U N O

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Llegamos al instituto cinco minutos antes de que las puertas se cerraran, al poner un pié dentro de las instalaciones comenzamos a caminar directo a nuestra aula en el segundo piso del primer edificio.
En las escaleras nos encontramos a Im Hayun, venía guardando unos cuadernos en su mochila y acomodaba bien las correas de esta. La cotilla del grupo, se enteraba de todo, a la por donde iba conocía gente de todo tipo sin que se supiera como se las había apañado, si había algo nuevo, ella era la primera en decirnos.

— Niñas buenos días ¿que hay? — soltó con algo de gracia en su voz.

El timbre sonó retumbando nuestros oídos, pero aún así nos quedamos en el pasillo de arriba platicando de nada interesante.

Jooheon y sus amigos nos pasaron de largo mientras platicaban animadamente y se adentraban al salón, de todos ellos el único que nos hablaba era Jackson, el bufón del grupo, Jack nos saludó agitando su mano con frenesí y entró al salón sonriente después de haberlo hecho.
Nosotras no habíamos visto a la miss entrar así que esperamos a la penúltima de nuestro grupo. Seoyeon, Aneu se asomó por el balcón y pudo ver a Seoyeon entrando apresurada, después del timbre las puertas del instituto se cerraban y no dejaban entrar a nadie sin excepción alguna, además aún revisaban el uniforme y las uñas de las mujeres.

— Ya viene la estúpida, parece ser que de nuevo se le hizo tarde. — dijo Aneu.

Seoyeon, su rol en nuestro grupo de amigas era ser la divertida, siempre tenía un millón de anécdotas que contar, se sabía hasta las canciones mas viejas y las coreografías mas difíciles o quizá sonsas, era la típica chica que siempre que estábamos aburridas o tristes podía alegrarnos con facilidad, clave en cada reunión que teníamos, generalmente se la mantenía riendo, sonriendo é irradiaba motivación. La vimos subir con desgana los escalones y rápidamente formo un corazón con sus manos alzándolo.

— ¿Que hacen niñas? Ya debió comenzar la clase, vamos dentro. — mencionó.

— Te estábamos esperando boba. — solté.

Y al final estaba yo, Kim Jihei, era la mas normal de nuestro grupo de amigas-o eso quería pensar-la que no estudiaba en casa pero pasaba sus materias con buena calificación y ni yo tenía idea de cómo lo lograba, la del lado maternal hacía todas, la poco aguafiestas y la qué siempre escuchaba  "Pensé que eras bien mamona." Solía traer mi cara de mal humor casi siempre, pero no era porque en realidad fuera una amargada de la vida, sólo que me resultaba mas fácil para no tener que interactuar con tantas personas. Una chica normal, común y corriente.

Comenzamos a caminar por el pasillo y pudimos ver por el ventanal a la miss y a todos comenzando con los apuntes.

Rayos.

— Tu toca la puerta. — le dije a Aneu quien estaba frente a nosotras.

— Ah no, tócala tu Seo. — contestó.

— Estas loca, yo siempre llego tardé, paso.

— Igual te pondrá retardo. — soltó Hayun.

— Nos lo pondrá, a todas. — dije.

— A ver yo tocó. — por fin Hyeon se había animado, nos hizo a un lado y casi preparándose para echarse a correr toco la puerta.

Baro, uno de nuestros compañeros abrió la puerta por completo y la maestra nos miro seriamente, ella se encontraba arriba de la tarima de concreto y por lo que vimos ya había apuntado un montón de cosas en el pizarrón.

— Chicas...¿Por qué tan tarde? — interrogó.

Nos miramos entre todas, Hyeon era la consentida así que cuándo asintió con su cabeza observándonos captamos rápidamente. Ella nos había salvado nuevamente poniendo alguna excusa.

Baro y su grupo de amigos no tardaron en comenzar a gritonear y a silbar en forma de burla.

