|Roy Harper|

3.7K 146 24
                                    

—Maldita sea, Jason

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Maldita sea, Jason. Ayúdame en esto.

—No se que quieres que te diga.-Dijo con un plato de papitas a su lado, mientras cambiaba de canal.—Ve con ella y admite que la cagaste, porque 1) Si lo hiciste y 2) a las chicas les gusta tener la razón.

Roy miró mal a su mejor amigo, tomó una naranja de la barra de la cocina y se la lanzó, obviamente no falló.
El problema aquí era el siguiente: Roy y tú llevaban saliendo un tiempo y todo había estado bien hasta hace pocos meses, cuando las peleas comenzaron a ser más fuertes y frecuentes, había intentado mantener las cosas normales pero su preocupación por tu vida comenzó a dar vueltas en su cabeza (Como a cada vigilante y super héroe le llegaba a pasar) y sus inseguridades no tardaron en estallar una noche. Y bueno, ambos se mandaron al diablo.

—¡Carajo, Harper!

—Te estoy hablando enserio, inútil.

—¡Yo también!.-Se cruzó de brazos, esta vez mirando hacia Roy.—Mira viejo, nuestras vidas pocas veces dejan de parecer una basura. Entiendo que te preocupe lo que le pueda pasar a ella...

—No es sólo eso.- Rodó los ojos.—Bueno si lo es, definitivamente estaría perdido si algo le pasa y más si es por mi culpa, ¡Jamás me lo perdonaría! Además lo acabas de decir, no hay mucho que pueda ofrecerle. Se merece algo mejor.

Jason miró como Roy suspiraba frustrado mientras pasaba sus manos por su pelo. Con un gesto incómodo apartó la vista, no sabía muy bien que decirle. Si quería ponerse sentimental con alguien tal vez no era la persona indicada, Dick o Tim parecían mejor opción, apostaba a que si sabrían darle algún buen consejo. Pero por otra parte, Roy era su mejor amigo y si eso significaba escucharlo lloriquear por una hora e intentar una charla motivacional por supuesto que lo haría.

Además, Jason te conocía y debía admitirlo, le habías agradado. Te conocieron por casualidad en una fiesta y desde el primer momento habías llamado la atención del arquero. Jay también creía que eras la única persona que podría soportar a su amigo aparte de él.

—Bien.-Dijo levantándose del sofá.-

—¿Qué haces?.-Le preguntó Roy a su amigo cuando lo vio caminar hacía su puerta y ponerse la chaqueta.-

—Iremos a buscarla, dejarás de ser un cobarde y hablarás con ella.-El arquero negó.-

—No puedo hacer eso, no justo ahora. Ni siquiera sé que voy a decirle.

—Te ha visto ebrio y ha escuchado tus miles de estupideces antes, no sería la primera vez. Ahora, andando.

—No, estas loco.

—Bueno, entonces yo lo haré. Le diré que te la pasas llorando en el sofá.

Roy gruñó, convencido de que nada de esto saldría bien pero aún así siguiendo a su amigo a través de la puerta.

————-
Llegaron a tu lugar de trabajo. Por la hora suponían que no tardarías mucho en salir del edificio pues casi era la hora del almuerzo, así que los chicos miraban atentamente del otro lado de la calle.
Roy aún no estaba muy seguro de esto. Jugaba con sus manos y miraba de un lado a otro, nervioso. Sin embargo, Jason estaba bastante convencido que era una buena idea. Además le hacía gracia ver a su amigo en ese estado.
No tardó mucho en que en efecto te vieran salir, con un par de amigas hablando de quién sabe que.
Sin darse cuenta, Roy empezaba a dar unos pasos hacía atrás. Eso hasta que Jason lo tomó de los hombros.

—No amigo, es el momento. Ve y háblale.

Roy balbuceó algo sobre que lo soltara y que había sido una mala idea. Sin embargo, Jason llamó tu atención hablándote haciendo que voltearas y dedicándote un saludo con la mano.
Roy se paralizó.

—Maldito hijo de...

