/46/

2.4K 161 10
                                    

46

Arian.   

Mientras que la rubia me levantaba del suelo sin dificultad alguna, Kirene se adelanto a salir de la habitación apurada. El eco de sus pisadas me aseguraba que se marchaba sin tener la mínima intención de espera a su compañera o al menos ayudarla. Sin embargo la tal Jazz como si ya estuviera acostumbrada a que le dejaran todo el trabajo solo se limito a observar la silueta de Kia desaparecer y con fastidio me jalo para empezar a caminar. Intente deshacerse de su doloroso agarré, arrastre los pies e intente no caminar pero todos mis esfuerzos fueron inútiles la rubia aunque mas baja que yo era de algún modo mucho mas fuerte.

Bueno cualquiera podría ser mas fuere que yo.

— Vamos — me ordena con impaciencia al ver que no estaba dispuesta a ceder — Es mejor que camines si no quieres que ella regrese y te haga hacerlo por las malas. Creeme la e visto hacerlo y no es bonito.

La seriedad con lo que lo dijo me aseguro que no mentía, que si ella llamaba a Kirene era probable que esta misma me golpeara para hacerme caminar — como un burro o algún otro animal de carga parecido — y la verdad ya tengo suficientes marcas en mi cuerpo como para querer sumar otras mas. Por lo que al final — para muy mi pesar — termine caminando a su lado dejando que me jalara y guiara a su andar.

Salimos al pasillo caminamos en forma recta ignorando las múltiples habitaciones hasta salir de lado de unas enormes escaleras de madera que seguro a mi madre le encantaría... Claro si ella siguiera viva. Que terminaban en el gran recibidor que para mi sorpresa estaba mas limpio que la habitación en donde desperté y donde por supuesto no tenia olor a humedad.

— ¿Esa es la ofrenda de los terceros?.

Ambas miramos hacia las escaleras, donde una imponente silueta femenina se encontraba mirándonos desde arriba. Su ojos marrones pasaron de la rubia y me observaron a mi, me analizaron y seguramente juzgaron mi deplorable aspecto para luego terminar con una sonrisa de burla.

—  Así es. —  se limito a decir. La chica de la escalera hizo una mueca al darse cuenta que ella no agregaría algo mas a su seca respuesta, sin embargo no se rindió.

—  ¿La llevaras a que le quiten las espinas? — Jazz a mi lado asintió causando que la chica hiciera una mueca extraña — ¿Por que la llevas tu?. Es la ofrenda de los terceros por lo tanto es su trabajo, no el tuyo.

—  Eso a ti no te incumbe.

La chica empezó a reír mientras que con lentitud y de manera pausada bajaba las escaleras.

— Jazz. Mi querida Jazz, tan estúpida como siempre haciendo el trabajo de las otras familias sin recibir nada a cambió, y dejando que pasen sobre ti como una vil cucaracha.

Pude sentir como la rubia se tensaba por las palabras de aquella mujer, como apretaba la mandíbula por el enojo comprimido al igual que apretaba su agarre en mi brazo ocasionando que sus uñas atravesaran mi piel y una gota carmesí se deslizara por mi pálida piel. Ella al notarlo simplemente bajo la mano aflojo el agarre y respiro hondo antes de regresar su atención a la otra chica que ahora me resultaba familiar.

— ¿Que es lo que pretendes?. — pregunto Jazz al ver como la chica parecía divertirse con la situación.

— ¿Yo?, nada. Solo tengo curiosidad.

— Por que sera que no me la creo.

— Por que eres estúpida — su sonrisa se agrando.

Jazz se encontraba seria mientras que la extraña se burlaba abiertamente, pero las dos compartían algo. Las dos se encontraban alerta. Esperando que la otra hiciera algún movimiento sospechó que las animara atacar, sin embargo y para su mala suerte eso nunca sucedió.

El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)Where stories live. Discover now