Extra; Lo que el futuro regala

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Ashley's POV.

Las Bahamas, diciembre.

Subo el volumen de la música. El último tema de J Balvin suena en toda la sala que habíamos destinado para bailar, doy una palmada y me muevo frente al espejo al ritmo de la música.

Giro sobre mí y muevo mis caderas. Sonrío al ver a través del espejo que la puerta se abre y Justin entra con la parte inferior del pijama todavía puesto.

—Estabas aquí — lame sus labios dejando algo que no consigo ver en una esquina tapado por una toalla.

—¡No es justo, no es justo! — canto volviéndome hacia Justin.

Le cojo de la mano y hago que se una a mí. Él me coge por la cintura y me gira para apoyar mi espalda contra su pecho. Bailamos juntos, hasta que me separa para darme vueltas y cogerme en el aire. Paso por debajo de su brazo sin soltar su mano y me muevo delante de él al mismo tiempo que me marcan el ritmo —Eso es. Ponte aquí, dándome la espalda.

Muevo las caderas y el trasero lentamente mordiendo mi labio sintiendo cómo se posiciona justo detrás, pegándose mientras su mano recorre mi cintura hasta llegar a la cadera. Me incorporo y giro sobre mí poniendo mi mano en su pecho.

—No hemos perdido la práctica — sonríe ampliamente.

Doy unos cuantos pasos hacia atrás, y me para cogiéndome de la mano. Me trae de vuelta a él momento en el que aprovecha para posicionar sus manos sobre mi trasero haciendo que mis piernas se envuelvan alrededor de su cintura. Gira conmigo antes de dejarme en el suelo con cuidado quedándome con las piernas abiertas.

—Siempre es mejor bailar con alguien — me rehago la coleta que tengo deshecha una vez terminamos nuestra sesión de baile.

Para la música y coge algo del suelo. Se acerca para ayudarme a levantarme. Miro a través de los grandes ventanales a la playa viendo a Maejor y Marisa jugar en la orilla con Allie y Jaxon.

—Tenemos que ir — digo dándome la vuelta.

Mi corazón da un vuelco al ver a Justin con la rodilla apoyada en el suelo. Sonríe mordiéndose el labio. El pulso lo siento justo en la garganta cuando busca la mano que enseguida le tiendo, parece de gelatina cuando la acopla junto a la suya.

—Ashley Brooks, desde que te vi en esos premios hace años sabía que nada en mi vida iba a ser igual. Te convertiste en mi confesora privada, mi compañera en el crimen, la mejor hermana, hija y amiga que nadie puede tener... — suelto una risa nerviosa y no puedo controlar las lágrimas que enseguida recorren mis mejillas.

—Dios, Justin... — me muerdo el labio intentando dejar de temblar, pero es inútil.

—¿Serías la única chica en mi vida? ¿La que me haga mejor hombre cada día que pase y me enseñe a amar más de lo que ya te amo? — sonrío viendo cómo desliza el sencillo anillo de diamantes por mi dedo que se ajusta perfectamente a mi dedo.

—¡Si a todo! Quiero que me hagas mejor mujer y me enseñes a amarte cada día más de lo que ya hago. Te elegiría una y mil veces más, cariño — le levanto del suelo y beso sus labios sin perder un solo segundo demostrándole cada gota de amor que siento por él.

—Entonces vamos a celebrarlo por todo lo alto, prometida mía.

Aún está terminando de hablar cuando me coge en volandas para llevarme fuera de la sala dándome una fuerte palmada en el trasero.

Hit The Lights ➵ j.bWhere stories live. Discover now