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—¡Por favor, Jug! Espera.
Llevaba un par de calles siguiéndolo a tropezones. Todo me daba vueltas y las ganas de pararme a mitad de la calle a vomitar estaban matándome, pero debía ignorar eso y concentrarme en seguir a mi furioso novio. Novio. Después de esto espero que siga siendo así porque para ser sincera, todo lo arruiné.
—Sólo...sólo escúchame.-Lloriqueé arrastrando las palabras.-
—¿Y qué se supone que vas a decir?.-Por fin se dio la vuelta, y su estado me rompió el corazón porque parecía destrozado. Y era mi culpa.—Eres una mentirosa, eres... .-Negó con la cabeza mientras se sujetaba con las manos, frustrado.—Sólo vete. Ve a casa y déjame solo.
—No quiero irme así.-Dije mirando al piso.—Necesito hablar contigo.
—Yo creo que no, porque estoy seguro que no recordarás ni la mitad de esto mañana.
Si, eso probablemente era cierto. Pero también, en este momento, ebria o no estaba a punto de perder al chico de mis sueños. No intentar algo sería peor que el hablar ahora.
Fue mi turno de llevar mis manos a mi rostro e intentar limpiar las lágrimas que caían, escuché a Jughead suspirar antes de que sus pasos me dijeran que se había acercado, pero sólo lo suficiente para que la conversación dejara de ser a un volumen tan alto.
—¿Por qué?.-Exigió saber.-
Jughead y yo juntos. Si alguien me lo hubiera dicho al principio del año no le hubiera creído. Pero la vida suele ser justo así, llena de giros, altas y bajas. Esa es justo la razón por la que todo el mundo se prepara para lo peor siempre esperando lo mejor. No solía hablar mucho con nadie, para ser sincera creo que el verano hizo que él y yo nos diéramos cuenta de la existencia del otro. Más concretamente el que me haya caído enfrente de su mesa en el Pop's y semanas después el ir justo al mismo lugar al fondo del restaurante a llorar mis penas. Jughead lo mencionó, ni siquiera él sabe por que fue a sentarse a mi lado esa noche. Tampoco fue que habláramos, de hecho no lo hicimos porque no pasó de un "¿Estás bien?" y un "Si", luego la noche siguió su curso con ambos en la misma mesa. Si resultó incómodo, al principio quiero decir pero por otro lado, no estuve sola y eso lo agradezco. Al comenzar las clases de nuevo la atención de todos en el pueblo se vio dirigida a Jason Blossom, parecía el misterio del siglo pero no para Veronica Lodge, o eso mencionó luego de comenzar a hablar conmigo tras descubrirme ensayando un baile y decir que era buena. No pasó mucho para que me agradara, sin importar todos esos rumores que la rodeaban, yo creía que era muy cool y justo el estar al lado de ella me hizo acercarme a más personas, entre ellas Jones. Fue entonces cuando comenzamos a hablar de verdad, y eso me encantó. Pero mientras las cosas en el caso Blossom se empezaban a complicar, los secretos y problemas para todos los demás también aparecían. Fue casi irreal como todos tenemos que lidiar con algo justo ahora, como si el pasado 4 de julio sólo hubiera sido el detonante. Mi forma de ahogar los problemas siempre había sido malo, pero era lo único que conocía, lo que sentía que funcionaba. Debí saber que podía hacer más. Lo que yo creía que era una distracción o un escape se convirtió en un error. La cosa con los errores es que cuando cometes demasiados todos se acumulan en una bola de nieve que no percibes, hasta que es tarde y termina aplastándote.
—¿Qué fue lo que él te dijo?.-Le pregunté.-
Pues bien, la historia corta de mi metida de pata de esta noche fue ir a la fiesta de las personas equivocadas.Prácticamente todos me habían dicho que me alejara de ellos, y lo intenté pero es como dije, resulta difícil cuándo estás tan acostumbrada. Y porque se sentía tan bien olvidar todo aunque fuera sólo por poco tiempo. Ahora tenía amigos de verdad, no ellos pero, uno no se detiene a pensar mucho en eso cuando las emociones lo superan, ¿Cierto?. Y entonces terminé besando a Phil mientras un novio histérico y preocupado llegaba a buscarme para sacarme de ahí.
—¿Acaso hay más además de lo que vi?.-Me preguntó molesto.-
Y como mi único gesto fue apartar la vista( porque era un hecho que no podría sostenerle la mirada) entonces él se dio cuenta. Me odié tanto por decepcionarlo de ese modo.
—Increíble.-Murmuró.-
—Pero pasó antes de que comenzáramos a salir.-Me apresuré a decir. Él rió amargamente.—¡Es cierto!
—¡No puedes esperar que te crea!
—No he estado con él.-Negué sintiendo como las lágrimas seguían.—No desde que tu y yo estamos juntos. Jughead yo te...
—¡No!.-Me interrumpió.—No, sólo cállate. No digas eso porque no lo haces, ni siquiera te quieres a ti misma.
Hubo unas luces a mi espalda y luego el sonido de un auto. Jughead se volvió a dar la vuelta pero no dispuesto a irse aún, más bien intentando tomar otro respiro de este desastre. Vi sobre mi hombro, ahí estaban Archie, Betty y Verónica. Mi pecho quemaba y estaba tan desesperada intentando pensar en algo que dijera que pudiera ser suficiente.
—No se porque lo hice.-Admití.— Yo lo arruinó todo siempre y soy un desastre. Eres lo único bueno que he tenido en la vida y no quiero perderte.
Pero él no dice nada y yo continúo llorando. Cuando me doy cuenta tengo a Betty y Verónica a mi lado, esta última diciendo que puedo quedarme en su casa hoy y que podremos solucionar todo esto mañana. Pero soy consciente de que quizá para mañana no haya nada que solucionar. Somos nosotras ahora las que damos media vuelta y nos dirigimos al auto. Puedo ver a Archie que sigue de pie ahí, intentando decidir si intervenir en algo o esperar a que nos vayamos para hablar a solas con su amigo.
—Tú no eres un desastre.-Dice Jughead.—Aunque a veces te permites parecer uno. Estás tan molesta porque tu mamá no deja de mentirle a tu padre pero...
—Yo no soy así, no te atrevas a decirlo.-Lo interrumpo, frunciendo el ceño y señalándolo.-
—Entonces deja de actuar como ella.-Y finalizó sin mirarme, con lágrimas logrando escapar de sus ojos.—Esa no debería de ser tu historia.
Betty me obliga a entrar a la parte trasera del auto mientras ellas van hacia delante. Llevo mis piernas hacia mi pecho y escondo el rostro entre ellas. No sé que más hacer.
