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Parecía un fin de semana prometedor. No me habían llamado para ir a la corte, así que disfrutaba de una tarde sin trabajo y con muchas películas para ver. Ese era mi plan, darme un baño, ponerme la pijama y existir sentada en mi sofá por 8 horas sin hacer nada.
Con gotas de agua aún cayendo de mi cabello y mojando mi blusa, me dirigía a ejecutar mi plan.
Eso hasta que tocaron a la puerta de mi departamento.
Lo último que pudo haberse cruzado por mi mente fue verlo a él.
En cuanto abrí la puerta, se enderezó y pasó su mirada por mi rápidamente.
Si, amigo. Mis ojos están aquí arriba.
—Hola.
Sorprendida, fruncí un poco el ceño, pero al verlo sonreír con nervios no pude evitar devolverle el gesto. Luego pasé mi atención de él, a la chica que estaba a su lado. Era un poco más baja, con el cabello morado y no pasaba de los 17 años.
—Hola.-Respondí.-
Dick miró al piso, antes de nombrarme y soltar:
—Necesitamos tu ayuda.
Pareció hasta ridículo que después de todo sólo se parara en mi puerta a pedir ayuda para algo. Antes de que alguno de los dos dijera algo, la chica intervino.
—Soy Rachel.-Extendió su mano hacia mí, yo la tomé y me presenté de igual forma.—Me gusta tu papel tapiz, es bastante colorido.
Voltee hacia una de mis paredes, y regresé para sonreírle de nuevo antes de darle paso para que pudiera entrar. Dick iba a hacer lo mismo pero me coloqué delante de él, cruzando los brazos.
Tuvo que tener una buena razón para venir aquí, de eso estoy segura. Pero entonces, tenía que explicarme todo.
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—Este pastel es el mejor que he probado en mi vida.-Me dijo la chica de cabello morado, yo sonreí mientras tomaba mi café.-
—Bueno, gracias.
—No puedo creer que te haya salido bien sin haber hecho al menos una clase en repostería o algo así.-Siguió ella.-
—Es un don que tengo.-Respondí.-
Rachel siguió comiendo de su rebanada de pastel y yo voltee hacia la cocina. Dick estaba hablando por teléfono con lo que creo era la policía. Porque ahora el era detective de Detroit,al parecer, y es como Rachel había dado con él. La versión corta y que hasta ahora yo había recibido era que la chica que estaba frente a mi era especial, en el sentido en que tenía ciertos poderes que aún no podía controlar y algunos tipos malos intentaban buscarla.
