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Arian.       

Cuando abrí los ojos lo primero que note fue un horrendo dolor de cabeza, seguido de un fuerte dolor de estomago y un escalofríos que me calo hasta los huesos. Me retorcí e hice un gesto de dolor, emitiendo un débil gemido.

Levante un poco la cabeza con la único intensión de ver a mi alrededor, solo que al momento de hacerlo todo comenzó a dar vueltas. Mi visión se volvió borrosa, mi estomago se removió y sin poder evitarlo mi cabeza regreso a la misma posición en la que había despertado.

¿Por que estaba tan mareada?.

Después de largos minutos en los que me dedique a inhalar y exhalar el mareo se detuvo al igual que el horrendo dolor de cabeza que lo acompañaba. Intente levantar la cabeza por segunda ocasión, esta vez, pude mirar lo que me rodeaba.

Me encontraba en una habitación que parecía que no la habían usado en mucho tiempo sus paredes eran de color lila pero lo cubrí un capa de polvo. Enfrente de mi había un viejo escritorio de madera con un gran espejo detrás, sobre el un florero vacío, un poco mas a la derecha se encontraba una ventana que permitía la entrada grande cantidad de luz que le daba vida a la fría habitación, también en medio de ella grandes barrotes de metal impedían una posible huida por ahí.

Cuando intente incorporarme, note que mis manos se encontraban esposadas detrás de mi espalda.

¿Donde estoy?.

¿Donde me han traído?.

Confundida, intento levantarme de la extraña cama en donde estaba acostada con mi hombro izquierdo, pero cuando el helado metal de las esposas de plata rozo la piel de mis muñecas un grito de dolor se me escapo.

Estaban muy apretadas.

Cerré mis ojos con fuerza, intentando no entrar en pánico, no seria de mucha ayuda si lo hiciera. Mi pecho subía y bajaba con dificultad, mi cuerpo se sentía extremadamente pesados y mi estomago... tenia una rara y muy conocida sensación en el estomago.

Miedo.   

Tenia una grandes ganas de llorar de impotencia y culpabilidad, que  casi de inmediato como si las hubiera invocado lágrimas cálidas bajaron por mis mejillas y un suave sollozo las acompañaron.

Aunque no quisiera admitirlo toda esta situación era mi culpa. Yo fue la que confió en Kia, yo fui la que trajo consigo a Nell y Darla, yo fui la estúpida que creyó que en el mundo — sobrenatural —  se podía encontrar alguien que en verdad este dispuesto ayudar sin recibir nada a cambio. Era mi culpa.

Pero culparme ahora no servirá para encontrar a los hermano ni mucho menos para salir de aquí. ¿En donde estarán? ¿Se encontraran bien? ¿Les habrán hecho daño?, no puedo evitar preocuparme mas por ellos que por mi misma.

El sonido de fuertes ruidos a los lejos me hicieron pegar un brinco, no puedo decir con exactitud de donde provienen pero sea lo que sea se acercaban.

Mi corazón empezó aclararse mis piernas a temblar mientras que el eco de la voz de Areen me gritaba.

Tienes que esconderte, ¡Escondete!.

¿De quien?.

¡De ellos!.

Un frío estremecedor me recorrió el cuerpo entero, una fina capa de sudor empezó a formarse en mi frente y una oleada de adrenalina debido al terror que empezaba atener me golpeó como un balde de agua fría.

El Rechazo De Una Estrella. (PAUSADA)Where stories live. Discover now