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Vanessa siempre veía lo mejor en los demás. Se paseaba con una sonrisa brillante en su rostro y cada conversación con ella (De cualquier tema que fuera) te llenaba de esperanza. Era como si su propia presencia te hiciera sentir mejor. Esos eran los pensamientos que Zach tenía sobre ella y la mayoría de las personas podían confirmarlo si se los preguntaban, por lo tanto no era sorpresa que personas como Justin Foley necesitara tanto el estar a su lado. Eso no había significado gran problema en un principio, Vanessa había llegado a la preparatoria y fue fácil que hiciera amigos, Zach quedó encantado desde el primer momento en que la vio entrar a clases y honestamente agradeció que ella considerara en hacer pruebas para las porristas (y fuera aceptada).
Como ya se mencionó, su encanto innato la colocó en la cima de la pirámide estudiantil rápidamente, por lo que la categoría de "popular" le fue otorgada y ser amiga de Zach, Justin y Bryce fue inevitable.
El tiempo pasó y el enamoramiento de Zach creció, sin embargo también la confianza entre Vanessa y Justin. Ella se había dado cuenta que detrás de esa etiqueta de chico popular la vida de Justin era...mala. Hubo varias peleas en las que él le decía que no estuviera con el por lástima, sin embargo por fuerte que fuera la discusión el chico terminaba a media noche, llorando y disculpándose en la puerta de la chica. Ella le ayudaba en todo lo que podía y no pasó mucho para que se consideraran mejores amigos.
Por más que se sintiera cómoda a su lado y compartieran buenos momentos, la sensación no era nada parecida a cuando estaba con Zach. Tenía una especie de crush con él y Justin solía molestarla de vez en cuando con eso pero nunca se arriesgaba a dar otro paso pues había tenido malas experiencias en relaciones anteriormente. No quería arruinar nada, eso se repetía cada que el chico más guapo y encantador que haya conocido le sonreía.
La gota que derramó el vaso en la semana fue cuando camino a casa de la chica, Vanessa le contó a Zach que iría a la fiesta de Halloween con un disfraz de pareja con Justin. Los días consecutivos a esa conversación Zach parecía haber cambiado su actitud, parecía serio o enojado todo el tiempo, evitando en todo momento quedarse a solas con Vane.
Finalmente el día de la fiesta llegó.
Vanessa se encontraba hablando con un par de amigas admirando algunos de los disfraces de los demás.
Zach se convenció de que era su oportunidad.
—Hola, Vanessa.-No pudo evitar sonar demasiado alegre, o emocionado.-
—Hola Zach.-Respondió ella con una sonrisa extrañada en su rostro. Al parecer él ya no estaba molesto.-
—Te ves increíble.-Dijo embobado porque a pesar del disfraz terrorífico, ella seguía estando hermosa.-
—Gracias, es sobre mi libro favorito. Yo soy Ana vestida de sangre y se supone que Justin es Cas, pero no se en dónde rayos se metió.
Ahí estaba de nuevo. La sonrisa del chico desapareció tan rápido como vino.
—Ah, bien.-Ahí estaba de nuevo.-
Vanessa frunció el ceño, algo desconcertada y triste de que la conversación se volviera apagar. Sin embargo antes de que pudiera preguntarle algo a Zach un grupo de chicas se acercó a ella hablando de la increíble presentación que habían hecho como porristas. Cuando volvió a prestar atención a su alrededor, el chico ya no estaba. Vanessa lo fue a buscar entonces. Ya que no lo encontró, salió del salón y ahí estaba, parado a mitad del pasillo teniendo una discusión con el mismo al parecer.
—¡Un dólar por tus pensamientos!.-Le dijo ella, Zach volteó alarmado.—Sólo bromeo, apuesto a que perdería porque no tengo ni idea de lo que te pasa.
—¿No necesitas encontrar a Justin o algo así?.-La repentina pregunta así como el tono usado en esa frase la sorprendieron.-
—Supongo que si.-Dijo algo insegura.—Pero justo ahora estoy hablando contigo.
—Pues, no es que haya un tema de conversación aquí.-Ella frunció el ceño.-
—¿Te sucede algo?
—¡No! Estoy bien, ¡Estoy increíble! Gracias por preguntar.
—¡Zach!
—¿Quieres dejarme en paz?.-Le dijo casi enseguida, ella guardó silencio sintiéndose herida de repente.—Mierda.
—Lo siento.-Murmuró ella algo ofendida pero aún así sus pies no daban señal de querer moverse.-
Zach se llevó las manos a los ojos, tallándolos y dando un suspiro, sin estar muy seguro de lo que iba hacer.
—No, yo lo siento.
—Está bien si... lamento que algo te moleste, pero sabes que podría escuchar lo que sea.
—No, no puedes. Porque eso implicaría que te dijera lo loco que me siento por ti. Lo celoso que de repente comencé a sentirme desde hace tiempo y el como no puedo soportar que seas tan unida a Justin, aún así sepa que su relación no es nada amorosa.
El corazón de ambos parecía querer salir de sus pechos conforme Zach seguía hablando.
—Me enamoré de ti y ni siquiera supe en que momento el sentimiento se volvió tan fuerte.-Por fin pudo mirarla a los ojos, aunque no supo de donde estaba obteniendo el valor de por fin confesar todo aquello.— No quería arruinarlo, enserio. Pero no creo poder seguir más tiempo sin decírtelo.
Vanessa parpadeó un par de veces, sin dar mucho crédito a lo que sus oídos estaban escuchando. Su crush se le estaba declarando, ¿Era acaso todo un sueño? Si era así, definitivamente no quería despertar pronto.
Y como ella no decía nada, Zach comenzaba a ponerse nervioso. Un ligero tono rosado se reflejaba en sus mejillas y la emoción del momento comenzaba a ganar más que la razón.
—Yo sólo...pensé ser buenos juntos.-Zach miró a un lado, jugando con sus dedos.—sólo si tu quieres. Aunque si no es así está bien, pero te pediría que olvidarás los últimos 8 minutos.
Vanessa sonrió y como al parecer era su turno de hacer algo valiente se decidió a caminar hacia el chico y no pensándolo mucho le plantó un beso en los labios que pareció hacer encender miles de fuegos artificiales. Obviamente el chico correspondió, más feliz de lo que podía expresar.
—No, no los quiero olvidar.-Le dijo ella cuando se separó, con una gran sonrisa.-
