«después de una pelea»

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En un universo paralelo ...


Christopher abre la puerta de su loft, dejando que Haise entre primero a esta. La pelinegra entra hecha una fiera, yendo directamente a la cocina. Christopher cierra la puerta y se frota el rostro con frustración. Él y Haise había salido a un night club, los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina y ellos estaban un poquito estresados por eso. Decidieron tomarse la noche libre y salir a divertirse un rato.

Desde que pusieron un pie en el night club, todas las chicas volteaban sus cabezas para ver al despampanante chico que caminaba a su lado. Haise estabá justo al lado de él, pero todas ellas hacían como si no la vieran. Llegaron a la pista de baile en donde una atrevida le dio la vuelta, dejándolo de espaldas a la pelinegra y le comenzó a bailar un perreo intenso. Christopher se alejó de ella, dándose la vuelta para bailar con Haise. Ella no dijo nada, solo se siguió moviendo al ritmo de la música.

Una hora más tarde, con el coraje brotándole de la cabeza como fuego, Haise salió del night club sin decir nada. Inmediatamente Christopher la siguió y regresaron a casa sin decir nada. Ahora que están aquí, él sabe que está a punto de escuchar el sermón de la vida.

—Eres un puto. —Haise dice desde la cocina, sacando vino blanco en una copa. —como siquiera te atreves a sacarme cuando sabes que esas perras serán así contigo. —

—Óyeme no. —Christopher camina para la cocina, con el ceño fruncido. —yo nunca les respondí a sus coqueteos. —

—Eso es lo que tú dices, pero yo te vi la cara, pendejo. —la pelinegra lo vuelve a ver furiosa. —estabas que te las comías con la mirada, si no les metiste mano fue porque yo estaba allí. —

—¿Estás loca? —el castaño pone una cara de pocos amigos, haciendo enojar más a la pelinegra. —¿como se te ocurre que las veré a ellas cuando te tengo a ti? —

—Entonces dile eso a tu erección. —vuelve a ver el bulto en los jeans de su novio.

—Para tu información lo que me está calentando así. —apunta a su erección. —eres tu siendo tan posesiva conmigo. —

—No me creas pendeja. —se toma el vino de un solo trago.

Sin decir nada más Christopher la toma de las caderas, rozando su erección contra su vientre, haciendo que ella gima por el toque. Toma sus labios en un beso feroz, mordiendo, lamiendo, chupando cada espacio de su boca. Un beso desordenado, un beso necesitado, un beso que la deja sin aliento y le hace olvidar porque estaban peleando hace unos segundos. Con manos posesivas, sube a la pelinegra a sus caderas para llevarla a la habitación sin dejarla de besar ni por un segundo. Al llegar a esta el castaño la acomoda en el suave colchón.

—No esta noche. —Haise se levanta del colchón, tirando al castaño en este. —esta noche te demostrare que nadie más te lo hará como yo. —camino para la cómoda, saca tres corbatas y a Christopher se le crispa más su erección. —vamos guapo, desnúdate para mí. —lame sus labios seductoramente.

Con una sonrisa pícara en los labios el castaño comienza a deshacerse de su ropa. La mirada de Haise esta fijamente en él, devorándoselo con esta. Cuando él está solo en bóxer, ella sube a la cama a gatas hasta llegar a él.

—Contra el respaldar. —le susurra en el oído, lamiendo el lóbulo suavemente.

Christopher hace lo que ella dice. Unos segundos después toma uno de sus brazos, traza este con las yemas de sus dedos, dejándolo contra el respaldar. Toma una de las corbatas, atando su muñeca en el respaldar. Hace el mismo procedimiento con el otro brazo, dejándolo atado contra la cama. Con una sonrisa malvada en sus labios se sienta encima de su erección. Le toma unos segundos antes de moverse encima de esta, haciéndolo jadear.

—No, no. —ella deja de moverse. —solo tomaras lo que yo te daré amor. —dice en una voz ronca.

