Hürrem

23 Nuevos Planes

Palacio Topkapi a inicios de 1527

Muchas veces Allah no deja que los inocentes sufran, eso le había dicho Hürrem a la pequeña Mihirimah Sultan cuando se enteró de la enfermedad de Yenisąh Sultan.

Los doctores entraban y salían del harén, literalmente era una olla hirviendo en medio del miedo y la incertidumbre que las mujeres del sultán estaban viviendo.

Dos años habían pasado simplemente desde que Hürrem descubrió la carta que Gülbahar enviaría a Ibrahim, solo la guardo y esperaría el día para poder utilizarla a su favor encontra de aquella mujer.

Dos años también habían pasado desde que Ibrahim Paşa y Hatice Sultan se habían casado en una ceremonia magnífica a la cual muchos hombres importantes del imperio habían asistido.

La Valide Sultan procuro entrenar a Romina después Gülşah a quien le cambió el nombre a Neslişah, la muchacha era astuta y muy inteligente, tanto que ni siquiera Hürrem podría con ella.

Eso afirmaba la Valide Sultan.

Solo Allah sabría si aquello era verdad, ahora la única preocupación de Ayşe Hafsa Sultan era su hijastra Yenisąh Sultan quien se debatía entre la vida y la muerte.

— Yenisąh estará bien Valide Sultan — le dijo Şahıhuban Sultan.

Hatice asintió queriendo creer que la pequeña sultana pasaría de la noche.

— Es tan fuerte madre — dijo Hatice — ¿Hürrem está con Mihirimah?

Lo último se lo pregunto a Esra Kalfa quien asintió.

— Ambas son muy unidas mi sultana — dijo Esra Kalfa — tal parece que no fueran tía y sobrina, si no hermana mayor y menor.

— Esa es la diferencia entre Mihirimah y Raziye — dijo Ayşe Hafsa Sultan — a pesar de que Raziye tiene cuatro años parece que su madre la ha vuelto su copia, sin embargo debo agradecer a Hürrem por hacer de Mihirimah una niña inteligente y que a pesar de saber su valor es muy humilde.

— Debo volver con Ibrahim madre — dijo Hatice Sultan — volveré por la mañana, mi pequeño Mehmed me espera y... el pequeño que está en camino me querrá fuerte.

Ayşe Hafsa asintió.

Şahıhuban Sultan se quedó con la Valide Sultan quien también les había enviado una carta a Fatma Sultan y Beyhan Sultan para que vinieran a la capital, dudaba que la última lo hiciera después del alboroto que había armado años atrás.

— ¿Lütfi Paşa te trata bien Şahıhuban? — le preguntó la Valide Sultan.

— La verdad es un hombre integramente religioso Valide y... — se detuvo por unos segundos — lo amo mucho, Esmehan Hanimsultan siempre lo espera con una sonrisa y él se ha portado bien, pero con el último incidente de Ferhad le he pedido que sea justo y prudente o de lo contrario no querría quedar viuda.

La Valide Sultan entendía las palabras de Şahıhuban, todo el palacio y el imperio temblaron al saber la decisión que su majestad había tomado respecto a su cuñado.

— Beyhan no se repuso, insultó a su propia dinastía y se orilló a un exilio, solo espero que Yenisąh la conmueva y venga a la capital — dijo la Valide Sultan.

Hürrem llegó junto a sus hijos, a pesar de las últimas diferencias con la Valide Sultan la segunda sabía que la Kadin apreciaba mucho a Yenisąh.

Gülbahar Sultan llegó detrás de ella junto a Şehzade Mustafá y Raziye Sultan, miró con desprecio a Hürrem para posteriormente sonreírle a la Valide Sultan con hipocresía y hacerle la reverencia correspondiente.