El Secreto de Louis Tomlinson (M-PREG) Larry Stylinson

Capítulo 28: Reacciones

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—¿Qué mierda estás haciendo? —gritó Louis furioso mientras posaba la bandeja de la comida en el escritorio y le arrebataba el libro de las manos al ojiverde—. ¿Por qué lo has cogido? ¡Tu madre debería de haberte enseñado que no se cogen las cosas de los demás!

Harry estuvo a punto de soltar una carcajada ante aquello. ¿Su madre educarle? Eso era trabajo de la niñera.

—Yo... —hizo el intento de hablar pero fue interrumpido.

—¿Te parece normal ir a la casa de alguien y leer sus cosas sin permiso? —preguntó Louis alzando la voz—. ¡No me esperaba esto de ti!

—Lo sien... —de nuevo no pudo continuar.

—No me digas que lo sientes.

Louis estaba demasiado furioso por aquello. Su diario contenía todos sus secretos y pensamientos más íntimos, y si alguien lo leyera sería el fín... Un momento, ¿y si Harry ya lo había leído? No le había podido dar tiempo... O sí. El chico se alteró aún más ante estas suposiciones sentándose de golpe sobre la silla.

—Lou... —el ojiverde uso el apodo por el que solía llamarle intentando que se tranquilizara—. ¿Podemos hablar con calma, por favor?

—¡No, Harry! No quiero hablar contigo ahora—contestó el chico con su mirada fija en la pared.

—Pero yo necesito que me escuches.

—¡No tengo por que hacerlo! Deja ya de acercarte a mi y de actuar como si lo supieras todo, porque no sabes nada, ¡Nada!

—Sé más de lo que crees, ¡sé lo que ocultas!

En ese momento todo se detuvo para Louis, como si algo hubiera hecho "clack" en su mente. El silencio invadió la habitación mientras el chico tragaba saliva sonoramente. Hay momentos en lo que te quedas sin palabras, porque estas no bastan para expresar lo que sientes, ese era uno de ellos.

¿Como había averiguado aquello Harry? ¿Lo habría leido en su diario? Fuera como fuere no quería saber su reacción, se suponía que él ni siquiera debía haberse enterado de eso.

—¿No dices nada? —interrogó el chico de rizos incomodado por el silencio.

—¿Qué debería decir si tú ya lo sabes todo?

—No lo sé... Me gustaría una explicación de tu parte. Hay mucho de lo que necesitamos hablar —a Harry le resultaba difícil expresarse ya que no podía preveer la reacción de su compañero.

—Háblalo con mi diario, si quieres puedes leerlo entero —contestó Louis en tono retórico ofreciéndole el libro naranja.

—No pretendía eso... —una oleada de culpabilidad sacudió al chico—. Además, "eso" no es para tanto.

—¿Eso? ¿Y te atreves a decir que no es para tanto? Te creía más maduro pero ahora me doy cuenta de que eres sólo un niño.

Aquella conversación no les llevaba a ningún lado. Los reproches de Louis únicamente aumentaban el nudo que Harry sentía en el estómago. Pero no iba a derrumbarse, para nada.

—Quiero decir que no me parece algo malo...

El ojiazul no podía creer que estuviera diciendo aquello. ¿No era tan malo tener un hijo a los diecisiete, y encima siendo un chico? Quizás Harry no se estaba enterando de que él era el padre de su bebé. Pero era Louis quien en realidad no se daba cuenta de que no era eso lo que había descubierto el ojiverde.