Capítulo 18: Nudo en la garganta

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—Vete, voy a vestirme —pidió Louis intentando cerrar la puerta mientras el pié del ojiverde se lo impedía.

—No hasta que hablemos —contestó Harry demandante.

El ojiazul se sentía furioso. No quería hablar con él ni saber nada de él por un tiempo, pero Harry era muy terco y no se cansaba de insistir. Cansado de aquello, Louis abrió la puerta de par en par ante la atenta mirada que Harry mantenía sobre él.

—¿De qué quieres hablar, eh? —gritó—. ¡Deberías de estar reenviándole la foto a todos tus amigos y así os reís juntos de mí! ¡Por qué no te largas a pregonar mi secreto a los cuatro vientos, si de todos modos se que lo vas a hacer!

Su mirada era dura e intimidante, haciendo a Harry sentirse como una hormiga frente a él. No sabía si había oído bien... ¿Su secreto? ¿Louis hablaba de ese secreto por el cuál no tenía amigos, el secreto por el que actuaba tan raro? ¿Ese secreto? Maldijo por dentro por no poder acordarse de nada, se sentía muy idiota en aquella situación.

Estaba tan shockeado que no supo que decir, por lo que Louis le cerró la puerta en las narices y, sin más, comenzó a vestirse. Harry apretó su puño frustrado y pegó su frente a la pared cerrando los ojos. Algo se removía en su interior al ver a Louis gritándole así, y le dolía. Le dolía pensar que era el culpable de aquella situación, aunque sabía que el verdadero culpable era aquel amigo al que tan bien conocía. El alcohol.

Oyó una puerta abrirse a sus espaldas pero no se movió de aquella posición. Unos pasos resonaron en el suelo de parqué y pronto sintió una mano posarse en su hombro. Esa mano que siempre estaba allí para reconfortarle.

—¿Qué ha pasado, Hazza? ¿Va todo bien?

Harry negó con la cabeza separándose de la pared y mirando a su amigo. El rubio vestía unos simples boxers y tenía su típica cara de recién levantado.

—En realidad nada va bien...

Niall iba a contestar a sus palabras, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta del cuarto del ojiverde mientras se abría. De ella salió un Louis despeinado, vestido con la misma ropa que había llevado a la fiesta la noche anterior. Ni siquiera les dedicó una mirada. Bajó rápidamente las escaleras con la intención de salir de aquel lugar lo antes posible.

El rubio se quedó aturdido por aquello. ¿Qué se había perdido mientras dormía? Vió como Harry corría también escaleras abajo intentando detener al ojiazul.

—¡Louis, espera! —dijo agarrándole del brazo y haciéndole girarse—. Necesito que hablemos.

El chico se zafó de su agarre como pudo y habló mirándole a los ojos.

—Yo ahora no tengo ganas de hablar contigo, Harry.

Después de aquellas palabras salió del apartamento cerrando la puerta trás de sí. El chico de rizos se quedó aturdido por unos segundos con un gran nudo en la garganta. ¿Qué era lo que acababa de pasar? Cuando se giró se encontró con tres pares de ojos observándole fijamente.

—Nos debes una explicación, ¿no crees? —dijo Liam alzando sus cejas.

Harry soltó un largo suspiro bajando la mirada. Ojalá supiera como explicarles aquello. De nuevo tenía miedo a las reacciones de los chicos, a que no le aceptaran, a que le trataran diferente a partir de ese momento... Pero ya no había manera de dar marcha atrás. Alzó la cabeza de nuevo y se acercó a ellos.

                *****************

Elizabeth abrió el armario de la vieja cocina para sacar el bote de café. Necesitaba una taza bien cargada para controlar sus nervios. ¿Dónde estaba Louis? La última vez que le había visto había sido el día anterior antes de la fiesta y desde entonces no sabía nada de su hermano.

El Secreto de Louis Tomlinson (M-PREG) Larry StylinsonWhere stories live. Discover now