~ II ~ ¿Y AHORA QUÉ?

3.1K 92 2
                                    

Unos dulces besitos en la mejilla me despertaron. Yo, desconcertada, cometí el error de pensar que eras tú. Pero, antes de que puediera murmurar tu nombre, recordé que me encontraba en mi casa y que OT ya se había acabado. No quería recordar lo que había pasado entre nosotras, pero lo recordé. En seguida, me obligé a olvidarte y a centrarme en los besos de mi madre. Me giré y la abrazé, cubriendo sus mejillas de besitos. 《Como solía hacer contigo cada mañana》 recordé con añoranza, tristeza y rábia a la vez. Seguía sin creerme que solo finguieras. En esos momentos te odiaba con todo mi corazón, pero también me odiaba a mí misma por haber sido tan estúpida.
Dejé de pensar en todo eso y me levanté de un salto para ir a desayunar con mi familia. Tenía tantas cosas que explicarles...

Aquella mañana la pasé hablando con mi familia y recordando algunos momentos de OT2018. Nos reímos muchísimo evocando algunos momentos clave. Así nos pasamos horas y horas; hablando sin parar, explicándonos cómo habíamos vividl aquella experiéncia que nos había dado la vida. Al final, me emocioné. Recordaba todo aquello, pero sabía que ahora solo podría revivirlo a través del recuerdo y los videos que circulaban por las redes. Esos videos que todavía no me había atrevido a mirar, por miedo a lo que me iba encontrar.

A las 13:30 mis padres salieron de casa, habían quedado con unos amigos para ir a comer. Así que Marina y yo tendríamos que comer solas. Fue entonces cuando volví a mi habitación por primera vez desde que me había levantado aquella mañana.

Encendí el móvil y por pura curiosidad entré en Whatsapp. Ví que te habías conectado hacía dos minutos. Pero no me habías enviado nada. Cerré la aplicación, indignada. Supongo que esperaba algo, un "hola, ¿que tal?" o algo así, como mínimo. Aunque me hubiese encantado un simple "lo siento". Pero no, tenías que estar en silencio. Abrí Instagram y miré las notificaciones. Ví que hacía poco me habías empezado a seguir. No sé que era peor.

Apagé el móvil y me tumbé en la cama. Suspiré, intentando saber qué era lo que realmente quería o esperaba de tí. Unas frías lágrimas se mostraron, como toda respuesta, y no tuve más remedio que dejarlas caer. No sabía muy bien por qué lloraba, al fin y al cabo nunca habíamos dicho que fuésemos nada. Así que tampoco estaba del todo mal que tú te hubieses marchado sin abrazarme delante de todo el mundo y ahora no me hablases. Entendí que ese abrazo que me habías dado en la habitación era el abrazado que me correspondía delante de las camaras, pero que habías decidido avanzar. Y el echo de que no me hablases, bueno...quizás en la academia solo me hablabas porque yo te hablaba, yo qué sé. Me giré y después me levanté, dispuesta a ignorarte y a olvidarte. Me aproximé al escritorio y cogí un cuadro inacabado que hacía más de tres meses había dejado allí.

Estuve pintando durante casi una hora, hasta que a las 14:40 fui a poner la mesa mientras mi hermana pedía unas pizzas. Comimos en silencio, sonriéndonos de vez en cuando.

Cuando acabamos, nos sentamos en el sofá. Y fue Marina quien rompió el silencio. Aún así, la pregunta que me hizo no me gustó nada. Nadie de mi familia me había hablado ni preguntado sobre ello todavía. Principalmente porque sabían que sería duro para mi, pero alguien tenía que hablar algun día. Y esa fue mi hermana. Me preguntó por ti. Sí, por ti.
- Oye Alba,... ¿Natalia y tu...os continuaís hablando?
Miré al suelo y respiré hondo, intentando que las lágrimas que estaban esperando no saliesen disparadas. Marina me miró y tambien bajó la mirada, supongo que se arrepentía de haberme hecho la pregunta. Me volvió a mirar.
- Yo...lo siento Alba. - suspiró y bajó la mirada de nuevo mientras fruncía el ceño. Yo la miré, no tenía pprque discuplarse. Se lo quería decir, pero las palabras se quedaron escritas en braeile en mi lengua. Noté como una tímida sonrisa se dibujaba en mis labios. Tragé saliva y negé lentamente con la cabeza. Aquella era la respuesta a la pregunta que mi hermana había soltado, como una bomba a punto de explotar. Mi hermana la entendió y me abrazó. Estuvimos abrazadas durante una eternidad, pero yo no quería separarme.
- Quizá deberías empezar tú por decirle algo. No sé... - dijo Marina cuando nos separamos. - Quizá ella no sepa como te sientes. Quizá no se haua dado cuenta. No lo sé, Alba,...pero si de verdad quieres hablar con ella o que ella te diga algo...quizá deberías empezar tú.
La miré, incrédula. ¿Que quizá no te habías dado cuenta? ¿Cómo podía pensar que quizá tú no sabías nada si habías sifo tú quien me había dejado tirada como un puto trapo? ¿Que empezase yo? ¡¡Y una mierda!! Ni de coña iba a empezar yo. Eso lo tenía claro.
Aún así, no dije nada. Me quedé callada jasta que mi hermana se fue.
- Piensalo Alba, quizá tenga razón.

Esta vez ni la miré. Estaba flipando. Si antes no te entendía a ti ni a mi, ahora era mi hermana a quien no entendía. Te lo juro, no entendía cómo podía ser que mi propia hermana te apoyase. ¡Era el colmo! Y yo, ¡yo estaba harta! Quería que el mundo me dejase en paz.

Me volví a mi habitación, quería seguir pintando. Pero en vez de eso, vi como mi cuerpo se lanzaba hacía la cama. No sé cuanto tiempo permanecí estirada en ella, pero, la verdad, poco me importa. Me incorporé y miré el cuadro que me esperaba encima de la mesa. No pude evitar fijarme que a su lado descansaba mi móvil y, sin darme apenas cuenta de lo que hacía, lo cogí. Lo encendí y entré en Whatsapp. Me quedé parada un momento, reflexionando. Quizá mi hermana tenía razón. Y tampoco perdía nada por provarlo. Vi tu nombre escrito en el primero de mis contactos. Y dudé durante unos segundos. Finalmente, te abrí.
- Hola Nat - escribí.
Miré durante un segundo el texto y después añadí:
- ¿Cómo estás?

Vi que estabas en linea, pero todavía no habías visto mi mensaje. Decidí esperar, con el corazón latiendo a mil por segundo.

¿Nuestra relación solo es en OT?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora