~ 45 ~

3.1K 361 248
                                    

Despertó al momento de sentir movimientos bruscos. Miró a su lado, Seokjin parecía estar teniendo una pesadilla, por lo que no dudó en hablarle para despertarlo.

—Cariño... Jinnie —su voz profunda resonó en la habitación—. Cielo —tocó su brazo y sólo entonces obtuvo respuesta del mayor. Seokjin abrió los ojos, respirando agitado—. Sólo fue un mal sueño —le dijo acariciándolo con delicadeza.

Como si quisiera corroborarlo, el mayor se sentó en la cama mirando en todas direcciones.

Taehyung imitó su acción, y luego afirmó la cabeza contra uno de sus firmes hombros. Seokjin se sintió levemente más tranquilo al sentir su cercanía.

—Me pidió que te diera las gracias —susurró el rubio un momento después.

Seokjin se abrazó las piernas queriendo evitar volver a llorar. Era cierto. Suga no estaba con ellos, y no estaba con vida. No volvería a ver su llamativa cabellera azulada dormitando en el sofá de su sala. No volvería a escuchar su voz hablándole con sarcasmo, quejándose de las escenas empalagosas que debía presenciar, ni ningún consejo o explicación.

Estaba muerto. Y él era el responsable.

Pasó sus manos de forma nerviosa por su rostro, y Tae se acercó un poco más a su lado.

—¿Por qué tuvieron que hacer algo así? —preguntó el menor, dolido—. De haberlo sabido, no lo habría permitido...

—No sirve de nada lamentarnos. Está hecho.

Taehyung buscó con su mirada a su novio, aquello había salido de sus labios de forma brusca. El castaño miraba sus propias piernas, su voz salió firme, pero él lucía frágil. El rubito pasó una mano por su frente y luego por las finas hebras de color castaño en su flequillo, de forma afectuosa.

Un vaso con agua y azúcar estaba sobre la mesa de noche, casi vacío. Beberlo había ayudado a calmar al mayor, quién consiguió dormir un par de horas.

—¿Quieres hablar sobre esto? —le preguntó con gentileza.

Seokjin respondió negando con la cabeza.

Y Taehyung supo que no debía insistir.

—Necesito un momento a solas —habló cabizbajo.

—Claro —el menor se apresuró a salir de la cama. Se pasó una mano por la nuca, sintiéndose levemente frustrado al no poder ayudarle, y caminó hacia el pasillo sin dudar.

El reloj de pared marcaba las 16:38 PM.

Tae se sentó en el sofá, encogiendo las piernas. Ahora sus manos se quedaron sobre su frente. Faltaban poco más de veinticuatro horas para que Seokjin se marchara. Ellos tendrían que despedirse en la estación. La sola idea de tener que quedarse estático ante la partida del tren empezaba a hacer estragos en su pecho. No se sentía preparado. Sabía que debía, al menos, intentar aparentar lo contrario, o no conseguiría aliviar un poco el corazón angustiado de su novio.

Seokjin estaba en su límite. Había soportado demasiadas cosas en muy poco tiempo, Taehyung creía que necesitaría de muchísima ayuda a su regreso. Incluso talvez ayuda profesional. Por empezar, ya era bastante extraño que le pidiera estar a solas.

Pensándolo bien, seguramente no había nada que él pudiera hacer. Tae había pasado por muchas situaciones adversas, pero ninguna se comparaba a la de ver morir a un amigo. No podía ponerse en tal lugar, jamás comprendería lo que sentía Jin. Lo mínimo que podía hacer era darle espacio, aún si eso dolía. Tenía que dejar de ser egoísta, esto no se trataba sobre él. Probablemente todo habría sido diferente si se limitaban a aceptar lo que les tocaba. Suga merecía algo mejor que dar su vida por un jovencito tan inútil como él. Siempre igual, siempre creando problemas.

Find Me [◇TaeJin/JinTae◇]Where stories live. Discover now