Capitulo 1.

245 18 16
                                    



Corro por todo el campus del instituto hacia la zona de los superiores con el fin de encontrar a Lee Bo Ra antes de entrar a clases. Ella ya está en su segundo año de universidad y sus horarios son muy diferentes a los míos. Estoy agradecida de tenerla, siempre puedo apoyarme en ella cuando algo va mal o se me hace difícil de entender. Pero ese no es el caso justo ahora.

Atravieso el campo de fútbol y logro verla caminar junto a sus amigas. Va muy distraída como para notarme y no es de esperarse que yo la esté buscando aquí de repente.

—¡Bo Ra!- grito tratando de llamar su atención.—¡Lee Bo Raaa!- Ella se detiene y voltea para encontrarme corriendo hacia ella. Dice algo a sus amigas y ellas se marchan primero.

Llegó hasta donde esta y me detengo apoyando mis manos sobre mis rodillas, casi que con asma. Respiro agitadamente intentando calmarme.

Gracias al cielo hoy no vemos deportes.

—¿Qué pasa, Min?- me incorporo medio derecha, soltando un suspiro cansado—¿Paso algo malo? ¿Por qué rayos vienes corriendo como un jabalí?- No puedo evitar soltar una risa cansada.

La tomo por los brazos dramáticamente.-¡¿Dime que has visto a nuestro nuevo vecino?— demando con dramatizmo.

...

La campana suena dando a entender que la última clase ha terminado. Veo como todos guardan sus cosas, algunos con pesadez mientras otros salen disparados del salón.

A fin de cuentas Bo Ra no sabía nada sobre el nuevo vecino. Solo me dijo que cuando ella salió temprano no había ningún movimiento de mudanza o algo parecido. La desilusión me dio de lleno en la cara. Corrí una maratón en vano.

A diferencia de mi amiga, cuando yo baje, en planta baja se encontraban un grupo de señoras parloteando y comentando sobre el nuevo inquilino que se mudaría justo a nuestro piso. El chico es muy guapo y educado, según lo que alcance a escuchar. Apenas se está mudando y de seguro esas señoras ya lo están emparejando con sus nietas. Dios.

Pues que sigan soñando.

Bo Ra y yo quedamos en esperar hasta llegar a casa y averiguar si era cierto que se mudaría un chico de nuestra edad. Si señores, acosadoras en su máximo explendor.

—¡So Min Soooo!

Doy un salto en mi asiento.-¿Queee?- bufo. Frente a mi, Hyesun se cruza de brazos y Ma Ri me mira mal.

—Hoy estuviste todo el rato distraída ¿Qué rayos sucede?- espera Hyesun, por otro lado Ma Ri entrecierra los ojos en mi dirección.

Sostengo mi barbilla como si estuviera absorta en mis pensamientos y luego doy un repentino salto de mi asiento ocasionando que Ma Ri deje salir una maldición y Hyesun me golpee la frente. Me quejo.

—Adivinen que...— comienzo con mi voz llena de emoción.

-Ya va a empezar con sus adivinen que.- le saco la lengua a Ma Ri en respuesta a su comentario.— Que infantil.- Le lanzo un mirada indignada, con intensión de reprochar, pero no lo hago.

—Ya, suficiente las dos.- Nos reprende Hyesun.- Ya, ve al grano y cuéntanos.

—Bieen- alargo la palabra con intención, logrando que Ma Ri pierda la paciencia y se toque el puente de la nariz.—Creo que tendré a un chico guapo como vecino.- comienzo a dar saltitos junto con Hyesun. Ma Ri niega.

—¿Ya lo viste? ¿Cómo sabes que es guapo? De seguro es un tipo calvo de treinta años.- Hyesun y yo fulminamos a Ma Ri con la mirada.

—Tu que sa...

"Me gustas" O como quieras llamarlo »Jungkook«Where stories live. Discover now