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—¿De verdad estás aquí? —preguntó el castaño al ver sus brillantes ojitos mieles centrarse en él.
Seokjin despertó con un maremoto de emociones, el cual se hallaba en su punto más catastrófico apenas divisó al menor recostado a su lado, en la camilla donde estaba. Taehyung le regaló una enorme sonrisa mientras acariciaba su cabello con delicadeza—. No lo estás, ¿cierto? —dijo ahora, conteniendo las lágrimas.

—¿Qué te hace pensar eso? —contrapuso el rubito, divertido.

—¿Por qué estarías aquí? Es decir, en este hospital. Sin heridas, sin nadie más que nosotros dos. ¿Cómo entraste?

—Es un hospital, no una prisión. No necesito burlar a ningún guardia, Jinnie —respondió volviendo a acariciarlo, esta vez en una mejilla.

Seokjin presionó los ojos con fuerza, a sabiendas de que no era más que otra de sus ilusiones. Quizás estaba profundamente dormido, aun si el escenario era una copia exacta del real.

—¿Y cómo es que sobreviviste a ese accidente y no estás internado también?

—Aquí estoy a salvo. Ambos lo estamos —aseguró con una voz apacible.

—Mientes. Kim Taehyung y yo no somos novios. Apenas si- apenas si nos conocemos —replicó, con los ojos grises vidriosos—. ¿Quién está haciendo esto?, ¿¡Mi mente!? — Contrario a él, el de cabello dorado se mantuvo imperturbable. Sin detener sus caricias, observó a Jin con una mirada llena de afecto. Su expresión de paz era bella, demasiado perfecta—. Ya entendí —intentó esta vez—, estoy muerto, ¿cierto? Por eso estamos juntos otra vez...

Tae largó una risa melódica que sólo produjo más lágrimas en Seokjin.
—Te amo, cielo —le dijo antes de besar su frente.

Despertó mareado. Incómodo, por dolores que parecieron reactivarse en su sistema nervioso de forma simultánea. Pestañeó algunas veces, y notó que seguía en el mismo cuarto de siempre. Y Taehyung no estaba a su lado.

Había sido otro de sus sueños.

Se quejó con un gruñido gutural que no pudo reprimir, y se ganó una mirada curiosa de la enfermera de uniforme rosa que estaba pasándole la medicación.

Mi Hwa escuchaba atentamente las explicaciones del doctor de cabecera de la familia Kim, ambos reunidos con el cirujano. Los tres adultos estaban fuera del cuarto de Seokjin.

Todo parecía indicar que Jin lograría recuperarse totalmente. Debía ser sometido a una cirugía más en la pierna derecha, pero su pronóstico era favorable. Desde donde estaba, la mujer podía ver a su hijo menor acomodándose en la camilla mientras intercambiaba unas pocas palabras con la enfermera. Tenía vendadas las manos hasta las muñecas, por heridas ocasionadas por cortes; la mitad de la cabeza también, cubriendo incluso su ojo izquierdo; lesiones menores en el rostro y los labios, y múltiples contusiones en el cuerpo, afortunadamente, ninguna interna. Le habían quitado el conducto que tenía en la garganta la noche anterior.

Había transcurrido un día completo desde que Seokjin pudo recobrar la consciencia.

Le explicaron su situación, hablándole muy poco sobre el accidente en sí. Su familia se encargó de trasladarlo del hospital donde fue asistido primeramente, hacia una clínica de mayor renombre. Todavía seguía en la ciudad, pero no por mucho. El matrimonio Kim contempló la decisión de llevarse a su hijo menor de vuelta a casa para completar allí su rehabilitación, proceso que desde luego sería tedioso. Aunque Jin estuviese totalmente en contra, no conseguiría oponerse a la voluntad de sus padres. Todavía dependía de ellos.

En su habitación no había televisor, ninguna forma de conexión con el mundo exterior, además de la vista que ofrecía una ventana.

Para el castaño, la sensación de visualizar el mundo simplemente con su ojo derecho, le resultó extrañamente familiar. No se había percatado de no estar usando ambos ojos cuando despertó. Su voz salía bastante rasposa por el efecto del desagradable tubo plástico, que afortunadamente ya no era necesario.

Find Me [◇TaeJin/JinTae◇]Where stories live. Discover now