Con una sonrisa en sus labios, se aleja de él, poniéndose de rodillas enfrente de él. Mueve su cuerpo al ritmo de la música imaginaria mientras se desviste. Ella sabe lo mucho que Christopher ama tocarla mientras la desnuda. Cuando está solo en sostén enfrente de él, se ahueca los senos apretando estos un poco. Christopher gime a la imagen, su erección dando un saltito. Ella se sigue tocando el cuerpo hasta llegar a su espalda, en donde el broche del sostén esta. Poco a poco Haise lo deshace dejando caer el sostén negro en la cama. Los ojos de Christopher van del sostén en el colchón a los senos erectos de la pelinegra.

—Ven aquí. —trata de moverse, pero las corbatas lo sostienen en su lugar.

—No seas impaciente. —Haise traza una de sus piernas con la yema de su dedo.

Sus yemas llegan peligrosamente cerca de su muslo y la respiración del castaño se entrecorta. De un movimiento rápido baja su bóxer, dejando al aire libre su ya dura erección. Ella lame su mano antes de envolverla alrededor de su erección, haciéndolo temblar. Mueve su mano de arriba hacia abajo hasta que unas gotas de pre-semen salen por la punta. Con su pulgar riega su semen por lo ancho de su erección. Sigue masajeando hasta que el castaño hecha la cabeza para atrás, con los ojos cerrados y las mejillas ruborizadas.

—Todavía no. —dice, soltando su erección, moviéndose para acomodarse encima de él. —ya te daré lo que quieres amor. —le susurra en el oído.

Se acomoda encima de él, tomando su erección en su mano otra vez. Con cuidado baja en ella, disfrutando la sensación de ser abierta. Cuando llega hasta el fondo se queda quieta, poniendo sus brazos encima de sus hombros. Une sus labios en un beso, su lengua explorando la boca de Christopher y sus dientes tomando su carnoso labio entre ellos. Un gemido sale de lo más profundo de su garganta a la misma vez que ella se mueve para montarlo. Se mueve al ritmo justo para darse y darle placer.Ella mueve sus caderas de nuevo, haciendo un pequeño círculo, su erección se mueve dentro de ella y él gime de nuevo desesperadamente.

Ella gime y todo lo que él puede hacer es mirarla, mirar el lugar donde se encuentran sus cuerpos, y puede ver un poquito de su erección desapareciendo dentro de ella. Él arrastra sus ojos hacia el peso de sus curvas, lamiendo sus labios seductivamente. Su pecho está enrojecido y sus bíceps están tensos mientras se sostiene de él y cuando alcanza ver su rostro, ve que Haise lo está mirando también, sonriendo perversamente y sin aliento mientras monta su erección una y otra vez. Christopher gime abiertamente cuando Haise acelera el paso, haciéndola que sacude su cabeza, emitiendo un sonido entrecortado.

Él deja escapar una bocanada de aire por su nariz, girando impotentemente debajo de ella mientras que Haise mantiene el ritmo, meciéndose hacia adelante y atrás, manteniéndolo profundo, para que Christopher pueda sentirla por todas partes. El éxtasis es tan bueno que se ha mareado y tiene que recordarse a sí mismo que tiene que seguir respirando. Ella pega sus senos contra su pecho desnudo, amando la sensación de sus sensibles pezones contra su sudorosa piel. Enreda sus dedos en su cabello, bajando su cabeza hasta llegar a sus pezones. Él toma una entre sus labios sin que ella siquiera tenga que pedirlo. Succiona esta con fuerza, haciendo que su espalda se arquee del placer.

Haise acelera los movimientos, sintiendo que su orgasmo se está formando en su vientre. Aprieta más la erección del castaño y siente como su semen brota adentro de ella, golpeando su punto rico una y otra vez. Eso hace el truco, eso hace que se corra con escalofríos recorriendo por todo su cuerpo.

—Ah. —ella gime contra sus labios, tratando de bajar de la nube del éxtasis.

Christopher le da una sonrisa, mirándola con ojitos vidriosos.

—Nunca mirare a nadie más. —le susurra con una sonrisa en sus carnosos labios.

—Nunca te lo permitiré. —ella toma sus labios en un beso húmedo, mientras que sus dedos acarician su cabello, jalando un poco de este.










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Denle mucho amor ♥️🙏🏼

Ash ◟̽◞̽

10/11/2018

𝖔𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 • 𝕮𝖍𝖗𝖎𝖘𝖙𝖔𝖕𝖍𝖊𝖗 𝖁𝖊𝖑𝖊𝖟 • +𝟷𝟾Where stories live. Discover now