—Puedes agradecerme luego.-Dijo Jason, riendo.-

—Voy a matarte.-Le dijo su amigo con enojo, volteando a verlo.-

—Bueno, ya reviví una vez así que...-Se encogió de hombros.-

La conversación cesó cuando estuviste a metros de ellos.

—¿Pasa algo malo? O ¿Por qué están aquí?.-Preguntaste haciendo que ambos te vieran.-

—Hola.-Volvió a saludar Jason.—Es bueno verte. No pasa nada malo no te preocupes. De hecho sólo vine a acompañar a Roy pero creo que ya debería irme.

Dijo, Roy lo miraba con pánico y negaba con la cabeza de la forma más discreta que podía.

—También es bueno verte, Jason. -Respondiste algo extrañada.-

—Nos vemos luego...supongo.

Él finalmente de alejó, pero Roy podía apostar que se escondería en algún lugar para ver el desenlace de esto.
Llevó su vista hacía ti. Se perdió un poco.
Te veías hermosa el día de hoy, ibas con un vestido azul marino, un saco a juego y unas zapatillas rojas. Tu cabello levemente recogido con un moño. Su corazón empezó a latir más fuerte cuando le dirigiste una sonrisa confiada.

—¿Te obligó, te engañó o te convenció?

—Uh, ¿Qué?.

—Para venir aquí, ¿Qué te hizo Jason?.-Roy frunció el ceño.-

—¿Por qué no sería mi idea venir a buscarte?

—¿Lo fue?.

—Tal vez.-Se encogió de hombros. Frunciste el ceño aún sin creerle pero decidiste dejarlo pasar.-

—Bueno entonces, ¿Qué necesitas?.

—Lo lamento.-Dijo después de un rato.—Mira, sé que no debí decir todo eso. Fue...fue estúpido hablarte así, no lo merecías y no fue justo que hiciera parecer que tenías la culpa porque no lo es, en absoluto.

—No fue sólo la discusión, Roy.-Suspiraste.—Ya habíamos hablado de todo esto. Se que tienes miedo y yo también, pero creí que estar juntos era suficiente para ambos.-Miraste abajo.—Creí que lo estábamos haciendo bien.

—No soy bueno en muchas cosas y quedó claro que no soy bueno estando contigo.-Se acercó a ti.— Te mereces algo mejor, porque lo que yo puedo ofrecerte no es ni la mínima parte de lo que deberías obtener de alguien. Y no quiero lastimarte o...o decepcionarte.

Miraste a Roy a los ojos. Por una parte agradecías que pudiera expresarte todo lo que le preocupa de una mejor forma que peleando. Y eran estos momentos que se veía genuinamente preocupado y asustado de fallarte que te impulsaban a demostrarle que si así fuera no importaría. Tu lo amabas tal y como era, jamás pensarías en dejarlo porque no sería lo mismo. Eras feliz a su lado, lo amabas y estabas segura que él a ti, por eso se frustraba e intentaba esforzarse tanto.
Cortaste más la distancia entre ustedes, tomándolo de los hombros y acercándote a sus labios.

—Roy.-Murmuraste.— La noche que nos conocimos ambos vomitamos en el basurero detrás de un bar. Creo que nada podría decepcionarme ahora.

Lograste que una sonrisa apareciera en su rostro.

—Diablos, no puedes estar hablando enserio.-Por fin rió, tu también alegrándote de sentir sus brazos rodearte.-

—El caso es que, no tiene que ser complicado. Amo estar contigo, no importa si tenemos muchas citas o sólo estamos sentados en el sofá hasta que llega la hora de que juegues al vigilante.  Me gusta incluso pelear contigo cuando no lo hacemos tan enserio.

—Te amo.-Dijo.—Me gustaría que sin importar que pase no olvidaras eso.

No resististe más y te lanzaste a besarlo. Él te recibió gustoso.

—Digamos esto.-Hablaste separándote.—No me rendiré contigo si tu no lo haces conmigo.

Sonrió y asintió, al tiempo que volvía a colocar sus labios sobre los tuyos.

One-shots Multifandom ☀️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora