El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)

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Dalton.        

«Sangre» 

«Sangre»

«Sangre»

— ¡No, por favor! — el hombre arrodillado ante mi no paraba de suplicar el perdón que nunca le voy a otorgar, y no solo por las atrocidades que ha hecho en mis tierras sino por que se a metido en donde no lo llaman.

Era tan patético ver a esta escoria pedir algo que no le dio a otros. A sus víctima. A esos pobres niños inocentes y la mujer embarazada que los acompañaba ¿Como pudo ser capaz de algo así? ¿Como no tuvo remordimiento alguno?. Esta situación me traía muy malos recuerdos, que preferiría no volver a recordar nunca mas. Mas vale acabar con esto rápido si no quiero revivir el pasado.

» ¡Piedad! ¡Piedad!¡Por favor, Dalton! ¡Te lo suplico!, ¡Soy tu amigo!.

El seguía sollozando mientras se movía hacia mi dirección de rodillas intentando abrazar mis piernas. Si piensa que tendré consideración con el, se equivoca tremendamente. Soy Dalton el demonio nocturno, el protector de las montañas heladas, el portador de la muerte y la oscuridad, el demonio mas cruel y temido, no un simple hombre que perdona y ayuda a todos sus conocidos cada vez que estos cometa un error.

Soy oscuridad y la oscuridad no tiene amigos.

» ¡Por favor perdonadme! — el hombre lloro mas fuerte — ¡Tenerme piedad!

Lo mire con una profunda repulsión, enserio odiaba a los de su tipo.

— ¿Piedad? — mi voz gutural lo sobre salto el me miro y el miedo se reflejo en su ojos al ver con cuanto odio lo miraba. Me puse de cuclillas y me acerque a su cara — Creo que fue exactamente lo que dijo la mujer embarazada antes de que le desgarrarás la garganta a su hijo o cuando le degollaste la cabeza a su hija de apenas cinco años.
   
Su labio inferior tembló y su mirada se lleno de ira.
 
— ¡Ellos se lo merecían! ¡Eran hijos del bastardo que mato a mi novia!, ¡Eran hijos del cazador!.

— ¿Que culpa tenían los niños? — tome su mandíbula con fuerza — ¿Que culpa tenían ellos de lo que su padre haya hecho? ¿Que fue lo que los hizo culpable por el crimen de su padre?. 

» El cazador era el único culpable no su familia.

Agité la cabeza un poco para que los recuerdos no regresaran. No eral momento ni el lugar.

— ¡El me quito lo que mas amaba! ¡Tenia que pagarle con la misma moneda!. Tenia que sufrís lo mismo que yo.

Alce una  de mis ceja con sorpresa. Es mas patético de lo que imaginamigo es¿Pagarle con la misma moneda? — me levante del suelo, acomode mi traje de color negro asegurándome que no tuviera ni una sola arruga y desde mi altura sonreí con cinismo — Eres tan patético que ni una venganza te sale de la forma que deseas. El cazador no sufrió.

— Claro que lo hizo.

— No, y ¿Sabes por que? — no contesto — Por que lo mataste antes que a ellos. El no vio morir a su familia, el se fue pensando que ellos estarían bien, que vivirían. En cambio tu, vistes como el amor de tu vida moría poco a poco. Como sufría y se iba de tus brazos.