— ¿Donde están las barbas de la Miss? Barbas. — decía Baro en un tono burlón y haciendo un gestó con la mano colocandola en la barbilla, Aneu hizo ademán de golpearlo y él se hizo hacia atrás callándose, yo agaché la cabeza evitando soltar una carcajada pero antes le di una mirada fugaz a Jooheon y lo pude ver riendo bajito, mientras nos miraba pasar.

Todas nos limitamos a caminar hacia nuestros asientos, los últimos de la esquina en el fondo. Hyeon era la única que se sentaba un poco mas en frente, Aneu, Seo en las últimas bancas y Hayun y yo frente a ellas.

La Miss podía ser estricta pero también tenía su lado cool, mientras hacíamos las actividades nos dejaba hablar, solo pedía silencio cuando los de la otra esquina comenzaban a gritar y a hacer relajo.

Jooheon, Changkyun, Jackson, Baro, Sijae...y un montón mas se sentaban al otro lado en la otra esquina del salón, eran un desastre en toda la extensión de la palabra, solían hacer demasiado ruido, bueno Jooheon y Changkyun eran los mas relajados de ese montón, el primero casi siempre reía de las estupideces y pocas veces les seguía la corriente y el segundo sólo hacia cara de fastidio y tapaba su cara cómo si se sintiera avergonzado de sus compañeros, era el típico chico malhumorado del salón, ademas decían que era darks.

Cuándo la escandalosa risa de Youngjae espanto a la maestra todos nos quedamos en silencio, ella volteó hacía nosotros y lo primero que hizo fue deshacer el grupito que se sentaba en esa esquina.

— Jooheon usted tome asiento por allá. — le indicó la Miss señalando el asiento que se encontraba frente al pupitre de Hayun.

— Pero miss...

— Pero nada, y a usted Baro lo quiero adelanté, igual a Jackson.

Yo veía la escena bastante graciosa porque todos se levantaban de sus asientos refunfuñando y con pocos ánimos de cambiarse de lugar, sin embargo no le di mucha importancia y de lado aquello para disponerme a escribir, eso, si, escribir hasta que alguien me interrumpió con su presencia. Jooheon se acercó a donde la miss le indicó mientras acomodaba su mochila en el asiento de la banca, desde mi lugar podía verlo perfectamente, su puchero y esa carita de "enojado" que no hacia mas que hacerlo ver tierno, luego se dejó caer en la silla con desgana y comenzó a juguetear con su plumón, lo pasaba de mano a mano, lo mordisqueaba, hacia de todo con el, menos escribir. De ratos también se hacia señas con Changkyun y los demás.

Me di cuenta que una vez más estaba poniendo atención a todos sus movimientos y gestos, él me parecía tan natural, actuaba de una manera que dejaría enganchada a cualquier chica y por eso entendía que la mayoría de las chicas que se acercaban a él, morían por ser cercanas.

Me quedé viendo su cabello, el color negro de este que contrastaba perfectamente a su blanca piel, sus dedos largos y delgados en esas manos grandes, podía notar sus venas resaltar de ellas y alguno que otro pequeño lunar en la parte de su cuello.

— Jooheon es tan guapo ¿A que sí Jihei? — gritó Yangmi, una de mis compañeras fastidiosas e irritantes que para nada me tragaba — Muchas lo miramos como tú, no te preocupes que no eres la única, solo no lo gastes demasiado.

Jooheon giró su torso lentamente hacía a mí dándome una mirada fija, en realidad todo el grupo me observo raro, hasta Hyeon que con su mirada me decía "ya la cagaste".

La sangre dreno hasta mis mejillas y juró que casi me desmaye de la vergüenza. Lo bonito del momento se acabó, nadie en toda la preparatoria-sin contar a mis amigas-sabía que Lee Jooheon me gustaba, o aún peor que estaba enamorada de él y de solo imaginar que se darían cuenta, que él se daría cuenta, una estampida de antílopes o elefantes quizá, revolcó mi estomago.

— Te gusta Jooheon ¿No es así?

Eyes on you; Lee Jooheon.Where stories live. Discover now