0.14; arrange things

4.5K 693 95
                                    

Ninguno entiende—más HyunJin que el menor—como es que pudieron quedarse dormidos, dicen que llorar te quita todas la fuerzas, por lo cual puede entender como es que Min terminó durmiendose en sus brazos pero no recuerda cuando fue él quien cerró los ojos, pero en algún momento lo hizo eso es obvio, y si no fuera por que su teléfono estaba vibrando como loco desde hace quince minutos hubiera seguido durmiendo tranquilamente, pero no fue así.

Sacó su teléfono cuidadosamente, lo prendió quedándose un poco ciego porque el brillo que desprendía la pantalla, vio que tenía unas cinco llamadas perdidas de su hermana y unas seis de su mamá, ahí supo que iba a estar muerto. Además tenía otras cuatro llamadas de JiSung y cincuenta mensajes de esos tres, vio la hora en una esquina y se sorprendió ver las dos de la mañana con trece minutos. ¿Cómo durmieron tanto? Bueno por el momento, Kim seguía en la tierra de los sueños y ahora que lo veía con la poca luz que habia en la habitación—más era las luces de afuera—el rostro del pelirrojo realmente era una obra de arte, y no era por ser exagerado pero es que de verdad lo era, simple, transparente y expresivo; suave, delicado y hermoso, todo eso era tan solo su rostro.
Tenía ganas de tocarlo, no podía negar que cuando vio a MinHo tocándole le entró algo de celos, aún no puede asegurar que fueron celos–o más bien no quiere aceptarlo—pero de todas maneras no le gustó que lo haya hecho; estaba apunto de tocarlos cuando su teléfono volvió a sonar siendo el nombre de JiSung quien estaba en pantalla, intento sacar el brazo que estaba debajo del cuello del durmiente intentando no despertarlo, se alejo un poco de él entrando al armario para contestar la llamada.

—¡Dios mio, hasta que me contestas! ¡Ya estaba pensando que de verdad estabas muerto! ¿Tanto te costaba contestar el maldito teléfono?—Han de verdad no le importaba sí eran las dos de la mañana, eso no evita que este gritando por el teléfono.

—Shhh, no grites, idiota—a pesar que no podía ver a su amigo, podía sentir su mirada de ofendido—¿Qué quieres?.

—Bueno, vamos a suponer que estas con alguien que después me vas a contar quien es —contestó—vuele a casa de una vez o al menos llama a tu madre o tu hermana y diles que estas vivo, ya me canse de decirles yo que no sé donde carajos te metiste.

—Esta bien, gracias. Nos vemos mañana, adiós.

HyunJin salio del armario, empezó a buscar todas sus pertenencias para luego abrir la puerta con sumo cuidado y poder dejar la habitación sin despertar a SeungMin, una vez fuera de la casa de Kim se dirigió hacia la suya estando super cansado, y encima tuvo un sermón con su madre que espero en la sala de estar despierta hasta que su hijo atravesará por la puerta principal, por lo cansado que estuvo no escucho ni la mitad pero prometió avisar si no iba a llegar a dormir a su casa.

[...]

—Ah no, olvídalo—se negó rápidamente después de escuchar el terrible plan de su amigo—no pienso quedarme cinco horas grabando las voces de esas personas, por la puerta.

—Dime una razón para no hacerlo.

—Mi tiempo es valioso, no esta en mis planes estar cinco horas sentado sin hacer casi nada—respondió anotando lo que el profesor tenía anotado en la pizarra.

—¡Eso es lo que haces cada día en la escuela!.

—¡Hwang!—le llamó la atención el profesor, al menos no era la de biología.

—¿Qué tengo que hacer para que me hagas ese favor?—Jin de verdad quería encontrar a ese chico de la voz que hermosa, necesita saber quien es.

—Bien, lo haré. Después te digo lo que voy a querer—las miradas como las que Sung le dio ahora al más alto no le gustó mucho, sabía que su amigo era capaz de pedir su alma, y eso realmente le asustaba. Pero al menos de verdad se parara cinco horas detrás de una puerta a escuchar voces, no podría haber encontrado a un mejor amigo que JiSung.

nieve en verano ❀ hyunmin Where stories live. Discover now