Capítulo 16| La Arena

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Agua, en todos lados.

Lo primero que mis ojos logran ver es agua, arena, un cielo radiante y el cuerno de oro muy lejos de mí en una isla circular.

¿Dónde diablos estoy?

—Damas y caballeros, ¡que empiecen los Septuagésimos Quintos Juegos del Hambre!

La voz de Claudius Templesmith me retumba con fuerza en los oídos, el conteo da inicio, y debo decidir que hacer de inmediato.

Observo el paisaje a mi alrededor, hay franjas de arena en medio de las placas de metal, a mí lado no reconozco a ningún Tributo con un vistazo rápido, y no logro encontrar a Enzo, quién debe estar del otro lado de la Cornucopia.

El número se acerca a uno ¡debo tomar una decisión!

Miro una vez a mi alrededor, veo árboles altos, nunca antes los había visto. El paisaje es completamente desconocido.

Solo el distrito 4 podría tener un ambiente tan similar, maldición, toda la Arena debe ser en honor a Finnick, en el centro de entrenamiento no hay piscina, y con toda está agua solo el
Distrito 4 tiene una ventaja, ellos saben nadar.

—Diez...

Miro nuevamente a los tributos que tengo al lado, dejando de lado el ataque de pánico inicial, logro encontrar al chico del 12 en la placa de metal más cerca a mí, del otro lado está Mags.

—Cinco...

¿Qué diablos hago?

El gong que da inicio a los Juegos suena, a mi lado solo veo tres figuras que se lanzan al agua, el resto permanecemos inmóviles en las placas de metal.

No sé nadar...

Morir en el baño de sangre tal vez sea una buena forma de hacerlo, un poco humillante pero que importa.

Los segundos pasan, y cerca de dos minutos de haber sonado el gong veo que ya alguien ha llegado a la Cornucopia.

Veo a Finnick de pies junto al cuerno de metal dorado, está a más de treinta metros de mí y lleva un tridente en la mano y una red echada al hombro, detrás de él aparece Katniss Everdeen, con un arco.

Una de sus flechas directo a la cabeza o el cerebro y todo habrá acabado, pero no me apunta.

Mira a Peeta en el agua, intentando nadar.

Mags nada lentamente hacía él, aunque más bien parece estar flotando.

Recuerdo las palabras de Lucrezia acerca del traje, ¡El cinturón! Ella dijo que podía flotar.

—Oh, mierda—muchos tributos ya han abandonado sus placas y nadan pesadamente hacia la Cornucopia. Estoy perdida.

Miro las olas que me mojan las botas, y salto, no me hundo, y eso es buen indicio.

Finnick se tira al agua para ayudar a Peeta a unos cuantos metros de mí, y yo intento alcanzarlos. Si creen que voy a herirlos, quizás tenga suerte y me maten.

Peeta llega a la franja de Arena, y Finnick vuelve a saltar al agua, esta en vez en mi dirección.

Qué venga a matarme, que venga a matarme, por favor.

—¿Estás bien?—me pregunta, sujetándome del brazo para ayudarme a llegar a la orilla. No es la pregunta que se la hace a alguien antes de clavarle un tridente en el pecho.

Peeta extiende su mano en mi dirección para ayudarme a subir a la franja de arena. Mags ya está aquí.

—Gracias—respondo, Katniss me observa, lista para matarme.

The Red Queen- Finnick Odair| The Hunger Games|Where stories live. Discover now