4- ¿Excuse me?

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La heladería estaba bastante tranquila. Algunas familias entraban, hacían sus pedidos y salían del lugar con sus respectivos helados, lo mismo hacían las parejas y los que iban a tomar un helados solos porque no tenían con quién compartirlo. El lugar estaba bastante silencioso, en realidad. Menos una de las mesas, en donde cuatro chicos no paraban de hablar y reír.

- En serio, no puedo borrar la imagen de tu cara de mi mente- exclamaba Seokjin, riendo estruendosamente mientras su helado se balanceaba de sus manos.

Taehyung se tapó el rostro avergonzado- ¡Es que no la vi!

- ¿Cómo no puedes ver a una pobre anciana cruzando la calle?- preguntó incrédulo Hoseok, lanzando una carcajada luego- Lo mejor fue cuando tu licuado cayó sobre ti. Estuviste oliendo a fresas todo el día.

Los cuatro chicos volvieron a reír, ganando algunas miradas curiosas de los que entraban a la heladería. Jimin lamió su helado con sabor a frutilla y luego miró a sus amigos- No, lo mejor fue cuando escapamos de ese guardia.

Con tan sólo volver a recordar aquel momento, los cuatro chicos comenzaron a reír sin parar. ¿Quién iba a decir que intentar robarle una tarjeta a un guardia y después escapar corriendo de él fuera tan gracioso? Aunque sin dudas lo mejor había sido cuando Taehyung, en un intento por correr más rápido y mirar hacia atrás para saber si el guardia aún los perseguía, acabó tropezando con aquella pobre anciana que lo único que quería era llegar al otro lado de la calle.

Taehyung limpió una lágrima a causa de la risa, suspirando cuando por fin habían dejado de hablar del tema- Ah, tengo tantas ganas de ir a una fiesta. La última vez que fui a una fue en Deagu. Fue la mejor, sin dudas.

- No lo creo- dijo Hoseok, sonriendo arrogante- Nuestras fiestas son las mejores. Pregúntale a cualquiera.

- Podríamos hacer una- opinó Jimin.

- No en mi casa- Seokjin dijo inmediatamente- Mis padres tienen miedo de que acabemos con su colección de vinos, como lo hicimos la última vez.

Jimin miró hacia el pelirrojo, quien estaba tomando de su helado pero se detuvo en cuanto sintió la mirada del pelinegro- A mí no me miren. Vivo en un departamento, es demasiado chico para una fiesta.

- ¿Cuánta gente planean invitar?- inquirió el rubio, mirando a todos en la mesa.

- A todo el instituto, obviamente. Necesitamos una casa grande...- Jimin se detuvo al recordar el tamaño de la casa de Taehyung- Oye, Tae, ¿por qué no lo hacemos en tu casa? Es inmensa, y tienes personal de limpieza. No veo cuál podría ser el problema...

- Mis padres son el problema- lo interrumpió el chico- Como ya saben, después del incidente en mi antigua escuela ahora me vigilan casi todo el tiempo. A los únicos lugares que me dejan ir es el instituto y las lecciones de tenis.

- Pero te dejaron venir a una heladería...

- Claro, sólo porque les prometí que limpiaría la piscina más tarde- le contestó a Seokjin- En serio chicos, no cuenten conmigo para la fiesta.

- ¡Al menos podrías intentarlo, Tae!- Jimin le dijo, sacudiéndolo del brazo- Cómportate bien por unos días, actúa todo lindo y de seguro te dan permiso- Taehyung lo miró, no muy convencido de las palabras del pelinegro. Jimin lo miró suplicante, haciendo un pequeño puchero con sus labios- ¿Por favor?

Taehyung se le quedó mirando por unos segundos, era imposible negarle algo a Jimin si actuaba así de lindo. Terminó asintiendo, rodando sus ojos cuando Jimin chilló de alegría y le dio un pequeño abrazo.

Comenzaron a hablar de otro tema rápidamente, entonces escucharon que la puerta del lugar se abrió. Los cuatro se giraron para ver, encontrándose con Rosé. La chica los saludó con la mano alegremente y avanzó unos pasos, cayendo luego al piso cuando resbaló con este.

Daddy Issues // KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora