimo. Cada vez que el castaño se ponía nervioso, tendía a hablar más rápido de lo normal y parecía que las palabras peleaban entre ellas para poder salir de sus labios, por lo que a veces terminaban desordenadas y desprolijas, pero el mensaje todavía podía entenderse.

Finalizó la llamada, y se quedó mirando fijamente hacia la alfombra, en silencio.

Suga pudo oírlo todo, pero no esperaba que a su anomalía le costase tanto asimilar aquella noticia. Presionó los labios y permaneció con la vista baja. Quizás estaba exigiéndole demasiado, después de todo, Seokjin no lucía del todo bien últimamente.

—Te daré un momento a solas —anunció alejándose en dirección al pasillo.

No obtuvo ninguna respuesta.
Sintiéndose contagiado por la tristeza, se dejó caer en la cama del mayor, desanimado. Exhaló un suspiro largo.

"¿Por qué seguimos en el mismo punto?" se preguntó. Y es que no habían avanzado absolutamente nada.

Seokjin pudo preguntarle a su padre por Kim Namjoon. Con un poco de insistencia y salteándose las demás preguntas, consiguió que finalmente le respondiera que no conocía al muchacho del que hablaba.

El intento de empezar por su hermano fue un fracaso porque aparentemente, el número que tenía no era el actual. Figuraba como desactivado. Decidieron que probarían contactarlo por las redes sociales antes de llamar a la casa de los Kim, llevándose la noticia más desagradable del día.

Suga miraba al techo.

Si la persona requerida no estaba entre los vínculos más cercanos de la anomalía, eso solo podía significar que se trataba de un desconocido. Y el de cabello azul ya estaba contemplando las tres posibilidades con mucho cuidado. 

Para poder dar con el paciente, si es que Namjoon era uno, no podrían encontrarlo fácilmente, las herramientas serían indispensables. Para el caso de la figura pública era más sencillo, pero por alguna razón, el nombre de Kim Namjoon no figuraba en ningún lugar "público". ¿Un político, un empresario? Nuevamente necesitaría de algo más que una computadora y un par de horas en la calle.

Si se trataba de alguien con una nueva identidad, entonces era inútil seguir indagando por llamados telefónicos en el ámbito familiar.

La proximidad perdía fuerza en el caso de la anomalía Kim Seokjin.

Suga se sorprendió cuando escuchó que el mayor estaba entrando a la habitación, con un semblante que parecía demostrar más resignación que calma, como si ya hubiese pasado el trago amargo.

Find Me [◇TaeJin/JinTae◇]Where stories live. Discover now