序幕: 从今以后我挺你,你挺我

11.7K 1K 198
                                    

Prólogo
Desde hoy te soporto, tú me soportas

Me sentía extraña, como si mi cuerpo estuviera flotando y emprendiera hacia el paraíso, uno al que solía existir antes de que toda esa mierda de vida viniera a mí.  Una mierda de vida a la que me rehusaba vivir, pero que no tenía de otra que aguantarla hasta el momento que me emancipara y me largara lejos. Sin embargo, ese deseo solo se quedaba en mi cabeza y venía solo a mí cuando me sentía libre.

Cuando me sentía drogada.

Y en ese instante, estaba hasta los cojones de marihuana. Había sido la curiosidad, no, nuestra curiosidad, porque el moreno a mi lado estaba igual o inclusive peor que yo, con tan solo un par de caladas del porro que él había conseguido por sus medios. Cuando me había dicho que quería probar marihuana, sólo unas horas atrás, mí yo decente hubiera dicho un "No hagas estúpideces", pero estaba tan harta de esta tragedia que acontecía a mi vida que le dije " Tráelo a mi casa, fumemoslo en mi habitación y vayamos a la mierda juntos"

Aquel moreno no había dudado ningún segundo, que apenas minutos después  se escabulló en mi habitación, encendiendo la razón por la que nos sentíamos tan bien y nos reíamos como si la vida ya no fuera demasiado trágica de por sí, como si no existiera preocupaciones; pero ¿Eso no era el chiste de drogarse, emborracharse: el olvidar la mierda de vida que uno tenía, olvidar las penas, olvidarte de todo?

Me dejé caer sobre la alfombra que adornaba toda mi habitación, y estiré mi mano hacia el techo donde veía las pegatinas en forma de media luna que alguna vez calmó mis pesadillas. Ya no más. Ahora eran aquellas que me recordaban que estaba viviendo en la cruda realidad, sin embargo, en ese entonces no presté atención que estas fueron cubiertas por aquel rostro tan familiar.

Fue mi estado de desorbitación que me hizo acariciar su cabello tan negro como sus ojos, tan suave como su piel. Observé el rostro de aquel muchacho por apenas unos segundos, solo unos segundos fueron para mí tal vez, quizá fueron más, no importaba. Así como tampoco no importaba que en cualquier momento mis padres llegarían, pero estarían tan concentrados en sus problemas que ni siquiera percibirán el olor tan peculiar de la marihuana ni que su única hija tenía a un hombre entre sus piernas.

El uniforme me incomodaba mientras ahora jugaba con la corbata de mi acompañante y le veía sonreír mientras decía algo que no presté mucha importancia. Apenas podía recordar cuál era mi nombre debido que la sensación que controlaba a mi cuerpo en ese instante era más fuerte que ponerme a pensar en otras cosas.

Pude sentir sus manos grandes acariciar sobre mi camisa con brusquedad y ganas de explorar mi piel, dejándome hacer cualquier cosa que en un estado de lucidez ni hubiera permitido. Mis piernas envolvían su cintura cuando él estaba arrodillado. Mi falda alzándose y dejando mi ropa interior a la vista. Mi respiración se tornó muy pesada cuando preguntó.

—¿Qué cojones estamos haciendo?

—No lo sé, no lo sé. —le respondí de vuelta. El cuerpo me quemaba así que empecé a abrirme la cabeza frente a él. Traspiraba demasiado y sus manos que habían estado acariciando mi camisa tocaron finalmente mi piel, haciéndome abrir la boca ante el ardor del tacto.

—Me estás matando, Hyemin. Nos vamos a arrepentir...—¿Arrepentir de qué? Yo solo me estaba echando aire. Volví a dar una calada más y cerré los ojos, dejando incluso que aquel ser tomara mi mano, quitándome el porro para metérselo en la boca. Éramos dos adolescentes de 15 años jugando a ser adultos. Cerré los ojos sintiéndome más relajada y alzando los brazos sobre mi cabeza, respirando cada vez más relajada. Pasé mi lengua por mis labios sintiendo sed, muchísima sed.

—Hyemin ¿Tú eres virgen, no?— me preguntó. Asentí sin saber por qué me preguntaba eso, me cercioré colocando mi peso sobre mis codos.

—Tengo sed—dije, pero fue inútil. No apreciaba lo que sucedía en mi delante, en cómo se quitaba la camisa en un segundo ni cómo me atraía hacia su cadera sin dudar, como si fuera un experto, pero los dos éramos todo lo contrario. Cerré los ojos, me estaba perdiendo. Me iba a dormir o algo por el estilo, o iba a perder la memoria por tanta relajación; o simplemente me iba a morir, no me importaba en sí.

—Hyemin, tengo ganas de follarte

Una confesión que me hubiera avergonzado, pero no lo hizo, sino que hizo abrir mis ojos y posarlos en los de él. Estaba muy cerca de mí y podía sentir todo de él inclusive su piel que ardía; y antes que respondiera algo, que ni siquiera podía saber si estaba bien o no, sus labios se presionaron sobre mí, salvaje y lleno de baba, pues no estábamos en nuestros cinco sentidos. Tiré con fuerza de su cabello atrayéndolo al suelo, haciendo que se cerniera sobre  mí y pudiera atraparlo con facilidad entre mis piernas.

Dando inicio al comienzo de una tortura, una de la que gozaría bien en mi momento de ebriedad, pero en que mis momentos de lucidez serían mi tormento.



Hay errores que nos hace querer dar un borrón y cuenta nueva en nuestras vidas para fingir que nunca existieron.
Este era uno.


Yes girl + Jhs  + Ksj ✔️Where stories live. Discover now