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—¡Vamos! ¡Levántate! .-Te ordenó el soldado, mientras te alzaba del suelo con brusquedad.-
De no ser por lo desorientada que estabas y el terrible dolor de cabeza que tenías, ya le hubieras dicho una sarta de insultos al hombre por tratarte así. Intentaste enfocarte y entender que demonios estaba sucediendo.
Te recordabas a ti y a los chicos.
El brazo derecho.
Y luego...
CRUEL los había encontrado.
Tan pronto como la realidad te golpeó el pánico comenzó a invadirte, y tú lo dejaste. Las lágrimas se acumularon en tus ojos, resistiéndote a derramarlas miraste a todas partes en busca de tus amigos.
El lugar que antes habías considerado seguro ya no existía más. Sólo quedaba destrucción y pena.
La tristeza llegó a ti cuando viste a los chicos, los tenían arrodillados con los demás. Estaban perdidos, los malditos de CRUEL habían dado con ustedes. Te encontraste con la mirada de Minho pero la apartaste de inmediato, no querías que te viera llorar. Debías ser fuerte, todos ustedes.
El uniformado registro tu código en el cuello, para después lanzarte al suelo. Caíste de rodillas, pero volteaste a verlo casi enseguida, dispuesta ahora sí, a decirle varios insultos.
—Oye, idiota.- Minho te ganó, miró de la misma forma al guarida que tú hace un momento. — Ten más cuidado o me encargaré de golpearte en esa fea cara de plopus.
Sin embargo él los ignoró, se alejó de ustedes en cuando un Berg fue descendiendo.
—¿Te encuentras bien? .- Escuchaste detrás de ti. Tu amigo Newt, por supuesto. —Estás sangrando.
Llevaste tu mano a tu frente, comprobando que el líquido rojo escurría de una no tan pequeña herida.
—Estoy bien.-Afirmaste. —Tan bien como puedo estar justo ahora. —Frunciste el ceño. —¿Donde está Thomas?
—Yo también estoy bien, gracias preciosa .-Te dijo Minho, no pudiste evitar rodar los ojos con una expresión divertida. A veces no sabías cuando estaba celoso de verdad o si sólo estaba molestando.— Creímos que ustedes habían logrado irse.
—Aunque al parecer él lo hizo.- Dijo Sartén.-
—No va a dejarnos aquí.-Aseguraste.-
—No, pero realmente no hay mucho que pueda hacer.-Dijo Minho, con una mueca.-
Guardaron silencio en cuanto la Doctora Paige y Janson se acercaron. Ava los observó, no podías evitar sentirte intimidada, la tipa tenía porte y al parecer no le importaba nada más que no fuera su meta de "la cura". No podías comprender que tan lejos había llevado todo el asunto, el porque rayos no los dejaba en paz de una vez. No había ningún tipo de sentimiento en su expresión, estaba totalmente neutra. Janson, por otro lado, tenía una mueca burlona en su rostro. Caminó hasta quedar justo frente a ti.
