Hürrem

22 Nueva Rival

Palacio Topkapi a finales de 1524

Nuevamente estaba embarazada.

Allah la volvió fértil, por gracia de él llevaba en su vientre a otro miembro de la dinastía otomana en su vientre, lamentablemente aquellos gritos inundaron todo el palacio y el harén de Topkapi.

La celebración fue por orden de Süleyman a pesar del luto que vivía su hermana Beyhan por la ejecución de su esposo.

El Sultanzade Osman, Gevherhan Hanimsultan e Ismihan Hanimsultan llegaron junto a su madre quien los dejo junto a su sirvienta en una de las habitaciones del palacio.

Beyhan Sultan le gritó a su hermano el Sultán Süleyman en medio de la Valide Sultan, Hatice Sultan, Şahıhuban Sultan, Yenisąh Sultan y sus favoritas Mahidevran Gülbahar Sultan y Hürrem Kadin.

— Estás frente al sultán del mundo Beyhan — le dijo Ayşe Hafsa — mantente cuerda y vuelve a tus aposentos.

Ella negó con la cabeza.

— Usted cállese Valide Sultan — vocifero Beyhan Sultan quien volteó por último y miró a su hermano con enojo — eres un cruel asesino Süleyman, solo deseo por Allah que no tengas tranquilidad nunca más.

Süleyman hizo un ademán a Ibrahim Paşa quien se acercó a Beyhan Sultan para sacarla del harén.

Ya nadie hablaba.

La Valide Sultan miró con decepción a Beyhan Sultan.

— No me toques Ibrahim Pargali — dijo mirándolo despectivamente — Soy una sultana, mañana por la mañana me iré con mis hijos a Edirne Süleyman y no volveré jamás.

Ese fue el último día que Süleyman miró a su hermana , aunque algo por dentro de él se quebraba.

¿Acaso no entendía que su esposo fue un traidor al imperio?

Şahıhuban Sultan tomó a su pequeña Esmehan Sultan quien le sonreía divertida al Şehzade Mehmed, Hürrem Kadin se dio cuenta de aquello y le pidió a Kemer Agha que se llevará a los niños y a la pequeña Hanimsultan.

— Es mejor mi sultana — dijo Hürrem — que los niños ya no estén aquí con tanta tensión.

Şahıhuban Sultan le dio una sonrisa.

— Tienes razón Hürrem — dijo la sultana — la verdad lamento que mi hermano haya ordenado la ejecución de Ferhad, pero si era un traidor debía de morir.

Ayşe Hafsa miró a ambas con desaprobación.

Tampoco había aprobado la forma en la que Beyhan Sultan le había hablado a ella y al sultán, sin embargo la Valide Sultan entendía el dolor que atravesaba.

¿Cómo les explicaría a sus hijos que su padre era un traidor y que por eso Süleyman lo había ejecutado?

— Yenisąh Sultan ve con el Şehzade Mehmed, Mihirimah Sultan, Şehzade Abdullah, Şehzade Selim, Şehzade Mustafá y Raziye Sultan — le ordenó Ayşe Hafsa a la pequeña quien corrió para alcanzar a Kemer Agha.

Hatice miró a su madre con tristeza.

Jamás imagino que aquello acabaría con la tranquilidad de su familia y el amor de Beyhan Sultan a la casa real de los otomanos.

— Madre es mejor que termine esto — le dijo Hatice Sultan a la mujer que le había dado la vida quien negó con la cabeza.

— Ahora no Hatice, fue una orden de Süleyman y hay que acatarla — dijo Ayşe Hafsa — además falta lo mejor, por el berrinche de Beyhan no podemos hacer que Süleyman deje de celebrar el embarazo de Hürrem.