Yes girl + Jhs + Ksj ✔️

十七: 奇怪的

Capítulo 17: Extraño.

Pasé  las hebras de mi cabello tras la oreja mientras Hoseok me estiraba la mano, esperando que saliera del café. Lamí mi labio inferior, por los nervios repentinos. Atrapé su mano mirando hacia otro lado, mientras él la apretaba con ganas.

—¿Quieres ir por algo de comer antes de regresar a casa?

Me preguntó. No tenía hambre. Había comido hacía un rato en el café, gracias a Seokjin. Así que negué. —Cené hace poco, pero...  ¿Podríamos comprar chocolate caliente? Está un poco ventoso.

Terminé diciendo mientras me encogía bajo mi abrigo no tan grueso. El otoño en Seúl era algo con lo que no se podía jugar y yo estaba haciendo eso. Hoseok detuvo su andar para quitarse su chaqueta negra.  Observé su acción, su cuerpo apareciendo en mis ojos, y su cabello despeinándose al mover su cabeza por pura reacción al quitarse la prenda. La colocó sobre mis hombros, y apretó de ellos suavemente. —¿Con leche?

—¡Sí!

Exclamé emocionada. Amaba el chocolate con leche. Hoseok sonrió acercándome más a su cuerpo mientras caminábamos bajo las luces neón de las calles. Hoseok empezó a hablar sobre la sorpresa que había recibido horas antes, que ya había estudiado mucho y no lo dudaba. Hoseok era de las personas que tenían un enorme poder de comprensión que con solo una lectura  podría entender y explicar algo como si fuese el mismo profesor. Cuando estudiamos juntos, él solía explicarme muchas cosas y él era muy paciente haciéndolo. Él había sido siempre mi apoyo desde niños.  Llegamos a una tienda de conveniencia, soltándome para que empujara la puerta. Agarré su chaqueta mientras ingresaba al interior. Hoseok me siguió.

Caminamos por los pasillos luego de haber saludado al cajero y nos dirigimos hacia las bebidas. Planeaba también comprar unas banditas para mis pies, me había lastimado con las zapatillas nuevas que Hoseok me había dado un par de días atrás. Tomé unas diez de la caja que estaba ahí luego de coger mi lata de chocolate tibio, mientras Hoseok, a mi lado, veía algo con suma curiosidad.  Me fijé bien en lo que él sostenía.

—¿Sabor a chocolate? ¿Quieres intentar?

Mi cara se volvió roja, como un tomate mientras él solo se reía. Con nervios cogí el paquetito negro que tenía en sus manos y lo coloqué en su lugar. ¡No iba a comprar condones de sabores!

—Dicen que se siente y sabe muy bien

—¡Hoseok!

Le reclamé, pero él solo sonrió mientras me atraía a sus caderas. —¿No te da curiosidad?

Dijo él lamiéndose los labios. Sí, sí tenía curiosidad, pero no lo iba a decir. Miré a otro lado. —Mejor compra los normales.

—¿Segura?

Le miré a  los ojos, iba a decir que lo estaba, pero luego miré bien su expresión. No podía decirle no. —Bien, compremos eso, pero... Solo esta vez ¿Sí?

Ver su sonrisa amplia hizo que lo mirara embobada. Colgué mis brazos tras de su cuello de repente, acercándome más a él. Lamí mis labios. Me había vuelto más afectiva de repente, quizá era por el hecho que ahora Hoseok estaba soltero y no me tenía que limitar a mis acciones, porque antes, cuando incluso él tenía novia y no éramos nada, le tocaba, pero con control porque me gustaba hacerlo, aunque claro estaba el hecho que no era por sentimientos. Ahora lo hacía porque compartíamos algo y porque ahora me sentía algo diferente con él.

Con Jimin había sido algo diferente, inclusive en la forma de besar. Con Jimin tenía besos suaves y cuando estos subían en intensidad me incomodaba, pero ahora con Hoseok, me podría dejar estampar contra la repisa y me gustaría.

Acaricié su nuca y empecé a atraerlo hacia mi, pero antes que mis labios tocaron los suyos, Hoseok se alejó, dejando caer abruptamente mis brazos. Iba a preguntar porqué lo había hecho, pero giré ante una voz.

La mejor amiga de Dasom. Kang Jiwoo. —Oh, Hoseok-ah.

Dijo ella un poco feliz, como si no fuera el ex de su mejor amiga. Ella se acercó con una sonrisa incluso me dedicaba una. Me crucé de brazos, fingiendo una sonrisa.  Tomé tres condones y me di la vuelta, sin siquiera mirar o decir algo a aquella chica, que parecía muy emocionada por hablar con Hoseok. Me dirigí hacia el otro pasillo y suspiré, esperando que Hoseok se despidiera y viniese pronto. Sin embargo, el tiempo pasó y nada. Hoseok no se aparecía. Decidí salir hacia la caja, y lancé los productos que planeaba comprar. Inclusive dejé los condones luego de pensarlo bien. Solo compraría mi chocolate y las banditas. Luego de pagar, salí de allí.

Di unos cuantos pasos, cuando sentí que alguien me tomó del hombro, tratando de asustarme. —¡Boo!

Miré a Hoseok. Jiwoo no debería estar tan feliz con Hoseok, es decir le rompió el corazón a su amiga, hacía apenas unos días.

Hoseok borró su sonrisa, de repente. —¿Qué sucede?

—Nada.

Le dije. En sí solo había sentido que la reacción de Jiwoo no había sido normal, pero no se lo podía decir. Él no creyó, porque me sostuvo del brazo un poco más fuerte, firmemente.

—¿Qué quería Jiwoo?

—Oh, nada. —Rodeé los ojos ante la respuesta y luego miré el suelo, frunciendo la boca. —Hye...

—¿Por qué te demoraste?

—No me demoré— dijo él, vacuo. Su voz mostrando desinterés o mejor dicho restándole importancia me sonó patética. —Solo fue un par de minutos. Cuando fui a buscarte ya estabas saliendo de la tienda.

—¡Te has demorado como diez minutos hablando con ella!— le dije. Parecía como si le estuviera haciendo una escena de celos, pero no era así. Una mala sensación me había venido de repente. Era algo que no podía explicar. Terminé suspirando.

—Lo siento, fue sin querer, ¿Me perdonas?

Dijo él. Lamí mis labios y luego le miré a los ojos. Él fruncía la boca, tiernamente. Maldita sea, no podía seguir molestando él por algo que ni yo comprendía. —Ahora sí me dio hambre por tu culpa. Cómprame una salchicha.

Le dije. Él empezó a sonreír

—Te puedo dar otra salchicha si quieres.

—¡Jung Hoseok!

Le grité, pero él solo rió volviéndome a rodear por los hombros, besando de paso mi cabeza. Le miré, él brillaba. Jung Hoseok brillaba mucho ante mis ojos.