Yes girl + Jhs + Ksj ✔️

十二: 做到这一点

Capítulo 12:  Haz esto.

Recosté mi cabeza en la mesa, sobre mi libro y cerré los ojos. Tenía sueño. Supongo que quedarme hasta cerca de las tres de la mañana despierta con Hoseok no había sido bueno del todo. Tenía prácticamente dos días de estudio acumulado y tenía hambre. Luego tendría que ir a trabajar, así que fruncí la boca y  levanté mi rostro. Seokjin me estaba mirando. Él también había venido a estudiar y apuntar unas cosas sobre unos temas que habíamos visto la semana pasada en clase, pero gracias a que él no había estado, no los tenía. Él sonrió suavemente y yo hice una mueca volviendo a mirar a mis hojas.

No mucho después mis ojos se levantaron de aquel sitio para que sean cerrados mientras movía mi cuello de un lado a otro hasta que los abrí viendo pasar a Dasom con una chica, conversando. Se dirigían hacia la zona de economía, al lado de la zona en la que estábamos, matemáticas. La biblioteca general estaba dividida por zonas, unas más tranquilas que otras. Matemáticas era mi zona favorita porque la gente era muy callada, y no había mucha después de todo. Me lamí los labios viéndole. Ella cruzó mirada conmigo, alzando su mano para saludarme.

Parpadeé mucho sin saber qué hacer y en un movimiento torpe también le correspondí antes de que ella desapareciera. Dasom se veía... Normal. Muy normal.  Decidí volverme a concentrar, hasta que sentí una mano en mi hombro, haciéndome levantar la cabeza. Jung Hoseok estaba ahí, sonriéndome.

Me levanté sabiendo que Dasom no estaba tan lejos, Seokjin siguió mi movimiento, pero no le iba a decir nada, solo empujé a Hoseok hasta las repisas llenas de libros. Lo llevé hasta el fondo, donde nadie nos podría oír ni ver.

—¿Qué sucede?

—Dasom está en la sección de al lado, no puede vernos juntos.

—¿Por qué no? Solo somos amigos. — dijo él. —Bueno para ella, claro está.

Fruncí la nariz. —Igual. No quiero que sospeche que nosotros...—me quedé callada, pero Hoseok solo empezó a jugar con mi cabello y su otra mano el fin de mi camiseta, en el centro de mi pecho.  Mi chaqueta la había dejado en el respaldo de la silla. Lamí mis labios un poco nerviosa.

—No va a sospechar nada, además ya te dije, vamos a romper, y no habrá nada por lo que te debes preocupar. Podré exponer mi amor por ti frente a todos. — él dijo, pero no me agradaba la idea .

—Hoseok...—me interrumpió, colocando su dedo en mi boca.

—Shh... No digas nada. — dijo él, acercándose un poco más. Apreté su camiseta frente a mí mientras él se acercaba a mi boca, tan peligrosamente. Me tensé. — ¿Puedo besarte aquí?

Pero él ni siquiera me dejaría responder porque empezó a dar besos ligeros en mis labios y luego a besar mi mentón, haciéndome derretir. ¿Qué mierda tenía Hoseok para hacerme sentir tan débil ante el? No podía comprenderlo. Luego de dejar de dar besitos en mi mentón me miró, empezando a levantar mi camiseta ligeramente, acariciando mi abdomen, aquel que reaccionó ante sus manos frías.

—Hoseok, estamos en la biblioteca...

Pero él seguía acariciándome y luego atacó mi boca, mientras ahora me atrapaba de la cintura y me atraía a él, con gran fuerza. Era abrumador, el poder que tenía sobre mí era realmente abrumador, porque cuando quería detenerme por pudor, hacía que mis brazos se colocaran tras de su cuello y le besara de la misma forma. Hoseok introdujo su lengua dentro de mi cavidad haciéndome gemir. Los besos con lenguas era lo mejor que existía en el mundo, me hacía desear más y tirar de su cabello, pero un par de voces nos alertó que debíamos parar, haciendo que él se aleje y yo me acomodara mi camiseta. Me lamí los labios, nerviosa, cuando un par de chicas pasaron y se nos quedaron mirando, pero parecía no haber sospecha en sus ojos porque siguieron caminando.

Golpeé su pecho luego de eso. —No haremos esto aquí, es riesgoso.

Él empezó a sonreír, de felicidad y tal vez porque el golpe le había causado risa. —Vale, pero cuando seamos pareja oficial, créeme que más que besos en público te daré..

Mis mejillas se sonrojaron, entendiendo su indirecta. Él sonrió orgulloso de eso. —En fin me voy, debo romper con Dasom pronto. ¿Paso por tu casa, no?

Asentí, un poco cohibida. Hoseok peinó mi cabello tras de mi oreja. —Hye, ¿No te cuidas verdad? Es decir ¿No tomas pastillas para regular tu periodo?

Negué. Era muy regular.

Él asintió. —Bien, con condón será suficiente, pero para evitar accidentes, sería mejor que busques un método.

Y sin decir algo más le vi marcharse, con los manos en los bolsillos. Toqué mi pecho, esa zona latiendo con gran fuerza. Me eché aire en el rostro tratando de erradicar la calentura, y luego de unos segundos regresé a la mesa. Seokjin seguía ahí, escribiendo. Me senté en su delante, y él alzó su mirada.

Examinó mi cara por alguna razón y luego miró hacia abajo, sin decir nada y sin ninguna expresión. Traté de concentrarme en los apuntes una vez más, pero no pude.

El calor en mi cuerpo era muy fuerte así que empecé a echarme aire. Ni siquiera hacía calor ese día, así que me levanté y empecé a guardar mis cosas. Me iría al trabajo, después de todo no faltaba mucho para que mi alarma sonara. —Quédate con mis apuntes, mañana me lo devuelves.

Seokjin asintió en silencio. Me despedí de él, frunciendo el ceño. Seokjin estaba muy callado, pero de seguro era porque estaba muy concentrado.