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Imagina la vez que supiste que Billy era un superhéroe.
—¿Estás diciendo que el motivo del ataque al parque es porque el señor disfrazado a tu lado en realidad es Billy y los malos saben que yo los conozco?
—Si.-Dijeron ambos al mismo tiempo.-
Era más o menos cierto. Eras la mejor amiga de Freddy desde ya hace tiempo. Conociste a Billy cuando se unió a la peculiar familia de tu amigo. Y por lo que te había contado el pelinegro, era un chico complicado. La historia resumida era que se había escapado de varias familias anteriormente, pero al parecer algo cambió y decidió quedarse. Tu lo habías notado, era algo reservado pero con el tiempo lograste hacer que te considerara su amiga.
O algo más.
En realidad a Billy le habías parecido una persona increíble, le encantaba hablar contigo desde el tema de la clase que acababa de pasar hasta el próximo estreno de un videojuego. Y no supo en que momento sucedió, pero te habías vuelto lo suficientemente importante para él como para no dejar de pensar en ti. Para Billy era complicado decirlo. Sin embargo no pasó por alto para Freddy.
Ambos sabían que la idea de revelar su identidad era mala, pero también era la única forma en que les creerías y tendrías más cuidado. Así que lo decidieron.
Luego de unos segundos reíste.
—No es cierto. - Afirmaste, convencida de que era una mala y extraña broma.-
Ambos se miraron antes de que el tipo con traje rojo, capa blanca y un rayo en el pecho dijera:
