Capítulo 26| La presidente

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Meto el brazo bajo el cacharro de la pared, y un minuto luego tengo tatuado mi horario del día en tinta de un púrpura enfermizo.

Suelo no hacer caso a las actividades programadas en mi piel a diario, nada más me presento a la cafetería a la hora de comer, pero hoy tengo servicio comunitario en el hospital y eso significa que quizás podré ver a Finnick.

Fui a visitarlo el día siguiente a mi liberación, pero me dijeron que se había puesto muy mal, que perdió el control, tuvo un colapsó y tuvieron que sedarlo. He ido dos veces más y no me dejan verlo.

No sé cuánto tiempo lo seguirán manteniendo recluido, así que vale la pena aprovechar la oportunidad de intentar verlo.

Además, de no asistir al hospital, tendré que verme en la obligación de volver a la grabación de las propagandas, junto a Katniss. Ayer tuve que hacerlo, Markus no estuvo presente. Solo éramos Katniss y yo, con toneladas de maquillaje encima y trajes ridículos de combate, Haymitch burlándose de lo tontas que nos veíamos...

No fue agradable, pero fue lo que la presidente Coin quería, y complacerla a ella es muy importante. Tengo entendido que quizás Beetee logre proyectar la grabación hoy en los demás Distritos. Aquí lleva todo el día en pantalla, verme ya me da repulsión.

Pronto tendré que hacerle frente a la revolución. Soy consciente. Me tendré que armar de valor y decidir cuán dispuesta estoy a entregarme a pelear en una guerra en la que perdí la fe y aún no logro recuperarla.

En el camino al hospital, mi hermano se acerca a mi. Es la primera vez que lo veo en días.

—No nos puedes ignorar para siempre—me dice al plantarse ante mi. Veo a sus ojos, y me doy cuenta que estoy mirando a la cara de alguien que desconozco, y he abandonado—. Eres una mentirosa, hermana.

Me acusa, enojadisímo por supuesto.

—No quiero oírte.

—¡Tu nunca quieres oírnos!—me grita. Está rabioso. La gente comienza a detenerse a nuestro alrededor, primero por su escándalo... que eso aquí casi nunca pasa, y segundo porque se trata de mi, y he descubierto que hasta los raros y rígidos habitantes militares del Distrito 13 sienten curiosidad por mi, y bueno, soy su nueva estrella televisiva...¡Alyssa, la rebelde!
—. Nos haces a un lado, Alyssa. Y luego le mientes a Zachary, a la doctora Clarence y le dices que te hemos abandonado.

No me pregunto cómo se habrá enterado de eso, quizás el mismo Zachary lo confrontó. No debí decirle que mi familia me había rechazado, eso fue cruel...Pero tenía que, y quería... Más que nada quería liberarme de su carga, que no fuera mi responsabilidad cuidar de ellos.

—Deja de gritar.

—¿A ti te parece que mamá en verdad te abandonaría? ¿Qué yo lo haría?

No me gusta como la gente nos mira...con emoción.

—Ella me miró a la cara, luego de que le conté todo y me dijo que no me conocía, que no era su hija y que me fuera, Jason—respondo, en voz baja—. Ahora muévete, que voy tarde.

—No me moveré, hasta que no me digas la verdad—dice con firmeza. Sabía que tarde o temprano tendría que confrontarlo, que a sus oídos llegarían las mentiras que estaba diciendo, no tan mentiras de cierta manera.

—Hice tantas cosas por ustedes, los veía cómo todo lo que tenía...Pero eso no era así—le digo, así le parta el corazón—. Ustedes eran solo mi carga, lo que tenía Snow para jugar conmigo—me acerco a él, y lo miro directo a los ojos, que son los mismos de mi padre—. Su trato era frío, y eran distantes conmigo casi siempre. Papá no podía estar en la mesa siquiera cuándo yo estaba...Mientras yo me entregaba a cada hombre del Capitolio que me quisiera para mantenerlos respirando, ustedes me miraban como si fuera alguien más.

The Red Queen- Finnick Odair| The Hunger Games|Where stories live. Discover now