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Habría sido un día escolar pésimo para Noelia si no fuera por su compañero de clases, Logan. Ella estaba lidiando con una especie de drama familiar desde hace tiempo, aquella situación le quitaba espacio en su mente por lo tanto no leyó ninguna de las lecturas que le dejaron y por lo tanto no tenía ni la más mínima idea de que tenía que hacer en el proyecto justo ahora.
Afortunadamente el chico se había mostrado comprensivo, tuvieron que formar equipos y a él no pareció molestarle en lo más mínimo que ella no supiera que aportar. Intentó explicarle lo básico y una vez hecho esto escribieron el ensayo lo mejor que pudieron. Noelia rogaba que el trabajo haya sido lo suficientemente bueno, porque no quería arruinar su calificación pero más se sentiría culpable si arruinaba la de alguien más. El timbre había sonado y ahora caminaban juntos por el pasillo mientras tenían una plática bastante animada. Eso hasta que ella notó algo raro, si, esa clase de señales que Noelia ya había visto antes, en su novio y en ella misma. Tal vez era por eso que Logan no se había molestado con la chica en lo más mínimo, y era una pena porque ella + Logan no ocurriría. No ahora y no pronto. Cuando llegaron al casillero de Noelia, ella le dirigió una sonrisa pequeña mientras dejaba un par de libros. Él se recargó en el resto de los casilleros.
—Estaba pensando.-La voz de Logan interrumpió sus pensamientos.—Podríamos ir a ver una película esta tarde. Sólo si quieres, aunque realmente me gustaría que aceptaras.
Noelia respiró profundo antes de cerrar el casillero e intentar dar un semblante comprensivo.
—Logan yo...
—U otro día.-Dijo él.-
—Mira, eres realmente dulce y te agradezco mucho lo de hoy pero yo ya salgo con alguien...
Logan se acercó (Si se lo preguntan, demasiado) y ella alzó una ceja mientras lo miraba extrañada. El chico colocó un mechón de su cabello detrás de su oído y le regaló una sonrisa. Ella no supo si reír o sentirse mal por la pésima táctica que era aquella, de hecho estaba a punto de decirle un "No" menos amable y más serio cuando algo más ocurrió.
—¡Oye!- Lo próximo que Noelia vio fue la espalda de su novio.—Te dijo que no, imbécil.
—¿Cuál es tu maldito problema?.-Le respondió el otro chico.-
—Sólo lo voy a decir una vez, así que más te vale que te quede claro. ¡Aléjate de mi novia!
No supo de dónde llegó, pero se había puesto en medio de ambos y empujó lejos a Logan. Las alarmas empezaron a sonar en su cabeza junto con el murmuro de que esto no iba a terminar bien. Logan lo miró, con una sonrisa maliciosa.
—Viejo no te conozco, ¿Pero adivina que?.-Lo miró de arriba abajo.—No la mereces.
Eso fue todo, lo que Noelia supo después fue que tenía a dos chicos frente a ella moliéndose a golpes. Le habían enseñado que interponerse entre este tipo de peleas podría resultar mal para ella, pero no pudo evitar que cuando vio la oportunidad tomar a su novio del brazo y alejarlo lo suficiente para después ponerse enfrente de él.
—¡Ya basta!.-Exclamó, tendiendo ahora no sólo la atención de ambos chicos si no de varios alumnos que andaban por ahí.-
Pero realmente no quiso darle mucha importancia por el momento, y tampoco quiso mirar a Logan, sólo tomó Henry y lo guió fuera de la escuela. Ninguno dijo nada en todo el camino afuera, así que cuando estuvieron lejos del lugar el desastre inicial, ella se detuvo y volteó a verlo, con una expresión que denotaba enojo, confusión e incluso algo de pena.
—¡Ya sé lo que vas a decir!.-Empezó él y parecía aún hacer un esfuerzo por calmarse.—Pero ese imbécil se comportó como un total cretino.
—Pude encargarme yo.
—Lo sé...
—¿O es que enserio desconfías tanto de mí cómo para andar golpeando a todo el mundo?
—¡No lo hago! Sólo intento que tipos como ese no se acerquen a ti. Mi trabajo como novio también es cuidarte, ¿Oh no? Y eso haré, en especial en este tipo de situaciones.
—O podrías confiar en mí.-Dijo con el ceño fruncido.-
—Yo confío en ti.
—Bonita forma de demostrarlo.- Mencionó sarcástica. Él intentó acercarse al tiempo que ella retrocedía. Henry suspiró.—Debo ir a trabajar.
—Noelia, por favor...
Pero ella pasó de largo y no miró atrás.
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Usualmente no le alegraba mucho trabajar, pero esta vez al menos le sirvió para alejar sus pensamientos un rato de lo que hace horas había sucedido. Ya fuera por eso o por todo el día en general, camino a casa se golpeó dos veces en la ventana del autobús por quedarse dormida del cansancio. Cuando por fin llegó a su parada se apresuró a llegar a su edificio deseosa de acostarse en el sofá, aunque no decidía cuál sería su prioridad, si dormir o comer. El recorrido en el ascensor pareció una eternidad pero cuando por fin llegó a su piso y se encaminó a su departamento con el número 54, se dio cuenta de la luz que se colaba debajo de la puerta. Fue extraño, pero al mismo tiempo tenía la idea de quién podría ser. Aún así fue cautelosa al abrir la puerta. Pero cuando finalmente lo hizo sólo encontró al chico de sus ojos frente a ella. Se había cambiado de ropa y sostenía un ramo de flores en sus manos. Su cara contenía diferentes emociones, lucía arrepentido y nervioso.
—Esto no va a cambiar nada de lo sucedido hoy.-Empezó ella.-
—Lo sé...
—Y no puedes...quiero decir, no soy propiedad de nadie y ciertamente el día de hoy me hiciste pensar que tal vez así lo crees.-Él negó.-
—Enserio lo lamento. Pero Noelia, debes de saber que yo te amo. Y una vez dicho eso quiero disculparme de nuevo, sé que no serías capaz de engañarme así como yo tampoco a ti. Pero soy la clase de chico que piensa que tiene más de lo que merece y eso me pasa contigo. Creo que puedes encontrar algo mejor y cuando te des cuenta...-Él negó.—No debí reaccionar así. Pero por favor, por favor no dejes todo lo que tenemos por lo que ocurrió. Puedo ser mejor, podemos ser mejores.
Ella pareció pensarlo mucho, demasiado y él se puso incluso más nervioso. Noelia vio detrás de él, había comida en la mesa de centro y la pantalla del televisor estaba en la página inicial de Netflix.
—¿Qué vamos a ver?.-Preguntó ella, haciéndolo sonreír.-
