El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)

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Derek.

— Ya estoy aquí.

Fue lo primero que escuche decir de Yuren al salir de la casa, yo solo volteo y me le quede mirando con la ceja alzada. Por todos los dioses si que se tardado en salir.  Al llegar a mi lado se cruza de brazos y me mira .

— ¿Que?.

—Te taradas mas que una mujer — dije mientras que una sonrisa de lado se me formaba, el me miro de mala manera. Niñita.

— ¿Crees que verme así de guapetón es fácil?. Por supuesto que no lo es. Para verme tan condenadamente hermoso y sexy, tengo que pasar por un proceso muy delicado que lleva tiempo y esfuerzo. — golpea con su puño la palma de su mano. Estoy apunto de reírme  — Porque aunque no lo creas y sea simplemente difícil de aceptar, verme así de caliente, no es por magia o algún turco barato. Es por que tengo belleza natural de la que aprovecho con una serie de procedimientos que deben tomarse su tiempo.

No pude soportarlo mas, explote a carcajadas como un verdadero loco. Yuren en verdad aveces me sorprende, cuando pienso que su ego a llegado a su limite resulta que todavía puede subir mas algo de lo que me imagino, no dudo que ahora se encuentre sobrepasando la atmósfera.

— Traduciendo,  te bañaste por que quieres ir de puto.

» No deberías de hacerte tantas ilusiones. Ambos sabemos que el mas apuesto de los dos soy yo, y ni bañandote con cloro llegarías a mi altura. Hoy todas las hembras estarán tras de mi, y a ti te confundirán con la mierda de un ogro.

Yuren no dice nada pero si me mira con odio mientras que retiene las ganas de ponerme un buen golpe. Los dos no apartamos la mirada del otro y lo que parecieron horas de batallas sin parpadear se acabo cuando mi Beta sonríe de oreja a oreja y niega con la cabeza. Ambos reíamos de nuestra absurda discusión.

Pero si esta hubiera sido una discusión de verdad sobre quien era mas atractivo que el otro, era obvio que iba a ganar yo. No por nada es que tengo docenas proposiciones de matrimonio, de una noche de pasión, o de ser padre de un hijo que no es mio. Por supuesta todas negadas. Excepto la de un buen acoston.

— Solo te dejo ganar por que eres mi Alpha.

» Y por que estoy seguro de que si yo te ganara, me mandarías a los calabozos o asesinar para que nadie fuera mejor que tu. — dice fingiendo un escalofríos.

— Tranquilizate que no eres Blanca nieves ni yo la bruja malvada.

Dejaneo de lado los juegos empezamos a caminar en dirección ala plaza central, íbamos a dar un recorrido por la manada incluyendo sus limites para poder apreciar mejor que es lo que se le puede mejorar o lo que haga falta.